Cuando J. K. Rowling escribía una de las sagas literarias contemporáneas más famosas seguro que imaginaba su universo convertido en películas. Puede que también pensara en videojuegos, obras de teatro, parques temáticos y otros muchos productos. Pero es posible que no pensase que gracias a ella iba a surgir un nuevo deporte. El quidditch es hoy en día un realidad en países como Francia, Alemania o Reino Unido. Cada uno de estos lugares cuenta con cientos de equipos federados, que compiten cada fin de semana.
En España, el éxito de este genuino deporte es menor, por el momento. Sin embargo, A Coruña es todo un referente gracias a Dementores. Este club coruñés lleva 4 años en activo y esta última temporada se ha proclamado campeón gallego y subcampeón de España. Estos logros le han valido para participar en el campeonato europeo por segundo año consecutivo. Esta competición se está celebrando este fin de semana en Bélgica.
¿Cuál es el origen de este deporte? Fue hace 15 años cuando en Estados Unidos se comenzó a practicar. Se hicieron ligas, se profesionalizaron y se idearon los reglamentos para poder jugar. Después, se expandió por otros continentes como Europa, donde hay diferentes ligas, tanto nacionales como regionales, y el campeonato europeo. "Viene a ser la Champions del quidditch", señala Ignacio Méndez, jugador y miembro de la directiva de Dementores.
En España hay una veintena de equipos, que disputan anualmente el campeonato nacional. Los dos mejores son los que van al europeo. En Galicia, son 5 y uno de ellos es el Dementores. Este año han sido los campeones del torneo regional y de la Copa Galicia. En el nacional solo pudieron ser subcampeones, por detrás de Madrid Lynx.
Ignacio Méndez nos explica las claves de este deporte: "Es una adaptación de los libros, pero hubo un momento en el que este deporte se volvió competitivo y se alejó del mundo friki. En los entrenamientos y partidos no se comenta nada de Harry Potter. Más allá de los nombres y esas cuestiones, no hay casi ninguna referencia al universo. Nosotros queremos competir y no nos gustan las comparaciones".
Los partidos duran unos 20 minutos con parones (unos 45 en total). "Hay seis jugadores por equipo y hay que meter las pelotas por los aros. En el minuto 17 sale un árbitro al campo con la snitch y un buscador de cada equipo tiene que tratar de cogerla. Cuando lo haga, su equipo suma 60 puntos y se acaba el partido", explica. Cada persona tiene un rol en el partido: hay 2 golpeadores, que se encargan de encestar; tres cazadores, que defienden; y un guardián, que es similar al portero.
Eso sí, hay que ir montado en la escoba, como pasa en la saga literaria. "Es un deporte de contacto y tiene cierto parecido con el rugby, ya que los cazadores pueden placar a los adversarios entre el cuello y las rodillas", afirma Ignacio. Además, se trata de un deporte mixto e inclusivo. Solo puede haber 4 personas del mismo género en cada equipo.
En el campeonato de Europa, que se disputa estos días en Bélgica, Dementores tratará de mejorar los resultados del año pasado, cuando quedaron en el puesto 20 de 32. "Queremos estar entre los 16 mejores. Para eso tendremos que ganar 2 partidos de la fase clasificatoria", avisa Ignacio Méndez. Sin embargo, no será fácil. La alta profesionalización en otros países dejan a los equipos españoles en un segundo lugar. "Es muy difícil competir, es como si fuésemos equipos de 2ª B", dice Ignacio.
Pese a todo, Dementores sigue escribiendo la historia del quidditch en España. Quien sabe si en los próximos años podrá, al fin, alzar la copa de campeones de España. Por el momento, puedes seguir su periplo en el europeo a través de sus redes sociales.