Alejandra Gómez Rodríguez dio hace unos años un vuelco a su vida dejando atrás un trabajo estable para estar en contacto con la naturaleza y formarse en aromaterapia. Tiempo después, ya de regreso en Galicia, esta ferrolana creó Meigas Esenciales, un proyecto a través del que imparte talleres de limpieza verde del hogar, cosmética natural y aromaterapia y promueve hábitos saludables para huir de los tóxicos presentes en el día a día de cada persona.
Meigas Esenciales tiene su sede en un bosque de Vilarmaior (A Coruña) y se llama así en homenaje a los orígenes de su creadora. "Tenía una bisabuela que no conocí que era curandera y desde pequeñita, mi abuela, que era su hija, me decía que siempre fui muy diferente. Me llamaba la oveja negra de la familia y yo ahora sé que soy la oveja verde. Siempre me gustó la soledad, la naturaleza", explica Gómez.
Esto, unido a la creencia de que las brujas son malas, motivó a la responsable de la marca a llamarle de esa forma. "Las brujas eran poderosas, curaban con la naturaleza y tenían mucha sabiduría que se está perdiendo. Quería poner una palabra buena en referencia a las meigas: son esenciales", indica la impulsora de esta marca, que destaca la importancia de echar la vista atrás y no perder todo el conocimiento legado.
Un cambio de estilo de vida
Gómez, que es óptico de formación, dio un vuelco a su vida hace años para huir de una sensación de estar atrapada en el mismo día una y otra vez. "Estaba en Bilbao, tenía un buen trabajo, la empresa me pagaba el piso… Hicieron un ERTE y me querían mandar de directora a una tienda en Donostia. Y me dije ‘todo lo que llevo pensando hacer estos años, lo voy a hacer’. Dejé el trabajo, me compré una furgoneta y me fue a vivir en ella, a trabajar en el campo, a estar en ecoaldeas, a estudiar sobre las plantas…", enumera la gallega.
La responsable de Meigas Esenciales vivó durante un tiempo en contacto con la naturaleza y cuando estaba a punto de irse a Argentina a estudiar permacultura, disciplina que enseña cómo "vivir de la tierra" entendiendo la simbiosis entre la naturaleza y el cuerpo, descubrió que estaba embarazada. "Me habían dicho que no podía ser mamá y me enteré cuando estaba de seis meses. Todo se paró", explica Gómez, que dejó a un lado la furgoneta y comenzó a buscar un trabajo estable.
Un cambio de vida que la llevó también a estudiar un máster de herbodietética, fitoterapia y naturopatía en Cataluña, desde donde regresó a Galicia. "Con el cambio tan grande para las dos, de volver a vivir en casa de mis padres en Ferrol, a mi hija le apareció una enfermedad en la piel que se llama molusco", señala Gómez, que explica que a raíz de esto contactó con una naturópata de Betanzos que le preparó un ungüento a base de aceites esenciales que funcionó.
"Ahí empecé a investigar sobre el mundo de los aceites esenciales y entré en doTerra, que es la empresa con la que trabajo ahora", indica la ferrolana, que critica la falta de regularización sobre los productos 100% naturales. Precisamente, Gómez da charlas de aromaterapia para explicar qué son los aceites esenciales y su correcto uso, así como la importancia de eliminar los tóxicos del hogar y de las rutinas diarias.
La importancia de eliminar los tóxicos del día a día
"Yo hago todos los productos de limpieza y de aseo personal. Los champús etc tienen disruptores endocrinos y son muy malos para las vías respiratorias. Mi pareja tenía un montón de alergias, asma, eccemas… y desde que hicimos el cambio ya no tiene que usar antihistamínicos", ejemplifica la responsable de estos talleres de limpieza verde del hogar, cosmética natural y aromaterapia.
Y es que según señala Gómez, todos los cosméticos que usamos en el día a día tienen "un uso" interno. "Todo lo que hueles es un uso interno. El olfato está conectado con el sistema límbico, que es el encargado de las emociones, y a través de las vías respiratorias llega a los pulmones y al torrente sanguíneo, y de ahí acaba en el cuerpo. Tanto lo que ponemos en la piel, como lo que olemos o ingerimos, es un uso interno", explica la impulsora de Meigas Esenciales.
Respecto a la importancia de evitar los productos con tóxicos, Gómez señala que una de sus hijas pasó de tener piel atópica a desaparecer por completo este problema cuando dejó de usar suavizantes o detergentes para la ropa con fragancias sintéticas que les daban olor o las cremas del pañal de los bebés, por ejemplo. "Mis hijas nunca han tenido que tomar un antibiótico (que significa en contra de la vida, buena y mala) ni ningún fármaco sintético gracias a llevar un estilo de vida saludable", añade la responsable de la firma.
"Hay que entender la salud a nivel global, a nivel holístico", indica Gómez, que añade: "Si estoy comiendo fatal, si tengo la casa llena de una carga tóxica muy grande y estoy usando cada día una pequeña carga de tóxicos en mi cuerpo, no va a haber un aceite que me cure. Tienes que tener un estilo de vida saludable".
Los talleres tienen un coste dentro del que va incluida la elaboración de los productos que la impulsora de Meigas Esenciales enseña a hacer. "Hago talleres de perfume natural, bálsamo labial y jabón. Les cobro 20 euros, aprenden a hacerlo y luego les digo donde comprar las materias primas de calidad para que lo hagan en casa", explica Gómez.
10 aceites esenciales para comenzar
Gómez vende algunos de los productos que realiza en ferias de artesanía. Los roll-on con aceites esenciales, perfumes sólidos o líquidos, jabones y algunas cremas hechas con hipérico o caléndula son algunos de los artículos que comercializa la ferrolana, que indica que todavía hay mucho desconocimiento sobre la aplicabilidad de los aceites esenciales puros. Así, lo que más vende en los mercados son los perfumes sólidos, el bálsamo labial y una crema para eccemas hecha con aceite de lavanda e hipérico recogido en San Juan.
Algo a lo que suma los productos de doTerra. "Hago talleres o asesorías y luego les consigo a mis clientas el botiquín de doTerra, que tiene sede en Estados Unidos pero va al lugar de origen de cada planta: los cítricos de Sicilia, el árbol de té de Australia o la copaiba de Brasil. Y siempre con pequeños campesinos", explica la responsable de la firma.
Sus clientas pueden empezar así a experimentar con un botiquín de 10 aceites entre los que pueden encontrarse soluciones para los "problemas de día a día": digestivos, respiratorios, alergias, dolores, potenciar el sistema inmune… Estos son los aceites con los que la fundadora de Meigas Esenciales recomienda a los ciudadanos que comiencen aprender sobre aromaterapia.
Unos aceites que Gómez les enseña a usar correctamente. "Hay que tener mucho cuidado, el porcentaje de dilución depende de la edad, del estado de salud de la persona, algunos interactúan con medicamentos… Si por ejemplo coges una menta piperita, el aceite es 70 veces más potente", indica la impulsora de Meigas Esenciales, que destaca que los problemas que le traslada la gente han variado.
La creadora de la marca explica a este respecto que aunque todavía hay muchísimas enfermedades respiratorias como alergias o asmas, tras la pandemia han aumentado la ansiedad y la depresión y las clientas de Gómez también le trasladan que necesitan energía. Y con energía precisamente es como esta ferrolana que dio un vuelco a su vida hace años afronta ahora su día a día, lejos de tóxicos y apostando por una vida lo más próxima a la Naturaleza que puede.