Ninguno de los móviles de El taller muy Secreto puede replicarse de forma exacta porque los elementos que los componen, aunque similares, van a ser siempre distintos. Palos recogidos en diferentes playas gallegas y elementos vinculados al mar como ballenas, sirenas o barcos elaborados con materiales reciclados forman parte de estos productos personalizados desde A Coruña.
El Taller muy secreto nació hace unos siete años por iniciativa de dos hermanas. María era aficionada a la elaboración de muñecos de tela y después de que Blanca, diseñadora de moda, se quedase sin trabajo, la animó a que se uniese a este proyecto y crearon un taller en la casa de la primera. Ahora es Blanca la que está más centrada en el proyecto y el taller, aunque sigue siendo secreto, ha cambiado de localización.
Móviles mecidos por el mar
Los palos que forman parte de los móviles de estas dos hermanas son únicos e irrepetibles. El mar los devuelve a tierra tras mecerlos, y ellas aprovechan la ocasión para transformarlos en sostén de hermosas gaviotas o ballenas. "Casi todos son de playas de Costa da Morte. No todas las playas tienen mucha cantidad de palos, pero a cualquiera de las que vamos, aunque vayamos a tomar el sol, los recogemos", explica Blanca Santos. El material, además, no se somete a ningún tipo de tratamiento más allá de un lavado con agua dulce para retirar la suciedad y de un cepillado para retirarle la arena antes de su secado.
La procedencia de los palos está siempre indicada en la tarjeta que acompaña a cada uno de los móviles. "Hay gente que ha comprado un móvil por la playa de la que procedía el palo", explica la responsable de El taller muy secreto en referencia al valor sentimental que pueden tener estos objetos para algunos ciudadanos.
"Es un homenaje al mar, una forma de juntar algo que te trae el mar y que forma parte de la naturaleza aunque ya esté muerto, con algo que le dé una vida. Todos los móviles que hacemos tienen que ver con el mar: gaviotas, peces, ballenas, medusas, delfines, barcos…", enumera Santos. El agua salada reflejada en esta segunda vida de los palos, que a veces son trozos de madera pintada que "suponemos que son de una lancha o una puerta".
Las figuras que cuelgan de estos palos con aroma a mar están elaboradas con tela, que les permite hacer no solo objetos vinculados al océano sino también muñecas. "Nos mandan una foto en la que se vea bien la cara y el pelo, nos dicen la ropa que quieren que lleve y hacemos una muñeca que represente a la persona. Bordamos la cara y el pelo lo hacemos con hilo de lana", explica Santos.
La personalización de los elementos van más allá de las muñecas, y los ciudadanos pueden encargar en El taller secreto el color de la ballena u otro tipo de animales como zorros, erizos o conejos. "Si me piden algo que no sé hacer, lo digo", explica la responsable de esta iniciativa.
Las gaviotas y el material reciclado
Las gaviotas son las grandes estrellas en El taller muy secreto y los móviles pueden llevar desde una hasta diez o doce. "Le gustan a todo tipo de personas, para regalar desde a un recién nacido hasta a gente mayor", explica Santos. Y es que la versatilidad de estos elementos los hace perfectos para decorar un salón o divertir a los más pequeños de la casa.
Otra de las características que hace únicos a los productos de El taller muy secreto es que están elaborados, en muchas ocasiones, con materiales reciclados. Así, además de los palos que el mar arrastra hasta las playas, Santos hace las redes de las embarcaciones con las bolsas en las que suelen comprarse los mejillones, los pantalones vaqueros se convierten en la ropa de los muñecos y las camisas o las faldas, en las velas de los barcos.
"La gente nos regala cintas de raso, botones… Buscamos la manera de adaptar lo que nos dan. A veces es imposible y tienes que comprar las telas, pero intentamos aprovechar", explica Santos. Todo ese material que en ocasiones se tira o que ya no sirve para su cometido inicial se transforma en las manos de esta artesana, que lo convierte en objetos únicos.
Las compras a El taller muy secreto pueden hacerse a través de Instagram o Facebook, aunque Santos también recibe encargos de personas que ya conocen su trabajo por el boca a boca. La coruñesa, una vez realizado el móvil o la muñeca, hace un envío postal.