La Autoridad Portuaria y la Universidade da Coruña (UDC) colaboran desde hace cinco años en un proyecto de I+D+i enfocado en la predicción y toma de decisiones en la operatividad portuaria, una línea de trabajo reforzada este año con un nuevo convenio para la ejecución de otro proyecto para analizar y transferir tecnología para la mejora de los servicios en los muelles y terminales del puerto exterior de punta Langosteira. Este acuerdo, anunciado en mayo pasado, acaba de ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y recoge la incorporación de “nuevas líneas de investigación” que complementen los resultados obtenidos por las herramientas de predicción utilizadas para la operatividad de los barcos atracados y del rebase (remonte de las olas) sobre el dique principal.
Los nuevos campos de investigación que implican al Puerto de A Coruña y a la UDC se basan en herramientas de inteligencia artificial (IA) y tienen como objetivos establecer un sistema de alerta temprana para la estancia de buques en terminales de graneles líquidos, a raíz del inicio de la actividad de Repsol en Langosteira desde marzo de 2023; estudiar el comportamiento de la galería de acceso al pantalán en situaciones de rebase, es decir, cuando las olas remontan la cara exterior del dique; y optimizar los registros de la boya direccional de punta Langosteira para mejorar la predicción meteorológica.
El Puerto y la UDC se alían a través de un convenio con vigencia hasta 2028 y por una cantidad total máxima de 460.000 euros. Para llevar a cabo dichas líneas de investigación será necesaria la contratación de personal investigador en la UDC "con reconocida experiencia en el ámbito en ingeniería marítima, portuaria y costera dada la complejidad de las actuaciones derivadas del convenio". El equipo técnico estará dirigido por Enrique Peña González, en calidad de investigador responsable, que designará a personal adscrito a las líneas de investigación del Grupo Geama (Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente) de la UDC.
Investigaciones
El sistema de alerta temprana, de gran utilidad para el movimiento de mercancías y para otros servicios portuarios técnicos, se debe configurar con las condiciones meteorológicas en el mar que permitan la estancia segura de los barcos atracados en el pantalán y el desarrollo de sus operaciones. El análisis científico de las operaciones de los buques se ha de realizar de acuerdo con las variables oceanometeorológicas exteriores e interiores del puerto, las características del barco o el sistema de defensas y amarre, entre otros factores.
La información proveniente de estos apartados se analizará aplicando herramientas de inteligencia artificial (IA) y se propondrá un sistema de alerta sobre la mayor eficiencia de la operatividad y la seguridad del buque y el pantalán, identificando las posibles incidencias y sus causas.
Otra nueva investigación planteada en el convenio se centra en el comportamiento del rebase provocado por las condiciones del mar en situaciones de temporal, con el fin de que el agua que rebasa no afecte el acceso de los barcos a la terminal a través de la galería que une el dique de abrigo con el pantalán. Para vigilar la operatividad de la dársena exterior se colocarán cámaras de visión nocturna y diurna para identificar el funcionamiento de la galería en las situaciones de rebase y se evolucionará el modelo de IA desarrollado para la limitación del acceso al dique en aquellas situaciones peligrosas.
La tercera nueva línea de investigación apunta a la disponibilidad de una nueva boya que mejore la información proporcionada por la boya Redcos de Puertos del Estado programada para la medición de los veinte primeros minutos de cada estado de mar. Los datos ofrecerán un mayor detalle del oleaje interior en el tiempo, sobre todo en situaciones de temporal.