Bea empezó a jugar al rugby hace unos meses. “Mi hijo mayor jugaba al rugby, pero hace un par de años hizo un parón. Cuando este año quiso retomarlo encontró este equipo buscando por Santiago”. Que fuera un equipo inclusivo llamó su atención y lo motivó a probar: “Primero fue sólo él, ahora estamos toda la familia dentro”.
La historia de Bea no es un caso aislado, Tuxeleires ha conseguido juntar familias y personas muy diversas en un mismo equipo.
La iniciativa surgió dentro de un grupo de amigos que, jugando juntos en un equipo de la ciudad, les propusieron hacer una actividad de rugby inclusivo. La idea les gustó tanto que uno de ellos, Xabier, decidió hacer una planificación de una temporada completa de rugby inclusivo como TFG.
Unos meses después, en junio de 2022, hicieron un primer entrenamiento: “el resultado fue muy chulo, vinieron unas 50 personas ”. Desde entonces, se reúnen una vez al mes para entrenar y compartir momentos.
El Mixed Ability Rugby, un modelo de juego realmente inclusivo
Es la disciplina deportiva que practican, que trabaja con todo tipo de capacidades y promueve que todo se regule de forma natural. “Hace un tiempo se había aprobado un reglamento de rugby inclusivo en España: Decía que, según el grado de discapacidad, tenías que llevar un casco de un color, que podías o no placar… nosotros creemos que todo se regula por sí sólo. La idea es relacionarse de una forma respetuosa”, explica Xabier.
David Herbés, juega en el Santiago Rugby Club, pero también en Tuxeleires. Para él, el rugby es el deporte perfecto para la inclusión: “desde el principio es inclusivo. Puede jugar gente con todo tipo de cuerpos. Hay posiciones en las que hace falta jugadores fuertes, pero hay otras donde se necesita agilidad o velocidad”.
En Tuxeleires nunca han tenido problemas para adaptar los entrenamientos, y es que el equipo está formado por hombres y mujeres de todas las edades y características: “hemos tenido compañeras ciegas, compañeras que han venido en silla de ruedas y siempre hemos podido adaptarlo todo y que entrenaran igual”.
Un equipo sin barreras, ni prejuicios
Sofía llegó al equipo gracias a la asociación a la que pertenece, “me propusieron esa actividad y me apunté para probar un deporte nuevo”. Para ella, tener o no discapacidad es una característica más, pero nunca algo que la ha frenado.
“Soy una persona que me gusta mucho el deporte. He hecho hockey, pádel, windsurf, y ahora rugby”, cuenta. Para ella, formar parte de un equipo inclusivo también fue novedoso, ya que nunca había estado en uno. “Nunca había estado en un equipo como este, el resto de equipos eran “normales”. A mí me da igual cómo sea el equipo, lo que me importa es jugar y pasármelo bien con los compañeros”.
Bea explica que, cuando entrenó por primera vez, le sorprendió el ambiente. “Me sentí muy cómoda desde el principio, sentí que nadie me juzgaba”. Para ella, el mundo del deporte es demasiado competitivo, por lo que encontrar un lugar donde poder rodearse de gente distinta y pasárselo bien fue increíble.
Igual de increíble que para Paco, al que sus compañeros definen como “el más rápido del equipo”. Llegó a Tuxeleires a través de ASPAS, asociación a la que pertenece: “había hecho otros deportes, pero ninguno como el rugby. Cuando me dijeron si quería ir dije que sí porque quería pasármelo bien y conocer gente nueva”.
Paco hace atletismo, fútbol de veteranos y fútbol sala. Hace unos meses que empezó a jugar al rugby, pero no se pierde ni un entrenamiento. Para él lo más importante es disfrutar, el resto, “lo que diga el entrenador”.
El partido más esperado
El 3 de junio se enfrentarán a su primer partido. Tendrá lugar en la Ciudad Deportiva de La Torre (A Coruña), y será contra el CRAT Sharks. Ambos son los únicos equipos de rugby inclusivo de Galicia. Sólo con mencionar la fecha, se dibuja en la cara de Paco una sonrisa de oreja a oreja, y no es para menos. Bea, David, Sofía, Paco y Xabier van a ser cinco de los protagonistas del primer partido de rugby inclusivo de la historia de Galicia.
Para ese momento restan dos entrenamientos. El próximo tendrá lugar este domingo 14 de mayo en el campo de Belvís. Será un entrenamiento a puerta abierta, en el que animan a participar a todo el mundo. “Tienen que probarlo porque, aunque no les guste este deporte, se lo van a pasar bien seguro”, comenta emocionada Sofía.
Para acudir tan sólo hay que presentarse en el campo con ropa deportiva, “y comida”, añade Paco. Y es que, después de los entrenamiento, hacen el tercer tiempo, que consiste en sentarse a comer y a charlar todos juntos. “Es una dinámica habitual en rugby, a nosotros nos ha permitido crear un vínculo muy chulo”.