Enmanuel Reyes Pla fue una de las sensaciones de los Juegos Olímpicos de París. El boxeador cubano, afincado en A Coruña desde hace varios años, se colgó la medalla de bronce tras una polémica derrota en semifinales. Desde entonces, todo ha sido cariño y homenajes, sobre todo desde que ha llegado de nuevo a A Coruña, siendo recibido en el aeropuerto, en el Concello y en el estadio de Riazor.
Reyes Pla empezó a boxear con su padre a los seis años para aprender a defenderse, pero le cogió el gusto y empezó a competir. En 2017, debido a la falta de oportunidades en su país, decide buscar mejor suerte fuera. Tras varios viajes, pasos por campos de refugiados y una cárcel, llegó a A Coruña, ciudad de la que ya se siente uno más y donde "he vuelto a nacer de nuevo". Sobre su historia y el camino hacia la medalla ha hablado con Quincemil.
Lo primero, enhorabuena, ¿qué se siente al ser medallista olímpico?
Bien, bien. La verdad es que es un sueño cumplido. Todo el trabajo que se ha hecho ha tenido su recompensa. No es la medalla que queríamos, pero estoy súper contento porque al final el trabajo ha traído sus frutos y hemos tenido una medalla para A Coruña y para España, súper contento con eso.
Usted siempre se mostró ambicioso, ¿se veía capaz de ganarle a cualquiera e ir a por el oro?
Sí. Lo demostré en la competición. Al final el boxeo depende de terceras personas, de unos jueces, y no vieron las cosas así. Yo me sentía preparado y listo para luchar esa medalla de oro y ganarla.
Desde el principio me sentía ganador del combate. Di todo de mí. Di todo lo mejor, llevé el combate, conecté los mejores golpes. Creo que los jueces fueron injustos en esa parte
¿Qué pasó en esa semifinal?
Al final el boxeo depende de unos árbitros, son ellos los que dan la votación. Creo que eso es lo que está jodiendo el boxeo ahora mismo. Actualmente, el arbitraje que está habiendo es muy malo, fue eso lo que nos quitó la victoria. Si no hubiera sido así, si hubieran mirado de otra forma... yo creo que hubiéramos llegado al oro con el favor de Dios y seguro que lo ganamos.
¿Usted se sentía ganador del combate?
Sí, desde el principio me sentía ganador del combate. Di todo de mí. Di todo lo mejor, llevé el combate, conecté los mejores golpes. Creo que los jueces fueron injustos en esa parte. Pero bueno, es lo que es el deporte. Ya no se puede ir atrás. Logramos lo que queríamos, logramos una medalla que hace tiempo que no se cogía una medalla para España. Ese era el objetivo principal, discutir y ganar una medalla.
Ver también a las estrellas de tu país, que se codean y están ahí contigo, reconociendo tu trabajo. Eso es lo más hermoso
¿Qué opina de los gestos de su rival en semifinales "celebrando" de forma continua?
Ahora mismo creo que esto está de moda, porque no era él solo. Muchos rivales lo hacían, aunque supuestamente no debería pasar. Los árbitros, no se puede ir contra ellos, son los que mandan y los que dan la votación final. Creo que, al final, se rigieron por eso, por el que más hiciera levantar la mano y sus payasadas, y le dieron la victoria a él.
Esta ha sido su segunda experiencia olímpica, ¿qué aprendió en Tokio que le haya servido para mejorar su resultado en París?
Disfrutar de los Juegos. En Tokio no disfruté de los Juegos. Fui con la mente de buscar la medalla, igual que ahora, pero esta vez me lo pasé bien. Disfruté de los Juegos, estaba cómodo, me lo estaba pasando bien con mis compañeros, disfrutando del ambiente. También influyó que en Tokio no hubo mucho ambiente y aquí hubo bastante. Creo que esa fue la clave, disfrutar del proceso.
¿Cómo es vivir una experiencia olímpica en la Villa?
Es una experiencia única. Es lo máximo para un deportista estar en unos Juegos y en la Villa Olímpica. Estar con todas las estrellas que van de todos los países. Eso es lo fundamental. Ver también a las estrellas de tu país, que se codean y están ahí contigo, reconociendo tu trabajo. Eso es lo más hermoso. Creo que siempre se pasa bien. La Villa Olímpica y los Juegos son lo máximo.
Esto es boxeo, y si te relajas, te meten duro. No puedes relajarte, todo el mundo va a por lo mismo. Cuando llega al bronce, todo el mundo quiere cambiar el color de la medalla
¿Qué le parece que en boxeo se repartan dos medallas de bronce?
