El registro de la jornada laboral es una obligación legal en España. La norma se aplica a la totalidad de trabajadores, al margen de su categoría o grupo profesional, a todos los sectores de actividad y a todas las empresa, cualquiera que sea su tamaño u organización del trabajo. Este requisito es clave en las inspecciones laborales, y el incumplimiento de la normativa puede derivar en sanciones económicas.
Una infracción leve ocurre cuando una empresa no informa adecuadamente sobre las condiciones laborales o no lleva un registro adecuado de las jornadas. Las sanciones oscilan entre los 60 y 625 euros por cada jornada no registrada correctamente. Las infracciones graves por contener errores en los registros o no computar correctamente las horas extras trabajadas pueden suponer multas de hasta 6.250 euros, mientras que las multas por infracciones muy graves por situaciones como impagos y retrasos salariales pueden superan los 6.251 euros y llegar hasta los 187.515 euros.
El registro de la jornada de trabajo deberá contener el horario concreto de inicio y finalización de la jornada de trabajo de cada persona trabajadora. Una duda común es si los empleados que realizan teletrabajo deben fichar su jornada laboral, y según la normativa vigente, están igualmente obligados a registrar las horas de entrada y salida, los periodos de descaso y las horas extras, si las hubiera.
Cómo registrar la jornada laboral
Cumplir los horarios, prevenir abusos laborales y evitar fraudes relacionados con el pago o la compensación de horas extras son algunos de los objetivos del registro de la jornada laboral, que a su vez ayuda a combatir la precariedad laboral y fomenta la organización interna de las empresas.
Aunque todavía existen registros de la jornada laboral en papel, cada vez más empresas incorporan tecnologías avanzadas como aplicaciones móviles, programas de control horario, sistemas con códigos QR o dispositivos electrónicos. Al final cada empresa elige la herramienta que se adapte mejor a sus necesidades y filosofía corporativa.
Estas medidas buscan no solo asegurar la protección de los derechos laborales, sino también optimizar la gestión empresarial y fomentar la autodisciplina de los trabajadores.