Desde abril de 2021, el mercado de las velas en Galicia ha sufrido toda una renovación gracias a la aparición el pasado abril de la marca Gali-Aromas, de la mano de la americana de padre gallego, Regina Ramudo y su marido Josué. Uno de los puntos fuertes de las velas que elaboran artesanalmente en su obrador de Betanzos (A Coruña) son las llamativas presentaciones, en forma de dulces e incluso de apetecibles cafés.
La pareja se mudó a la comunidad en 2018 para cuidar del padre de ella y consideran la marca como su "propio homenaje a Galicia". Está basada en la sostenibilidad y el medio ambiente y las velas están hechas a base de cera de soja 100% natural, las mechas son de madera y algodón y los aceites están libres de tóxicos. Esta marca pasó de ser un proyecto remoto en la mente de Ramudo a una realidad debido a su gran pasión por las velas "y todo lo que huele bien".
"Muchas veces iba a tiendas y no encontraba lo que buscaba, entonces me puse a investigar, hacer y crear hasta que surgió la primera vela y decidí ofrecer a más gente este producto ecológico", explica, a la vez que añade que para el aspecto exterior de las velas apostó por un "toque elegante pero a la vez minimalista y todos los envases son reciclados".
Reciclaje de botellas y velas según la estación
Los envases de las velas de Gali-Aromas son totalmente reutilizables, ya que están elaborados a base de botellas de vino que les donan varios restaurantes de Betanzos. Una de las velas más especiales, según su creadores, es la que está inspirada en café de mocca. "Cuando la ves tiene apariencia y olor a café pero realmente es una vela. Tiene dos olores: primero la nata montada que va en la parte superior y luego el café, es como el aroma que impregna los locales cuando está recién hecho", afirma.
En otoño pusieron a la venta una vela de castaña asada, porque les recordaba a "cuando vas por la calle y te encuentras al castañero y sientes ese aroma", explican, sobre lo que matizan que "qué mejor que darle la bienvenida a esta estación con velas así". En el verano tuvieron una vela en forma de vieira que olía a mar.
"Tratamos de inspirarnos en cosas relacionadas con Galicia y en las velas utilizamos flores frescas porque trabajamos con una mujer que tiene su cultivo propio", cuenta Ramudo. Entre las últimas y originales creaciones de la marca, se encuentra la vela "Dulces sueños", inspirada y con apariencia exterior de postre. "Me recuerda a mi infancia con dos aromas: vainilla y abajo pomelo rosa con azúcar. Cierro los ojos y me transporto a mi niñez", reconoce la americana.
Clientes internacionales y duración de hasta 30 horas
Las velas de Gali-Aromas han traspasado fronteras y las han comprado clientes de la comunidad, pero también de países europeos como Francia, Bélgica y hasta de Estados Unidos. Estas Navidades han tenido éxito las velas con esta temática y en general las de este tipo y las demás que forman parte del catálogo oscilan desde los 7 hasta los 20 euros, según se prefiera algo sencillo o "más estético y elegante", aclaran los responsables de la marca.
"Tenemos una vela de ámbar de 120 ml que dura entre 25 y 30 horas. Esto es debido a que al ser la soja un producto natural las hace más duraderas", detallan. De momento, las velas disponibles están a la venta en su web y redes sociales, pero reconocen que en el futuro les gustaría tener una tienda. El proyecto ha supuesto un cambio de rumbo vital para la pareja, ya que Ramudo en Estados Unidos ejercía de contable y su marido era gerente de un banco.
De cara a la primavera ya están haciendo todos los esfuerzos para sacar nuevas tendencias y aromas, a la vez que se están dando a conocer en mercadillos efímeros como el que recientemente ha tenido lugar durante varias semanas en la plaza de Galicia de A Coruña, el En Petit Comité Pop up. "No es lo mismo probar las velas en persona que online y sobre todo acudimos a estos eventos para que la gente se acerque a ver lo que hacemos", expresan orgullosos.