Suagongo es una marca joven que nació durante el confinamiento con el objetivo de aunar la artesanía tradicional con nuevas tecnologías como el 3D. Impulsada por dos asturianas residentes en Galicia, Alba González y Raquel Suárez, con la ayuda del gallego y técnico en 3D Xabi Teixeira, la firma nació en Ourense como una oda a sus familias, a las costumbres, al mundo rural y a dos tierras hermanas: Asturias y Galicia.
Los meses de estudio y formación dieron lugar al lanzamiento de la marca el pasado mes de diciembre con muy buena acogida en Navidad. Raquel, que estaba en el paro tras trabajar varios años en el departamento de diseño de una firma de ropa, sabía que quería seguir por esta rama y Xabi la animó a aprender a modelar y a hacer complementos en 3D. Raquel habló con Alba, una amiga formada en Empresariales y Turismo que en ese momento estaba con un ERTE, y decidieron crear Suagongo.
El equipo, que recibe la ayuda de Xabi Teixeira, funciona a la perfección: Alba se ocupa de la parte de marketing y Raquel maneja los programas de modelado y busca materiales sostenibles. Este es, precisamente, uno de los aspectos fundamentales de esta firma que compra sus materias primas en España y que basa su producción en un proceso sostenible.
¿Y ese nombre tan particular? La sonora denominación de la marca surgió por casualidad, cuando buscaban un nombre para una carpeta de Drive en la que guardar todas sus ideas. "Jugamos con nuestros apellidos para crear un correo e ir guardando inspiraciones. Salió Suagongo y nos fue gustando, así que se quedó", explican estas emprendedoras.
Artesanía y 3D
"Decidimos empezar con complementos de joyería y comenzamos a buscar filamentos que nos encajaban con los valores de la marca", explican las fundadoras de Suagongo, que añaden: "Con la primera colección queríamos expresar nuestras raíces, porque ambas somos de Asturias. Decidimos hacer jarrones que nos recordasen a las casas de nuestras abuelas y, como homenaje a todas las mujeres de la familia, denominamos las joyas con sus nombres".
Suagongo utiliza filamentos para elaborar sus productos, por lo que es necesaria una máquina diferente a la que se usa con resina: ambas son de fabricación aditiva, pero el proceso es distinto. "Modelamos en 3D los diseños que hacemos a mano con programas específicos y lo exportamos a un archivo que las máquinas leen", explican las responsables de la marca. Empieza entonces la fabricación de la pieza, que es elaborada desde la base hasta "el tope".
Suárez, que se encarga del diseño, analiza las últimas tendencias y piensa las diferentes piezas que incluir en las colecciones según el tema elegido. Fue así como surgió Hometown, la primera colección de Suagongo y con la que quisieron hacer un homenaje a todo lo que añoraban de sus raíces y de cuando visitaban de pequeñas la casa de sus abuelos. "Estamos ampliando un poquito porque queríamos mezclar joyería artesanal con 3D", indican estas emprendedoras.
El respeto por el medio ambiente
La marca va más allá de los productos que vende y se define a través de "lo que expresa" mediante el diseño de piezas innovadoras y que homenajean los orígenes, además de ser respetuosas con el medio ambiente. Todos los metales que incluyen las piezas son comprados en España y los productos de Hometown son de PLA, que es un polímero de plástico que puede llevar tres tipos de residuos: de madera de ébano, de madera de cedro y de piedra. Las cuentas, además, están hechas con una resina biodegradable de PLA que tiene una base de plantas.
El cambio que se está produciendo a nivel social de cara a una alimentación más sana o en la que predominen alimentos ecológicos y naturales se refleja también en el sector textil, donde empieza una nueva forma de hacer moda. "Queremos demostrar que existe una manera diferente de hacer moda a la existente en la actualidad, muy industrial", defienden las fundadoras de Suagongo.
Tan diferente como los collares o pendientes de la marca gallego-asturiana son los botes en los que estas emprendedoras envían sus productos. Redondos y de rosca, también hechos en 3D, son reutilizables y tienen un diseño totalmente diferente al habitual en este tipo de cajita. Este es un ejemplo que demuestra que Suárez y González, que también crearon en 3D el sello para estampar en las bolsas de papel, cuidan hasta el mínimo detalle.
Fabricación
La marca apenas tiene pérdidas de stock porque fabrican casi todo bajo demanda y, de hecho, es posible grabar algunos de sus productos con el nombre, por ejemplo. El público que se interesa por estas joyas es muy variado, que era algo que las fundadoras de Suagongo querían promover y que constataron en una feria de diseñadores a la que asistieron en Madrid. "Los anillos, a través de la venta online, fueron los productos más adquiridos por mujeres. Desde el principio nos quisimos posicionar como una marca sin género y en la feria nos llevamos la sorpresa de que gustaron mucho a los hombres", explican estas emprendedoras.
Este mercado en la capital española se convirtió en el primer evento de este tipo al que asistieron Alba y Raquel, que quieren mantenerse activas en este tipo de celebraciones siempre y cuando el coronavirus lo permita. "Ojalá poder realizar pop-ups y presentar la marca de tú a tú", comentan las dos. El objetivo es acercar las joyas de Suagongo a los clientes para que puedan verlas, tocarlas, y comprobar como funciona la impresión en 3D mediante la cual son creadas.
"Algo que es un hándicap o que a la gente le cuesta, es el mundo del 3D. A mí me costó entenderlo al principio. Lo que más llamó la atención en la feria fue como modelamos e imprimimos en el momento los anillos, fue algo que le gustó mucho a la gente", explican las responsables de la marca. El objetivo de estas emprendedoras es disponer de espacios más similares a un taller que a una tienda para que los clientes puedan conocer de primera mano el proceso de fabricación.
El futuro de Suagongo
Las piezas son "neutrales" y gustan a personas de diferentes estilos y edades gracias a que cada detalle está cuidado. Los precios son "bastante asequibles" considerando las dificultades de producir en España y el perfil de los compradores suele ser el de personas a partir de 30 años. La marca, además, va más allá de la geometría más frecuente en el 3D y apuesta por formas más abstractas y orgánicas.
Esta decisión se verá reflejada también en la nueva colección que preparan para sacar a finales de mayo y en la que quieren hacer bolsos con un filamento flexible con plástico reciclado. Su trabajo depende de la evolución del 3D y de los nuevos materiales que se van presentando. "Hay una empresa en Vigo que se llama Filament2print que hizo un filamento con residuos de vieiras, mejillones, cerveza o café. Cada temporada aparecen cosas nuevas que nos encanta probar", explican las responsables de Suagongo.
Alba y Raquel comercializan sus productos en dos tiendas de Asturias, a las que les llevan varias muestras que reponen en una semana cuando lo necesitan. Está en sus planes ampliar los puntos físicos de venta a Galicia y ya han empezado a contactar con tiendas en las que creen que sus joyas pueden encajar porque defienden unos valores afines a Suagongo. Las ventas online están activas y pueden hacerse desde cualquier lugar de España e incluso a nivel internacional.