Paula Rodríguez es la cabeza y el corazón de Carmelo Cotton. Esta joven de A Coruña creó esta marca gallega justo antes de la pandemia y a través de ella da una segunda vida a prendas que transforma en corsés únicos, promoviendo las compras "con conciencia" al mismo tiempo que mantiene una intensa actividad en redes sociales.
Carmelo Cotton nació, como nacen tantos proyectos, por casualidad en 2019, cuando Paula Rodríguez acababa de terminar sus estudios de fotografía y trabajaba en una tienda de ropa. "En mi familia la costura siempre ha estado muy presente, porque tanto mi madre como mis tías trabajaron en el mundo de la costura durante muchos años, y mi pareja tenía una tienda de moda vintage", explica esta emprendedora.
Unas circunstancias a las que se sumó su descubrimiento del upcycling, una técnica que consiste en transformar prendas de ropa o restos de textil en nuevos artículos. "Me llamó la atención como, de esa forma, podíamos darle una nueva oportunidad a las prendas que mi pareja no conseguía vender porque tenían taras, por ejemplo", indica Rodríguez.
La máquina de coser de su madre le sirvió para hacer las primeras pruebas y poco a poco el proyecto fue creciendo hasta lo que es hoy en día. Y es que Paula Rodríguez estuvo trabajando sola hasta el año pasado, cuando el impulso de las redes sociales y varios vídeos virales en Instagram y TikTok le permitió aumentar su negocio, ampliando el equipo y mudándose a una nave.
¿Y por qué ese nombre? "Es por un juego al que jugaba cuando era pequeña en el que salía este juego de palabras. Cuando empiezas un proyecto siempre haces una lista de nombres y a lo mejor dices algo de broma y, entre broma y broma… Se acabó quedando Carmelo Cotton. Creo que tiene personalidad y la gente se acuerda de él", explica Rodríguez.
Selección y transformación de prendas
La joven y su pareja seleccionan las prendas a las que van a dar una segunda vida una a una. "En el momento en el que las estamos seleccionando, visualizamos lo que vamos a hacer con ellas", explica Rodríguez, que concreta que adquieren la ropa a varios proveedores asegurándose de que la van a aprovechar al máximo.
Los corsés son el producto estrella de Carmelo Cotton, que hasta ahora también hacía upcycling de polos o sudaderas crop. "Intentamos adaptarnos a las tendencias actuales con la ropa vintage, no dejándola tal cual sino dándole un toque especial", indica Rodríguez, que señala que acaban de sacar una colección propia que producen ellos mismos.
Precisamente, es la propia creadora de la marca la que diseña cada uno de los artículos que comercializa. "Es un reto. Podemos hacer un corsé a partir de un polo, que es algo sencillo, pero a lo mejor tenemos que aprovechar una chaqueta que tiene un montón de manchas y hay que hacer un patrón específico para la prenda porque es casi imposible salvarla", explica Paula Rodríguez.
Carmelo Cotton, que ha establecido su taller en Betanzos, tiene un corsé personalizado que elabora con telas locales. "Hay un personalizador en la web para que cada cliente pueda escoger los colores y la forma, lo hacemos a medida", explica Rodríguez, de 24 años, sobre esta manera de ofrecer un producto único.
Y es que Paula Rodríguez defiende la "moda lenta", que promueve la creación y uso consciente de las prendas. "Estamos intentando cambiar la forma de ver la moda, haciendo prendas más especiales que llevan más trabajo para que la gente pueda valorar ese trabajo y evitar las compras impulsivas", indica la responsable de la firma sobre su apuesta por artículos duraderos.
El impulso de las redes sociales
La variedad y la originalidad son dos de los puntos fuertes de esta firma que triunfa sobre todo entre las jóvenes de entre 18 y 30 años que visten con un estilo más urbano. Y es que esta marca transmite frescura no solo en sus productos y en su cuidado packaging, sino también a la hora de transmitir los valores con los que fue creada a través de las redes sociales.
La firma gallega, de hecho, tiene un gran éxito en Instagram (223.000 seguidores) y TikTok (147.000 seguidores y 2,7 millones de me gusta). "Creo que empezamos a tener el boom porque nos mostramos muy cercanos, le enseñamos a la gente lo que hay detrás de la tienda. Puede ser incluso inspirador ver que esto se puede hacer", indica Rodríguez, que se encarga personalmente del contenido.
Selección, diseño y elaboración de prendas, gestión de redes sociales… Paula Rodríguez está detrás del gran trabajo que hay detrás del éxito de esta marca. "Nosotros veníamos de un momento muy complicado, en el que estábamos a punto de cerrar la tienda, cuando esto pasó", indica la joven sobre el cambio que supuso para ella y su pareja el boom en redes, que los ha llevado a vender sus artículos no solo a nivel nacional sino también en otros países de Europa.