El Deportivo cesó a Imanol Idiakez hace ya una semana y desde entonces ha sido el entrenador del Fabril, Óscar Gilsanz, el encargado de dirigir al primer equipo. El expresidente del club, César Augusto Lendoiro, reflexiona sobre quién se sentará en el banquillo.
"El club carecía de una alternativa", señala Lendoiro sobre el despido de Idiakez, para el que Gilsanz se presentaba como una solución temporal. Tras la victoria contra el Cartagena, sin embargo, se abren nuevas incógnitas ante las que Lendoiro pide claridad.
¿Busca, o no busca, entrenador el Dépor?
En pleno desfile de nombres para sustituir a Idiakez ha surgido una nueva incógnita, con la que, es muy posible, no había sido prevista por el Deportivo. ¡Qué decisión tomar si Gilsanz arrolla en Cartagonova! Y arrolló.
Eso hizo que, lo que parecía sólo una forma de ganar tiempo para encontrar un nuevo técnico, se haya convertido en una complicación añadida al cese de Imanol.
Pienso que el de Imanol ha sido un despido extraño, no solo porque los cambios se suelen producir cuando el mister pierde el control del vestuario -y éste no era el caso- sino porque, al cabo de diez días, ha quedado demostrado que el club carecía de una alternativa.
¿O sí era Bruno Saltor el hombre elegido por Fernando Soriano para reemplazar al vasco? Todos los medios parecen apuntar en esa dirección, pero ese final fue evitado por el resultado de una encuesta en RRSS. El 'oráculo' habló y provocó el rechazo del presidente… y ahora, el mismo 'oráculo' apuesta por la continuidad de Gilsanz.
Si seguir los dictados de ese 'oráculo' se convierte en costumbre es para mirárselo. Resulta difícil de entender que el "si o no" de votantes anónimos se imponga a un riguroso informe técnico de tu director deportivo. Una forma de pensar que adquiere su máxima dimensión cuando el estudio se realiza sobre un entrenador tan desconocido como es Bruno Saltor. Estimó que la elección de ese camino obligaría al club a tener que actuar en una de estas tres direcciones.
O cesar de inmediato a la dirección deportiva, porque su propuesta ha sido desafortunada o interesada; o fulminar al que tomó la decisión de hacer caso omiso de la fundada propuesta de los profesionales que ellos mismos han elegido… o, lo que parece más oportuno, contratar, si ya no lo están, los servicios del 'oráculo'.
Si el tema fuese intrascendente sería para reírse, pero es muy importante y lo único que se ha hecho es complicar la situación. Hasta el sábado en la solución del problema no se incluía la incógnita de Gilsanz. Hoy sí, pero no se le indica a la afición, y eso creo que es lo peor que se puede hacer, si se confía el futuro del equipo a Óscar Gilsanz o si se continúa buscando otro entrenador.
Si es Gilsanz el elegido debe ser confirmado oficialmente para el resto de la temporada, mientras que, si se sigue pensando en otro, también se debe hacer público. En pocas palabras: que no se juegue con el de Betanzos y que los deportivistas sepamos cuál es el verdadero sentir del club.
Esperemos que la persona que manda, tome con la máxima urgencia una decisión. Ojalá acierte y no vuelva a cometer los mismos errores que llevaron a que Ramis, un buen técnico, se comprometiese con el Burgos en lugar de dirigir a 'su' Depor.
A un club como el nuestro no se puede llegar para iniciar el aprendizaje, para eso están los becarios. Las negociaciones de la pasada semana -tanto la forma de cesar a Idiakez, como las gestiones para el fichaje del nuevo técnico- supusieron un golpe bajo a la imagen del Deportivo en el mundo del fútbol.
¿Y ahora qué?
Espero que se decida ya el nombre del técnico en el que se confía. Es imprescindible para ilusionar a ese deportivismo que cree en las posibilidades del equipo.
A mi no me preocupan los puestos de peligro, ni me conformo con no pasar apuros. Yo me rebelo. No puedo admitir que esos sean los objetivos de mi club.
Nos está prohibido pensar como un recién ascendido más ¡Nosotros somos el Dépor! Tenemos una afición única y contamos con grandes peloteros. Solo necesitamos para ascender un hombre que 'garantice' 15 goles… y, para ello, hasta disponemos del dinero libre de nuestro límite salarial.
Estamos todavía a tiempo. Hemos comenzando mal pero, también es cierto, hemos merecido algún punto más. En cualquier caso debemos pensar que la Liga es muy larga. Que todavía restan por disputar cerca de ¡cien puntos! … y que el ascenso directo está a tan solo ¡nueve puntos!