Rafael Arriaza con Sandra Sánchez en los Juegos Olímpicos

Rafael Arriaza con Sandra Sánchez en los Juegos Olímpicos Cedida

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Rafael Arriaza, el traumatólogo coruñés y enamorado del kárate en los Juegos Olímpicos

El prestigioso médico acudió como presidente de la Comisión Médica de la Federación Internacional de Karate, deporte en el que España consiguió dos medallas

14 agosto, 2021 06:00

A Coruña estuvo muy bien representada en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Aunque no llegó ninguna medalla a la ciudad (sí a la provincia con el betanceiro Carlos Arévalo), el deporte coruñés dejó una buena impresión en la capital japonesa. Y si no fue sobre el tartán, el tatami o un cuadrilátero, sí consiguió tener relevancia fuera de él con profesionales como el Doctor Arriaza

Rafael Arriaza, con 60 años recién cumplidos, ejerció como Presidente de la Comisión Médica de la Federación Internacional de Kárate en uno de los eventos más importantes de este deporte. El kárate se estrenaba como disciplina olímpica y lo hacía en su casa. El Nippon Budokan es el templo de las artes marciales en Japón y acogió las competiciones de judo y kárate.

La oportunidad le llegó a Arriaza hace unos años. Desde siempre había estado ligado a este arte marcial. Lo practicaba desde joven y llegó a competir y ser campeón de España en varias ocasiones. "Yo iba a las competiciones con la bolsa de deportes y el botiquín; y después solo con el botiquín", comenta Arriaza. Su relación con el arte marcial y la buena valoración de sus colegas le permitieron acceder a la presidencia de la Comisión Médica. Es un cargo de mucha responsabilidad, más aun a las puertas de unas Olimpiadas históricas, ya que el kárate no estará en el programa de París 2024.

En las competiciones de kárate, como de cualquier arte marcial olímpico, los combates se detienen si uno de los participantes se ha lesionado y necesita atención médica. El país en el que se celebra la competición es el que aporta a sus profesionales sanitarios, ya que un médico solo tiene licencia en su propio país. Y en el kárate tiene una importancia mayor, ya que si un contendiente no puede continuar porque su contrincante le ha lesionado, su rival queda descalificado.

Por eso es vital, tanto por la salud del deportista como del desarrollo de la competición, que los profesionales sanitarios sean capaces de juzgar si el karateka está o no en condiciones de continuar una pelea. Arriaza desde su cargo en la Comisión Médica aconseja y orienta a los médicos locales, que en muchas ocasiones no están ligados estrechamente con este deporte concreto.

Un momento único

El kárate se estrenaba como deporte olímpico en en esta cita y España rascó dos medallas, el oro de Sandra Sánchez y la plata de Damián Quintero en katas. Para Arriaza, que lo vivió directo, fue un momento único e increíble. "En las rondas previas llevaba el atuendo oficial para ser imparcial, pero en las medallas ya no podía aguantarme y lo celebré con los españoles que estaban en la grada", comenta el traumatólogo.

El lugar y el contexto no podía ser mejor. La casa de las artes marciales vio a dos medallistas españoles y, ante la falta de público por las restricciones de las autoridades japonesas, la posible presión de los locales no pesó en los jueces. Además, los éxitos de este arte marcial fueron un alivio para los deportes de combate de España, que decepcionó en el judo cuando tenía varias opciones de medalla y se marchó de vacío.

También coincide con el proyecto del Comité Olímpico Español, presidido por Alejandro Blanco, judoca. El Doctor Arriaza se sorprendió al ver la reacción eufórica del Presidente del COE con el oro de Sandra Sánchez. "Un hombre tan comedido que de repente se puso a celebrar como uno más", dice Arriaza.

La salud de los deportistas en Tokio

Una de las imágenes que quedan de estos Juegos Olímpicos son las duras condiciones climáticas que han mermado a muchos deportistas en pruebas como triatlón, maratón o marcha. Las imágenes de atletas abandonando a mitad de la prueba, desfalleciendo en los últimos metros o saliendo en silla de ruedas de las pruebas con golpes de calor causaron alarma.

Arriaza confirma que las condiciones allí eran muy duras, pero no solo para los deportistas. "Se tuvo que atender también a fotógrafos y voluntarios con quemaduras solares", recuerda el doctor, que lamenta que "quizá hay países que por su clima no pueden organizar los Juegos en estas fechas porque se pone en riesgo a los deportistas". En lo que afecta a su disciplina, al realizarse en una arena cubierta y climatizada no aumenta el riesgo de ningún tipo de lesión en particular.

El traumatólogo coruñés es una referencia entre los deportistas de los clubes de la ciudad como el Deportivo o el Liceo. En Tokio coincidió con solo uno de sus pacientes, Javier Gómez Noya. Pudieron ser más, pero un ciclo olímpico es muy largo y este ha sido especialmente exigente. "No todos los deportistas tuvieron las mismas condiciones de estar parados durante meses", recuerda, ya que "algunos países aislaron a sus equipos y deportistas para que siguieran entrenando y preparándose".

Después de la experiencia olímpica, Arriaza vuelve a la ciudad, donde goza de un enorme prestigio, para seguir tratando a sus pacientes a la espera de que el kárate vuelva a ser olímpico, quizá en Los Ángeles 2028.