Una vez finalizada la temporada llega el momento de las despedidas. A pesar de no saber todavía el número exacto de jugadores que permanecerán en la plantilla blanquiazul, algunos de ellos se empiezan a despedir. Tras el adiós de Balenziaga, llega el turno de Luis Quintero. Con este comunicado el futbolista se despide de la afición deportivista, muy agradecido por la oportunidad de haber vestido la camiseta del Deportivo.
El extremo llegaba en el mercado invernal procedente del Villarreal tras haber estado cedido en el Amorebieta en la primera parte de la temporada. El jugador, vinculado desde pequeño con la ciudad de A Coruña, cumplía el sueño de llegar al conjunto blanquiazul.
Tras unos buenos minutos en su estreno, el jugador desapareció de la rotación y pasó al ostracismo. Sólo tuvo minutos en los últimos encuentros intrascendentes de la temporada aunque en ninguno de ellos volvió a ser titular.
La falta de minutos no impidió que Quintero se sintiera uno más en el vestuario. El jugador trató de revertir la situación en los entrenamientos pero el gran estado de forma de sus compañeros le cerró las puertas de la titularidad. Eso no impidió que Quintero apoyara y animara a sus compañeros tanto en el vestuario como a través de las redes sociales.
El jugador ya había dejado ver que se marchaba la semana pasada tras finalizar el encuentro contra el Castellón, cuando se dirigió al fondo de Marathón para despedirse de la afición deportivista en general y de los Riazor Blues en particular. Quintero, visiblemente emocionado, fue ovacionado por la parroquia deportivista en su último partido como jugador del Dépor en Riazor.