El turismo sostenible está en auge y Galicia se ha convertido en una opción única para organizar un viaje en el que el respeto por el medio ambiente y la cultura local jueguen un papel importante. Casas de turismo rural, el Camino de Santiago, rutas en bicicleta o a pie, las Illas Cíes, el Camiño dos Faros, parques naturales como las Fragas do Eume… Las gran cantidad de opciones existentes para conocer la comunidad gallega de forma sostenible la hacen (todavía más) atractiva para los visitantes, tanto nacionales como internacionales.
Los criterios objetivos para la certificación de la sostenibilidad en la actividad turística se reflejan en certificaciones como la Biosphere o en evaluaciones como las de la Red Internacional de Observatorios de Turismo Sostenible de la Organización Mundial del Turismo. Existen, además, certificaciones genéricas que se pueden aplicar al turismo, como la ISO 14000, y es que cada día más turistas buscan que sus destinos cumplan con alguno de estos requisitos con el objetivo de garantizar que su visita no altera los recursos del espacio visitado.
Compromiso con el territorio
La sostenibilidad, pues, es un valor añadido a las ofertas ya de por sí atractivas que existen en la comunidad y genera un retorno económico inmediato. "En Galicia, el turismo es una actividad comprometida con el territorio. En esa relación, las comunidades locales entienden la riqueza que genera la actividad, y para contar con esa complicidad la industria debe responder con su compromiso de sostenibilidad. Es así como se crea un sistema relacionado del que forman parte, además del turismo, la producción y el comercio local, la artesanía, la agricultura, el paisaje, la gastronomía… y, consecuentemente, las comunidades locales", explican fuentes del Clúster de Turismo de Galicia.
Los turistas no solo pueden disfrutar de increíbles paisajes y entornos naturales, sino también hospedarse en espacios de los que la sostenibilidad forma parte. Un ejemplo son las casas rurales repartidas por todo el territorio o las populares cabañas. Precisamente, el Complejo Turístico de Albeida (A Coruña) obtuvo un premio nacional de Arquitectura y Urbanismo gracias a su carácter sostenible.
Está claro que la comunidad gallega se ha convertido en un referente para las personas que no solo buscan relajarse y disfrutar de sus vacaciones sino también contribuir al desarrollo de la actividad local sin dañar el entorno pero, ¿qué ejemplos de turismo sostenible hay en Galicia?
Las rutas
El Camino de Santiago es una de las rutas más conocidas en todo el mundo y quienes la recorren lo hacen por motivos religiosos, deportivos o personales, entre otras razones. Existen diferentes variantes que llevan al peregrino hasta la capital gallega, siendo el Camino Francés el más transitado. El Año Santo Xacobeo que se celebra este 2021 y se extendió hasta el 2022 es una ocasión perfecta para iniciar la travesía y vivir una experiencia que no deja indiferente a nadie.
Galicia tiene una gran tradición marinera y la vida en la comunidad ha estado siempre ligada al agua y, por tanto, a los elementos vinculados a ésta. Un ejemplo son los faros: el único romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo es la Torre de Hércules y el más septentrional de la Península Ibérica es el de la Estaca de Bares. Estos elementos pueden conocerse más de cerca a través de diferentes rutas de senderismo como el Camiño dos Faros, que une Malpica con Fisterra por el borde del mar, y la ruta de los faros de Cabo Home, de poco más de ocho kilómetros en Cangas do Morrazo.
El agua
Galicia es rica en balnearios y fuentes termales, algunos públicos y otros privados. Son conocidas As Burgas de Ourense, las Termas de Prexigueiro o las Termas de Outariz, todas en la provincia ourensana. Pero no son los únicos enclaves en los que disfrutar de una jornada relajada en consonancia con lo natural: el Balneario de Mondariz, las Termas de Cuntis o el Balneario de la Toja son buenas opciones para aquellos que quieran distraerse de los problemas.
