"Todos tenemos que adaptarnos": Escolares de A Coruña practican deporte inclusivo con ENKI

"El deporte es para todos independientemente de sus capacidades". Ese es el aprendizaje que se llevan las chicas y chicos de los colegios gallegos que están participando en las actividades deportivas organizadas por ENKI Fundación Abrante. Esta semana, alrededor de 500 escolares de la provincia de A Coruña pudieron practicar distintas disciplinas adaptadas en el campus de Elviña de la UDC.

"Teño un alumno de 11 anos que dicía que ía correr moito co seu coche e despois dunha das charlas de ENKI no colexio dixo que xa non pensaba facelo", son las palabras de Jose, profesor y tutor de 5º y 6º de primaria en el CEIP Caión, que acudió con su alumnado al campus de Elviña para participar de la actividad, y valora con esta historia la necesidad de seguir profundizando en esta concienciación en el aula para que "non quede nunha anécdota".

Durante tres horas, las chicas y chicos de los últimos cursos de primaria tuvieron la oportunidad de probar distintas disciplinas deportivas en su versión adaptada. Divididos por grupos, fueron acercándose a los distintos puestos donde los deportistas de ENKI y de otros clubes de la zona explicaban y asistían las actividades. "Para eles é un xogo, pero van interiorizando cousas", asegura Lidia, profesora del CEIP Plurilingüe A Laxe.

Entre las actividades: carreras con los ojos vendados, o a una pierna, tenis, baloncesto, esgrima o rugby. Además, ENKI ofreció la posibilidad de probar vehículos como la handbike o bicicleta de mano.

Tania, colaboradora de la organización, guía una de las actividades con algunos de estos vehículos mientras anima a echar una mano a quien la necesite: "Podemos axudarlles e que vexan que teñen unha alternativa, non lle podemos privar a ninguén de que faga deporte. A partir de agora, axudar e botar unha man a quen o precise".

Ángel Plácido coordina la actividad con bicis de mano

Estos encuentros deportivos son uno de los pilares del trabajo que realiza ENKI con colegios, a los que también acuden a realizar charlas de concienciación y realizar otras actividades. Ángel Plácido López, presidente del Club Deportivo Inclusivo ENKI, explica que en esos encuentros las chicas y chicos ya "muestran mucho interés", y durante la jornada deportiva "empatizan aún más".

"Es importante que vean que los niños con discapacidad lo tienen más difícil que ellos para hacer deporte y aún así quieren hacerlo", apunta.

Una normalidad poco visible

Una de las alumnas que participó en la actividad el pasado miércoles es Julia del CEIP Ramón Otero Pedrayo, que llegó al campus con muchas ganas "de probar las bicicletas de mano". Su hermano padece parálisis cerebral y fue uno de los seleccionados para asistir a la maratón de Nueva York el pasado otoño.

"En su clase todos conocen la historia y tienen ya a Julia como experta en la materia", asegura la gerente de ENKI Carmen Touza. En ese sentido, la actividad también es una oportunidad para que sus compañeros y compañeras conozcan "algo que para ella es de lo más normal".

Touza explica que la jornada tiene como objetivo acercar las experiencias de los deportistas con discapacidad a las y los menores para "normalizar la diversidad funcional y visibilizar la importancia de la educación desde pequeños para eliminar barreras".

"Esto es lo que nos mueve para seguir luchando y trabajando y demostrar que la inclusión a través del ocio y el deporte hace más feliz a la sociedad", añade.

Un alumno juega a tenis adaptado

"La adaptación tiene que darse por las dos partes"

Jose es profesor del CEIP Plurilingüe O Mosteirón y es en sí mismo un ejemplo para sus alumnas y alumnos. "Cuando me ven por primera vez en el colegio los alumnos piensan que llevo un tapón en la cabeza", bromea.

Su "tapón" es un implante coclear, un dispositivo que ayuda a escuchar a las personas con problemas de audición. Jose explica orgulloso que sus chicas y chicos "colaboran completamente conmigo, son mi mayor ayuda".

Alumnas participan de una actividad con los ojos vendados

En sus clases el tema de la diversidad funcional no es un tabú y por ello "cuando hay algún niño en clase con necesidades ellos ya saben que tienen que adaptarse, no es que el otro tenga que adaptarse, sino que ellos también tienen que hacerlo".

A juicio de este profesor la adaptación no puede darse de forma "unilateral", sino "por las dos partes". "Los que tenemos la diversidad tenemos que adaptarnos de alguna forma y buscar las herramientas, pero la sociedad también tiene que estar abierta y ser permeable para cambiar", asegura.

Por ello considera que en la educación debe apostarse por incluir contenidos que generen conciencia en ese sentido, sobre todo en edades tempranas, cuando las y los pequeños "son permeables y muy empáticos".

Un alumno practica esgrima adaptada

"Las competencias también deben enseñar a convivir y ponerse en el lugar del otro, a empatizar. Los niños en ese sentido son una maravilla, pero hay que darles el espacio y también continuidad, porque, si no, se hacen adultos y adquieren prejuicios y se olvidan", añade.

El profesor aprovechó también para realizar un llamamiento a las autoridades educativas para que cuenten con los maestros con diversidad para las formaciones y actividades. "Puedes ser profesor siendo sordo, sin un brazo, sin una pierna… y hay que contarlo. Nosotros podemos hacerlo".