El partido entre Deportivo y Málaga volvió a mostrar la peor cara del fútbol tras los graves incidentes protagonizados por su grupo radical de animación. Tras sembrar el caos en toda la ciudad durante el fin de semana, los jugadores del Málaga se acercaron a la ubicación de sus aficionados al término del encuentro para agradecer su apoyo.
Aunque resulta muy injusto generalizar, el desplazamiento de aficionados malacitanos fue muy numeroso entre su grupo ultra. Vestidos completamente de negro y bajo estrictas medidas de seguridad, 144 radicales fueron introducidos en Riazor dos horas antes del encuentro.
El entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, quiso dar la cara en la rueda de prensa posterior al partido por sus aficionados de verdad. El técnico condenó los lamentables hechos provocados por esa parte de la afición y aseguró que "unos pocos no se puede manchar el nombre del Málaga. El año pasado hemos tenido desplazamientos de 5.000 personas. Hoy me pregunto el porqué de esta situación en estas últimas horas, y esto se tiene que acabar ya. Venimos a disfrutar y ser un ejemplo y esto no puede volver a suceder".
El técnico justificó el saludo de sus jugadores diciendo que entre la afición ubicada en la zona visitante "había gente que nos sigue a todos lados. Por unos pocos no podemos dejar de saludar a la gente que está siempre con nosotros. Yo ya he condenado los actos violentos pero hay mucha gente que respeta el malaguismo y por eso han saludado. También en el Dépor hay gente que no representa los valores del club".