"El concepto de bienestar asociado al turismo termal y de salud se identifica también con el uso sostenible de los recursos naturales. Incluso el turismo más convencional y de playas se asocia en Galicia a la mayor concentración de España de banderas azules, que distingue, entre otros aspectos, la calidad medioambiental de los arenales", indican fuentes del Clúster de Turismo.
La comunidad tiene no solo playas óptimas para el baño (si estás dispuesto a meterte, en ocasiones, en agua helada), sino las más bonitas. El arenal de Rodas, por ejemplo, fue elegido por The Guardian como la más bella del mundo y la Praia das Catedrais está considerada como el monumento natural más importante de Galicia. Y más allá de las termas y las playas, Galicia esconde emplazamientos únicos en los que darse un baño, como las Pozas de Melón.
Los seis parques naturales de Galicia
Galicia tiene actualmente seis parques naturales declarados, según Turismo. Uno de los más conocidos son las Fragas do Eume, situadas en la provincia de A Coruña y consideradas como uno de los mejores ejemplos de bosque atlántico de toda Europa. O Invernadeiro pertenece al Concello de Vilariño de Conso (Ourense) y tiene varios observatorios de fauna, además de cascadas y bosques autóctonos.
La Baixa Limia-Serra do Xurés se hermana con el Gerês en cuanto rebasa la frontera portuguesa y juntos forman la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés. Este parque puede ser visitado siguiendo diversas rutas y esconde no solo un paisaje único sino sorpresas como el campamento romano Aquis Querquenis. La gran extensión de la Baixa Limia-Serra do Xurés contrasta con el Monte Aloia, el parque natural más pequeño de Galicia que, sin embargo, ofrece rutas de senderismo para todos los niveles y esconde un gran valor arqueológico.
Los otros dos parques naturales son la Serra da Enciña da Lastra, caracterizado por un clima de tipo mediterráneo y suelos calizos, y el Complexo Dunar de Corrubedo y Lagunas de Carregal e Vixán. Este último es el parque nacional más visitado de la comunidad y tiene cinco puntos principales de interés: el mar, la playa, las dunas, las lagunas y las marismas.
Otras visitas sostenibles imprescindibles
Las islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada forman el Parque Nacional das Illas Atlánticas, un paraíso situado en Pontevedra y A Coruña y ocupado en un 87% de su superficie por agua. Este espacio se caracteriza por su gran diversidad: más de 200 tipos de algas, numerosos peces y moluscos, aves marinas que viven en los acantilados y pescan en el mar, plantas adaptadas a diferentes medios… La visita a las Illas Atlánticas es obligatoria para los amantes de la naturaleza y para aquellos que quieran disfrutar de uno de los pocos destinos Starlight que hay en el mundo.
La sostenibilidad está presente en Galicia en multitud de destinos y son incontables las oportunidades que el turista tiene para disfrutar de un viaje inolvidable respetando el medio ambiente. La Serra do Courel es el primer geoparque gallego y esconde rutas preciosas como la que recorre la Devesa da Rogueira, mientras que Os Ancares contiene rincones dignos de una visita como O Piornedo, la solitaria Torre de Doncos y el Castillo de Doiras, entre otros muchos. Galicia es, además, un enclave único para el agroturismo y el turismo ornitológico, los amantes del vino no pueden perderse la Ribeira Sacra y la gastronomía de esta comunidad conquista paladares en cualquiera de sus recovecos.
El turismo sostenible ha venido para quedarse y en el Clúster de Turismo de Galicia lo tienen claro: "Es el único turismo posible, en el presente y en el futuro". La entidad defiende que la sostenibilidad, junto con la transformación digital y la seguridad desde el punto de vista de la salud, son los principales empeños para el desarrollo estratégico. "El turismo sostenible como, en general, el desarrollos sostenible, es una obligación esencial y profunda, una responsabilidad de nuestra generación y de las generaciones venideras", concluye el Clúster.