Las caramuxas, como denominan a las minchas en Esteiro (Muros, A Coruña) tienen una segunda vida en el mundo de la bisutería artesanal gracias a la gallega Almudena Garrido. Esta emprendedora autodidacta está detrás de la marca Esteiro con xeito, y desde hace dos años elabora pulseras, collares, anillos o pendientes con conchas que recoge en la arena de diferentes playas de Muros, zona donde reside parte de su familia.
Empezó de modo casual a hacer bisutería para sí misma con estos elementos marinos y empezó a tomarse el proyecto más enserio cuando vio que llamaba la atención de sus amigos y allegados, que le hacían encargos, aparte de que las manualidades son algo que le gusta desde siempre. Garrido comenta que algunos tipos de conchas solo los encuentra en determinadas playas, algo que achaca a las mareas, y reconoce que "como cada concha es diferente, es ella la que se adapta a la materia prima a la hora de diseñar".
Su proceso de trabajo es sencillo: da paseos por los arenales recogiendo conchas que están en la arena "y que devolvió el mar porque ya han hecho su función", para después clasificarlas por modelos, formas y tonalidades. Posteriormente les quita la arena, las lava para eliminar la salitre y las hierve. "A algunas conchas les doy brillo pero la mayoría de ellas quedan tal cual con el propio nácar que poseen. Según se destinen estos materiales para un broche, unos pendientes o una sortija, los enganches son de acero, lo que garantiza que no se oxidan" detalla.
Todo lo hace sola con la ayuda esporádica de su madre y es un complemento a su vida laboral, una ocupación que nada tiene que ver con el mundo de las joyas porque se dedica a la distribución y atención al cliente. "Cada vez empleo más horas porque me gusta y en mi tiempo libre, que suele ser por la noche, me dedico a la bisutería", cuenta, al mismo tiempo que concreta que el principal escaparate de su marca son sus cuentas de instagram y facebook y dos puntos de venta físicos en Noia y Esteiro.
Conjuntos a precios populares y futura carta de artesana
La oferta de Garrido se basa principalmente en pendientes, sortijas, pulseras, broches y collares y algunas de estas piezas van aderezadas con corales de imitación (no naturales porque son una especie protegida). Dentro de su colección, destaca como piezas más especiales los conjuntos de pendientes y anillos de caramuxas, unos elementos llamativos por sus tonalidades naranjas. "Recojo 50 o 60 y a cada una le voy buscando una compañera que se parezca en tamaño, forma y tonalidad", afirma, sobre lo que matiza que los precios "son populares" y van desde los 4,5 y 7 euros hasta los 15 como máximo aproximadamente por pieza o conjunto.
Una de las últimas novedades que ha incluido en sus elaboraciones es una original taza que está decorada con una imagen del puente que atraviesa desde el muelle hasta la orilla de la playa de Esteiro, una ubicación muy representativa del origen y la filosofía de la marca Esteiro con xeito. A su vez, la emprendedora destaca como fortaleza del proyecto que "cada pieza es única porque se tiene que adaptar a los materiales que encuentra", pero reconoce que "a la artesanía de este tipo le cuesta despegar". "A veces pienso en dedicarme por entero a esto pero se necesita respaldo económico y logístico sobre todo", asegura.
En esta línea, adelanta que está preparando un proyecto para conseguir una carta de artesana (un documento que se concede si se cumplen 500 horas en la escuela de artes y oficios), que consiste en explicar detalladamente todo el proceso que sigue desde que recoge las conchas en la playa hasta que la pieza final está terminada. "La carta puede abrirme puertas como el poder solicitar un certificado de Artesanía de Galicia, además de acceso a subvenciones, apoyo logístico e indicaciones sobre la dirección hacia la que encauzar la marca", concluye con optimismo.