El Liceo cayó con un gol a cuatro ante el Barcelona en un encuentro con dos mitades diferenciadas. Los coruñeses se marcharon al descanso por delante en el marcador pero el Barça se mostró muy efectivo en el segundo tiempo.
La primera parte se convirtió en un ejercicio de resistencia brutal por parte del Liceo de Juan Copa.
Martí Serra completó un encuentro memorable con intervenciones de un mérito estratosférico. El Barça salió dispuesto a sentenciar pronto el choque e imprimió un ritmo muy alto en los primeros cinco minutos.
Los coruñeses estaban ko y Juan Copa pedía un tiempo muerto antes de ese minuto cinco. Fue el momento elegido por César Carballeira para hacer el primer y único tanto del primer acto. El coruñés se sacó un latigazo espectacular desde campo propio que se alojaba en la meta azulgrana.
El Liceo hacía lo más difícil y se adelantaba en el marcador. Siguió aguantando el conjunto herculino que pudo equilibrar las fuerzas y buscar alguna contra peligrosa.
El marcador no se movería y el Liceo llegaba con ventaja al descanso. Poco duró la alegría tras el intermedio. Dos zarpazos de Ferran Font en quince segundos pusieron por delante a los visitantes.
Copa pidió tiempo muerto para buscar la reacción de los suyos. El Barça era un rodillo con mucha efectividad. Alabart hizo el tercero y el encuentro parecía ya sentenciado.
Lejos de rendirse, el Liceo lo intentó. Dava Torres tuvo tres buenas ocasiones pero se encontró con la respuesta de un inspirado Carles Grau. En el intercambio de golpes volvió a salir airoso el Barça. Font firmaba su hat trick particular y ponía el uno a cuatro.
Pudo meterse el Liceo en el partido con la décima falta del Barça pero Ferruccio estrellaba la pelota en el palo derecho de la meta de Grau. Tampoco aprovechó la suya el Barça que sacó un inspirado Martí Serra.
Eran ya lo minutos finales de un partido que ya no iba a cambiar. El Barça cimentó su triunfo en una segunda parte marcada por la gran efectividad azulgrana.
Los jugadores azulgranas se empeñaron una vez más en empañar el final del partido con una tangana fuera de lugar. Con cuatro segundos de posesión Marc Grau encendió al público y al banquillo del Liceo con un disparo a quemarropa que sacaba Martí Serra. El pique se prolongó durante la despedida de los equipos y Riazor silbó a un Marc Grau que se mostró bastante desagradecido con su ex equipo y su ex afición.