Es boxeo. En otros deportes de lucha puedes hacer dos combates más, en boxeo no. Están dándote golpes constantemente en la cabeza, no creo que sea justo luchar otra pelea por la medalla de bronce. Está bien como lo han hecho, como siempre ha sido. Es un deporte de mucho riesgo. No el lógico luchar otra pelea por el bronce. Uno llega muy magullado a esas peleas.
¿El saber que tiene la medalla asegurada le hace relajarse algo en semifinales?
No. Al final, uno va a por lo que quiere, no te relajas del todo. Esto es boxeo, y si te relajas, te meten duro. No puedes relajarte, todo el mundo va a por lo mismo. Cuando llega al bronce, todo el mundo quiere cambiar el color de la medalla, aquí no hay relajación, es todo el tiempo al 100%.
Con lo del Dépor, súper contento. Es algo mágico, estar ahí en ese estadio, ante esa afición, que para mí, siempre lo he dicho, es la mejor afición que hay en España
Desde que ha vuelto a A Coruña no ha parado de recibir homenajes: recibimiento en el aeropuerto, recepción de la alcaldesa, el saque de honor en Riazor...
Estoy súper contento. Esta ciudad me ha dado todo el apoyo, A Coruña ha estado al 100% en el televisor viendo mis combates. Es siempre lo que he querido, que la gente vea el boxeo y lo reconozcan bien. Con lo del Dépor, súper contento. Es algo mágico, estar ahí en ese estadio, ante esa afición, que para mí, siempre lo he dicho, es la mejor afición que hay en España. Ha sido algo único en mi carrera deportiva.
Se hizo bastante conocido en redes sociales por su boxeo y sus declaraciones, ¿sintió el apoyo de la afición de A Coruña y España en general?
Sí, un apoyo grandísimo. Especialmente A Coruña me dio mucho apoyo, porque, al final, la gente está viendo el trabajo que estamos haciendo, el sacrificio de todo lo que hemos hecho para llegar ahí. La gente lo ha reconocido súper bien aquí en A Coruña y a nivel de España también. Ahora mismo, el boxeo está muy arriba con lo hemos hecho mis compañeros y yo.
¿Qué le deparan los próximos meses?
Ahora vacaciones, disfrutando de la familia, comiendo y esas cosas. Ya después, cuando empiece la temporada, ya miraremos a ver qué tenemos por delante y, si Dios quiere, y esperar a ver qué nos depara el futuro.
¿Con ganas de intentar redimirse en Los Ángeles?
Sí, si Dios quiere pensaremos en Los Ángeles. Volver a la lucha y volver a arrancar cabezas, como siempre he dicho.
Fui a Moscú y ahí cogí un vuelo que hiciera escala en Austria. Allí pedí asilo y de ahí me trasladaron a un campo de refugiados, donde estuve una semana o dos, más o menos
¿Cuál es su historia? ¿En qué momento decide venir a A Coruña y por qué?
En 2017 yo estaba en el equipo nacional de Cuba. Primero estaba en 81 (kilos) y luego subí a 91. Vi que no me daban la oportunidad y salí a buscar el futuro fuera. Tenía a mi familia asentada aquí en A Coruña, pero decidí salir a Rusia, de ahí a Bielorrusia y cruzar la frontera para ir a Polonia, pero no fue así.
Fui a Moscú y ahí cogí un vuelo que hiciera escala en Austria. Allí pedí asilo y de ahí me trasladaron a un campo de refugiados, donde estuve una semana o dos, más o menos. Empecé a coger buses para cruzar la frontera para Alemania, pero, cuando iba a cruzar a Francia, pararon el bus y, como no tenía documentación, me bajaron.
Me metieron dos meses preso en Alemania y después me enviaron de nuevo a Austria. Cuando llegué, dije 'no voy a pasar más trabajo. Que sea lo que Dios quiera' y cogí un billete de avión a Barcelona y de Barcelona a A Coruña. El problema, que yo no sabía, es que en la Comunidad Europea no piden visado, entonces todo el mundo me decía que cogiera tren o bus en lugar de vuelo, al principio me di toda esa vuelta en vano. Al final solamente me miraron el pasaporte y el billete, no miraron si tenía visa o no y pude volar aquí en avión.
Cuando llegamos aquí, conocimos a Chano Planas, que me acogió desde el primer día. Empezamos a entrenar con él y luego contactamos con el equipo nacional. El equipo me llamó, me vieron, vieron que estaba bien y me dijeron 'mira, te vamos a hacer nacionalizado español para que compitas con nosotros' y ya en Tokio competí por España.
¿A Coruña le acogió bien desde el principio?
A Coruña es como mi casa. Como siempre he dicho, aquí he vuelto a nacer de nuevo. Soy coruñés 100% y, para mí lo mejor es Galicia y A Coruña. Como siempre digo, Galicia Calidade.