La creatividad es un eje central en la vida de María Casero Vaamonde, fundadora de Vintage Caprice en A Coruña e impulsora de una innovadora propuesta que busca llevar el calor de la luz limpia a los hogares a través de lámparas elaboradas con materiales reciclados. Y es que Lume’n nació con el objetivo de darle segunda vida a residuos como madera, mármol o latas a través de un proceso artesanal del que surgen lámparas autosuficientes equipadas con una placa solar.
"Ya tenía esta idea antes. El mundo tiene recursos limitados y nos grita para que empecemos a funcionar de otro modo, pero mucha gente no puede acceder a una vivienda sostenible", explica Casero. Una situación a la que ella ha decidido aportar su grano de arena a través de lámparas autosuficientes hechas con materiales reciclados a excepción de la parte de alimentación eléctrica: "Producimos una cantidad de residuos indecente y muchos no se pueden reciclar".
Esta emprendedora echa de menos que haya más posibilidades de iluminación interior con energías limpias. "Con una pequeña placa solar que mide el doble de mi mano colocada por la parte de dentro en la ventana durante unas horas de luz, ni siquiera le hace falta la luz del sol directa, puedes alimentar hasta 20 bombillas durante 24 horas", explica esta pontevedresa afincada en A Coruña.
Latas, madera y mármol
La marca gallega Café Candelas colabora de forma habitual con María Casero, que usa sus latas para crear lámparas únicas en dos tamaños diferentes. "Intento que la economía sea siempre circular: que todo lo que hago, el material que necesito o la gente con la que colaboro, sea de aquí", explica la artesana, que concreta que cinco negocios le proveen unas 20 latas de acero y aluminio a la semana: Hornos Lamastelle, Cafetería Vida, O’Barullo, Café Arpa y la Cafetería Kos.
Los mármoles, un material con una "vida larguísima", son de cercanía y proceden de la marmolería Piedralisa, ubicada en A Coruña. "Si a eso le añades que estamos cogiendo material que se iba a desperdiciar… Hay muchos trozos grandes que a lo mejor no sirven para una cocina, pero sí para esto", concreta la responsable del proyecto.
"Las maderas se recogen del monte, no se cortan árboles para hacer las lámparas. Se aprovechan ramas de poda y estoy intentando traer unas cepas de la poda de Shardoné, en Francia", explica Casero. Unos materiales que pasarán a iluminar el hogar de los clientes de esta emprendedora que proyecta sus productos de dos formas: primero diseña y después busca el material o, tras encontrar el material, la inspiración la lleva a elaborar una lámpara en concreto.
La Lume’n de mármol, por ejemplo, surgió a raíz de una idea de Casero para que aprovechase la luz de una forma determinada. "No es una chimenea, pero cuando la tienes en el salón da sensación de calidez por la forma en la que proyecta las sombras. Es una luz limpia, muy acogedora", indica la pontevedresa.
Las tulipas se realizan también de forma artesanal: el metal se suelda para crear la estructura y luego se cubre con tejido. Los clientes de Lume’n pueden personalizar las lámparas eligiendo un color o motivo diferente, creando diseños únicos de mármol, madera o metal, aunque la base de este último no puede variarse. Casero indica que los pedidos personalizados pueden hacerse con unos 15 días de antelación y añade que intenta tener siempre algún modelo en stock.
El fuego y la luz
Varias tiendas de decoración se han interesado ya por estos productos y, en función de la demanda, la fundadora de la firma estudia cómo trabajar con ellas. Las lámparas, además, están expuestas en la tienda física de Vintage Caprice (Wenceslao Fernández Flórez, nº 7, A Coruña), matriz de Lume’n. "Hay muchos más modelos en mente, pero de momento hay que producir estos de una forma seria y estudiando el mercado", explica Casero, que combinará este nuevo proyecto con Vintage Caprice y realiza envíos a toda Europa.
Esta iniciativa surgió de forma natural para su impulsora. "La iluminación siempre me ha gustado mucho. Las lámparas era el modo más fácil de ir introduciendo en los hogares algo que funcionara con luz solar para aquellos que no podemos acceder a una vivienda sostenible. Me pareció sencillo que nuestras lámparas, en casa, no sean de consumo convencional", explica esta emprendedora.
Lume’n hace referencia a "fuego" en gallego: "El fuego era la luz y el calor por excelencia de los hogares gallegos. Casi todos los abuelos y bisabuelos tenían una lareira en casa". Un nombre de marca que va con apóstrofe porque hace referencia a un segundo término, según explica Casero: "Lumen es la medida universal de un foco de luz". Y ahora ella, con esta innovadora propuesta, busca iluminar las viviendas, llevándoles el calor que sostiene el hogar y el planeta.