El atleta gallego Tariku Novales vivió un auténtico calvario durante su participación en la maratón. El deportista comenzó la prueba aquejado de dolores musculares y también con unos problemas de estómago que le llevarón a vomitar en varias ocasiones durante la prueba. Con todo, hizo todo lo posible para llegar a la meta, y lo logró entrando en el puesto 68 con los pies sangrando.
"Aún me estoy preguntando cómo fui capaz de terminar", aseguraba Novales en declaraciones a RTVE tras acabar una carrera que le ha dejado una impronta muy negativa emocionalmente. El primer escollo fue un encontronazo con una bicicleta de la organización y, a partir de ese momento, fue con abductor cargado. A eso se sumó el estado de su estómago, que no le permitió rehidratarse con las sales del avituallamiento, vomitando varias veces durante la prueba, lo que le terminó deshidratando.
Además, se hizo daño en los pies, y llegó a la meta con ellos sangrando. Pero "había una fuerza dentro de mí que me decía que había que terminar", prosigue el atleta en sus declaraciones en las que reconoce que "estoy bastante acostumbrado a llevarme palos y a levantarme de ellos"; y en las que llega a reconocer que "siento bastante vergüenza de haber estado tan lejos de cualquier tipo de expectativa que pudiese tener".
El gallego se mostró así de duró en su valoración tras la prueba en la que lo pasó fracamente mal, y en la que compartió su malestar por no haber podido enfrentarse a ese reto en las condiciones que hubiera deseado. "Estoy un poco perdido en mis emociones", acaba asegurando Novales, que ahora tendrá que reponerse de esta mala experiencia.