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Repsol se ha plantado ante el denominado "impuestazo" del gobierno de España a las energéticas que quiere hacer permanente, según ha avanzado Invertia, diario económico de EL ESPAÑOL.

En 2023, ya lo anunciaba el consejero delegado de la empresa, Josu Jon Imaz, durante la presentación de resultados, donde advirtió que "la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal podría condicionar las inversiones futuras en nuestros activos industriales en España".

Pese a todo, su plan es cumplir con los objetivos de descarbonización de la compañía para convertirse en una compañía cero emisiones netas en el año 2050. Y por ello, sus esfuerzos en proyectos de descarbonización estarán en Portugal y Estados Unidos.

Debido a este último anuncio del ejecutivo de Sánchez, desde Repsol Galicia han trasladado la postura general de la compañía, que se centra en que "están en riesgo todas las inversiones industriales para descarbonizar los complejos". "Si no hay un marco regulatorio y fiscal estable, nuestros planes de inversión en España se quedan en stand by", han trasladado las mismas fuentes.

En este contexto, cabe destacar que Repsol ha pagado casi 800 millones de euros por el gravamen en dos años, 2023 y 2024. A su vez, Imaz fue el primer CEO del sector en alzar la voz en contra del impuesto en agosto de 2022, opinando que "el gravamen no iba contra los ricos, sino contra el empleo industrial, porque es un impuesto que favorece a operadores extranjeros y empresas importadoras, que no invierten, no crean empleo, ni riqueza en España".

Sobre esto, argumentó que "da una ventaja competitiva  frente a las empresas que sí invierten en activos industriales en España, generando empleos de calidad y garantizando la independencia energética de España".

La compañía siempre ha defendido que este gravamen temporal energético "es arbitrario, anticonstitucional y discriminatorio" y fuentes de Repsol indican que "este falso impuesto solo grava a unos sectores concretos, a la banca y al energético; y dentro del energético, unas actividades concretas: las no reguladas, que compiten en un mercado exterior abierto".

Refinerías

Repsol también ha manifestado que este impuesto reduce la capacidad de invertir y la rentabilidad de las inversiones y penaliza el esfuerzo necesario para la transformación de sus complejos industriales en hubs multienergéticos, cada vez más descarbonizados, poniendo en peligro la viabilidad futura de estos centros.  

"La industria es clave para la solución. Por eso vamos a pelear con uñas y dientes para continuar transformando y continuar mejorando nuestras refinerías, para reducir su huella de CO2 y para mantener y hacer crecer el empleo industrial en España", explicó Imaz a principios de este 2023 en varios foros. 

El plan de inversiones de Repsol contempla entre 2.000 y 3.000 millones de euros (netos) destinados a transformar sus centros industriales en instalaciones bajas en carbono. Además, da trabajo a más de 28.000 personas en España, entre empleo directo, indirecto e inducido. En los últimos diez años ha invertido más de 10.000 millones de euros en activos industriales y tiene una contribución fiscal a las arcas públicas del país de 10.000 millones de euros al año.

Contexto económico europeo

A finales de 2022, cuando se estableció este gravamen extraordinario, desde Repsol recuerdan que "el entorno económico y geopolítico era completamente diferente". El brent cotizaba a 100 dólares por barril, el Henry Hub a 6,6 euros y el margen del refino se situaba en 15,6 dólares/barril. 

Ahora, especifican que la coyuntura es muy distinta: hoy el Brent cotiza a 73,42 dólares por barril, el HH a 2,29 dólares y el margen de refino es del 4%. Esto implica que el Brent ha caído cerca de un 30%, el HH cerca del 70% y el margen de refino cerca del 80%.

"La Unión Europea emitió un informe cuestionando el sentido de mantener este gravamen en el actual contexto", exponen desde Repsol, a lo que añaden que "en los últimos meses, las conclusiones de los informes Letta y Draghi proponen reorientar Europa y reindustrializarla, movilizando la inversión necesaria para conseguir dos de los grandes objetivos de la UE: la descarbonización de la economía y una mayor autonomía".

Inversiones verdes en EEUU y descarbonización en Portugal

El Plan de Sostenibilidad 2023 de la compañía, señala los proyectos de descarbonización que tiene en marcha en EEUU. En tierras americanas han llevado a cabo proyectos para impulsar su capacidad de energía renovable, disminuyendo las emisiones de su actividad y desplegando su experiencia técnica para avanzar en soluciones geológicas bajas en carbono. 

Repsol paralelamente ha elegido su Complejo Industrial de Sines, en Portugal, para invertir 15 millones de euros en un nuevo proyecto de hidrógeno renovable, en la apuesta por la descarbonización de la compañía.