No pudo ser. El sueño de Básquet Coruña por levantar su primer título a nivel nacional se desvaneció en un último cuarto en el que faltó acierto desde la línea de tres. Estudiantes se llevó la Copa Princesa tras superar a los coruñeses por 80-72. El resultado final no refleja la igualdad existente en 35 de los 40 minutos de partido. De hecho Básquet Coruña llegó a ir por delante en el último cuarto. Los triples de un acertado Leimanis despertaron del sueño al conjunto herculino y a los 500 valientes que acompañaron al equipo en Madrid.

Básquet Coruña inició la final de tú a tú ante un experimentado Estudiantes. El comienzo de choque dejó claro que los herculinos llegaban con poca presión y mucha esperanza de plantar cara a su rival.

El equipo naranja logró castigar a su rival en la pintura con un inspirado Huskic. Además el acierto desde la línea de Aris y Jakovics otorgaban pequeñas ventajas a los coruñeses. El primer cuarto finalizó con empate a 21, muestra inequívoca de que Coruña había entrado muy bien en la final.

En el segundo cuarto a los dos equipos les costó arrancar. Las defensas se ajustaban y los fallos desde la línea de tres fueron constantes. Estudiantes a pesar de ello fue entrando más en el partido y las faltas de Básquet Coruña les permitieron marchar al descanso con cuatro de ventaja.

No le importó a los de Diego Epifanio arrancar el tercer cuarto por debajo. El equipo se ordenó y volvió a combinar bien las acciones de ataque. Huskic asumió toda la responsabilidad y castigó mucho la pintura rival. Con cuatro puntos de ventaja, Básquet Coruña disfrutó de hasta tres ocasiones desde la línea de tres para marcharse con una renta importante al último cuarto. Sin embargo esos triples no entraron y Estudiantes logró una canasta a una décima para el final que dejaba el marcador en 53-54.

Esa canasta dio muchas alas a Estudiantes y generó dudas en Básquet Coruña que sin embargo iniciaba el último cuarto con ventaja en el electrónico. En los momentos decisivos los coruñeses no eran capaces de anotar de tres y su rival anotaba triples como si no costara. Lemainis con un impresionante 5/8 desde la línea de tres asestó el puñal definitivo a un Básquet Coruña que no fue capaz de remontar la desventaja de nueve puntos.

Estudiantes se llevó el título pero Básquet Coruña hizo un doctorado en un partido que se puede encontrar en unos meses en un hipotético playoff de ascenso. Los 500 valientes que acompañaron al equipo naranja en Madrid disfrutaron de una experiencia única que da muestra del crecimiento del equipo en los últimos tiempos. Perdida la final, ahora se abre la oportunidad de pelear por el sueño del ascenso a la ACB.