Las escuelas infantiles son un espacio para el aprendizaje y la socialización de los más pequeños cada vez más demandado por las familias, así como una herramienta fundamental para facilitar la conciliación, una tarea que no hace mucho tiempo recaía mayoritariamente en las mujeres y que suponía en muchos casos renunciar a sus carreras profesionales.

Ante esta necesidad creciente en la mayoría de las familias, y en un contexto económico donde los precios presionan al alza, la Xunta de Galicia ha tomado medidas; y este curso es el primero en el que la atención educativa de 0 a 3 años en Galicia es totalmente gratuita en el 100% de los centros, con independencia de que sean públicos, de iniciativa social o privados.

Este hecho convierte a nuestra Comunidad Autónoma en una referencia nacional en este ámbito. La gratuidad de las escuelas infantiles es un paso adelante decisivo para que las madres y padres compaginen mejor sus vidas laboral y familiar. Pero también es una medida importante para las economías de los hogares, sobre todo en un contexto como el actual en el que los precios están por las nubes.

En este sentido, la iniciativa garantiza que todas las familias que lo deseen, sea cuál sea su situación económica, puedan llevar a sus hijos a una escuela infantil, ya que no les supone un euro de sus bolsillos. Estas ahorrarán entre 1.500 y 2.000 euros por curso y niño, sin duda todo un alivio en un momento en el que la inflación está muy elevada.

La Xunta destina este curso más de 50 millones de euros de fondos propios para hacer realidad la gratuidad. Alrededor de 31.000 niños se benefician de esta medida, repartidos entre las aproximadamente 600 escuelas infantiles que hay en funcionamiento en Galicia, sumadas a las que dependen de la Xunta, de los Concellos, las que son de iniciativa social y las de titularidad privada. En la totalidad de estos centros, en todos los curso y para todo el alumnado de 0 a 3 años, se ofrece a las familias atención educativa gratis hasta un máximo de ocho horas, que es la jornada completa, y durante todo el año, excepto en el mes de agosto, cuando muchas escuelas cierran. Una ventaja es que las familias se pueden acoger sin que tengan que presentar ningún papel, ya que es la Administración autonómica la que gestiona directamente la gratuidad con las escuelas infantiles.

Con vocación de permanencia

Para el Ejecutivo gallego, este avance en el apoyo a las familias y en el cuidado a la infancia tiene vocación de permanencia. De hecho, la implantación de la gratuidad comenzó en abril de 2020 aplicándose a los segundos hijos y sucesivos, y tras la buena acogida que tuvo esta decisión la Xunta decidió ampliarlo a los primogénitos.

Por lo tanto, la Xunta destaca que el hecho de que hoy en Galicia la atención educativa de 0 a 3 años sea totalmente gratuita supone una realidad sin precedentes en el conjunto de España. Una medida con la que se apoya a todas las familias, sean cuales sean sus características, se fomenta la conciliación y la igualdad de oportunidades.

Además, la gratuidad no solo da cobertura a las familias que residen o trabajan en concellos que tienen escuelas infantiles; también llega a aquellas que viven en municipios más pequeños que carecen de este tipo de centros a través de las Casas niño, pequeñas escuelas gratuitas en las que se atiende a un máximo de cinco niños. La Xunta comenzó a crear en el año 2016 una amplia red de equipamientos por toda la comunidad y seis años después ya hay cerca de un centenar.

Brindar apoyo a las familias

Con todas esas medidas, la Xunta de Galicia pone el acento en uno de sus ejes de actuación prioritarios: apoyar a las familias que deciden tener un hijo. La gratuidad de las escuelas infantiles se suma a otros programas como el Bono Coidado o la Tarxeta Benvida, con los que se busca apoyar la conciliación de las familias así como brindarles una ayuda económica en esta nueva etapa de sus vidas.

Así, con el Bono Coidado, se ayuda a las familias a contratar un servicio extraordinario de conciliación ante cualquier enfermedad o eventualidad laboral, y que también puede ser empleado para sufragar campamentos, ludotecas o servicios similares. Con la Tarxeta Benvida, por su parte, la Xunta ofrece una ayuda de mínimo 1.200 euros para colaborar en los costes que supone el nacimiento de un hijo.