La caza por un piso de estudiantes de Santiago de Compostela ya ha dado el pistoletazo de salida. Prueba de ello es la aparición de colas kilométricas en inmobiliarias en estos primeros días de julio.

La lucha por un lugar donde vivir durante el curso es una de las épocas más estresantes para los jóvenes que llegan a estudiar en la universidad. Hasta las puertas de agencias inmobiliarias se desplazan tanto los estudiantes como sus padres, que muchas veces sirven de aval para cerrar los contratos de alquiler por curso.

Estas son también los meses en los que el mercado de alquiler de la capital gallega más se tensionan. De acuerdo al informe de precios del portal inmobiliario Idealista, este junio se ha vuelto a romper de nuevo el máximo histórico del coste de la vivienda en Santiago. Este pasado mes el metro cuadrado se encontraba a 8,3 euros, un 10, 5% superior a junio de 2022, y una escalada del 1,9% con respecto al anterior trimestre.

La escena de esta mañana frente a la inmobiliaria Julio Gerpe no es extraña para los que están acostumbrados a la carrera que supone hacerse con un piso en Santiago. Hace unas semanas, en Quincemil recogimos los testimonios de algunos de los universitarios que se enfrenta a esta situación.

"Estuvimos más de un mes buscando, porque los precios son  desorbitados para lo que ofrecen. Fuimos a ver un piso de dos habitaciones en el que no  se cerraban las ventanas y costaba 500 euros y dos meses de fianza", señalaba entonces Laura González.

Medidas que se han tomado para paliar la escasa oferta de vivienda en Compostela, como ha sido la prohibición de viviendas turísticas en varias zonas de la ciudad, parecen no haber tenido impacto en el sector. De acuerdo con las estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en estos primeros meses después de la modificación del PXOM el número de Viviendas de Uso Turístico ha disminuido un 23,56%, pasando de 628 en agosto de 2022 a 480 en febrero de 2023. Sin embargo, no existen datos para saber cuántos de estos inmuebles han pasado a formar parte del alquiler tradicional.

La situación de escasez de stock afecta particularmente al Ensanche compostelano, donde ya se alcanza un precio de 8,5 euros por metros cuadrados. Es en esta zona donde los estudiantes más desean vivir, por su cercana distancia al Campus Sur de la Universidad y la presencia de locales de ocio nocturno.

La expulsión de los universitarios con menor poder adquisitivo no afecta solo a la capital gallega, sino que se desplaza también a municipios vecinos como el de Ames, que en los últimos años también ha visto subir los precios de la vivienda. Este pasado mes de junio, la localidad volvía a registrar un máximo en el coste del alquiler, situándose en los 6,4 euros por metro, bastante inferior que en Santiago pero también al alza desde el año pasado.