El Mundial de 1994 se recuerda en toda España como el del codazo de Tassotti a Luis Enrique, pero la derrota en cuartos de la selección nacional no fue el final del campeonato para los habitantes de A Coruña. La ciudad herculina también iba con Brasil, debido a que en la Canarinha jugaban dos de las estrellas del Súper Dépor: Bebeto y Mauro Silva.
El Deportivo de La Coruña había terminado semanas atrás su segunda temporada convertido en Súper Dépor, con aquel penalti de Djukic que le privó del campeonato de Liga. A falta de un éxito de España, la ciudad disfrutó de la victoria de Brasil en aquel campeonato como si fuese en parte del Deportivo. De hecho, la selección con más miembros del equipo era la brasileña, porque Javier Clemente solo había convocado a Voro para la española, dejando en casa a buenos jugadores del Dépor como Fran o Manjarín.
En aquel mundial brillaron Mauro y Bebeto, pero también jugadores como el búlgaro del Barça Stoichkov, el sueco Thomas Brolin, el ruso Salenko, que jugaba en el Logroñés y metió cinco goles en un partido, o el italiano Roberto Baggio, que era budista y falló su penalti en la final. Fue también el último mundial que jugó Maradona, y la última vez que el astro argentino se enfundó la camiseta de su selección. El partido contra Nigeria tras el cual dio positivo por cinco sustancias le acarreó su expulsión del mundial y del combinado nacional.
"La dupla que formamos con Romario es la mejor de la historia del fútbol"
Tanto Mauro Silva como Bebeto acudieron hace unos días a la celebración de aquel Mundial, el "tetracampeonato", como lo llaman en Brasil. Ahí volvieron a encontrarse con compañeros de la selección como Marcio Santos, Cafú, Romário, Branco, Zinho o Mazinho.
Días antes, nada más y nada menos que la FIFA le hizo una entrevista en su página web oficial a Bebeto acerca de aquel mundial, y el ídolo deportivista hizo una llamativa declaración que le sirvió de titular al organismo mundial: "La dupla que formamos con Romario es la mejor de la historia del fútbol".
En la entrevista, que puede leerse al completo y en castellano, Bebeto explica su opinión: "En mi opinión, éramos los mejores. No se puede comparar. Solo hay dos parejas de atacantes que nunca han perdido jugando con la selección: Garrincha y Pelé, y Bebeto y Romario. Cuando tenía la pelota, ya sabía dónde estaba el «Baixinho». Era extraordinario, un grandísimo delantero. Teníamos telepatía, nos entendíamos de manera natural. Creo que la dupla formada por Bebeto y Romario es la mejor de la historia del fútbol. Dios creó nuestra sociedad [Bebeto-Romário]."
Las declaraciones de Bebeto tuvieron gran impacto en la prensa brasileña, que no tardó en preguntar por su opinión a Romário, ahora un importante político. El Baixinho le dio la razón a Bebeto: "Para muchos puede haber otras duplas mejores, pero yo puedo afirmar que fue la mejor dupla de todos los tiempos del fútbol mundial".
Una tregua en una cómica relación de amor y odio
Las declaraciones de Bebeto y Romário alabándose el uno al otro llegan un año después de que ambas estrellas fuesen a la "guerra" por motivos políticos. Romário llamó "traidor" a Bebeto, y este le respondió llamándole "viejo esclerotizado". Fue un episodio más de una relación de amor y odio que lleva más de 30 años en marcha y que tiene que ver con la rivalidad deportiva (en equipos rivales, como Barça y Deportivo, y en el mismo equipo, compitiendo por ser la gran estrella de Brasil), y que se explica por los caracteres completamente opuestos de ambos goleadores.
Bebeto es evangelista y explica su vida y todos sus acontecimientos en base a Dios. Romário, por su parte, tiene numerosos hijos ilegítimos, jugaba muchas veces borracho o de resaca, y llegó a pactar famosamente con Cruyff un permiso para escaparse al carnaval de Brasil si metía tres goles en un partido. Los anotó, según dice la leyenda urbana.
Estas personalidades antagónicas hacen que en sus vidas como políticos se hayan enfrentado en numerosas ocasiones, y que la relación sea un constante y cómico tira y afloja entre los dos desde hace años. Paradójicamente o quizás precisamente por eso, en el campo eran letales y se entendían perfectamente. Aquel mundial lo terminaron marcando 5 goles Romário y 3 goles Bebeto, con 3 y 2 asistencias respectivamente, y levantando el cuarto campeonato de su país tras 24 años de sequía.
Para la historia quedó la celebración de Bebeto en su segundo gol contra Holanda en los cuartos de final, dedicada al nacimiento de su hijo Mattheus, llamado así, por cierto, en honor al mediocentro alemán Lothar Matthäus. Bebeto anotó y comenzó a acunar a su hijo, uniéndose rápidamente Mazinho y Romário y protagonizando una de las celebraciones más icónicas que se recuerdan. Al terminar, Bebeto, Romário y Mazinho se fundieron en un abrazo, y Mauro Silva llegó corriendo y se unió. Hay varias generaciones de coruñeses con estas imágenes grabadas en la retina.
En las celebraciones del 30 aniversario los dos astros hicieron las paces públicamente. Además de autoproclamarse la mejor dupla de todos los tiempos, Romário y Bebeto se fundieron en un abrazo de reconciliación. Romário, que suele asumir el rol de tipo duro en esta extraña pareja, le declaró su amor a Bebeto: "Eu te amo".
Romario, conocido entre los jóvenes por sus comparativas
Romário lleva años retirado del fútbol y en estos momentos es senador en Brasil por el estado de Río de Janeiro, pero las nuevas generaciones de aficionados lo conocen por sus apariciones estelares en redes sociales.
En un vídeo que acumula cientos de millones de reproducciones en las miles de veces que ha sido publicado y reeditado, Romario se compara con las grandes estrellas del fútbol de las últimas décadas y solo reconoce a dos por encima de él: Pelé y Maradona. El que fue delantero del PSV, FC Barcelona y Valencia considera que Ronaldinho, Ronaldo Nazário, Cristiano Ronaldo y Messi están al mismo nivel que él, mientras que el resto de estrellas del fútbol reciente estaría por debajo.