Francisco Javier García Fernández, Nené, da una segunda vida a materiales y piezas para crear joyas únicas. Con una gran trayectoria en el mundo de la joyería, este artesano afincado en Santiago de Compostela deja volar su imaginación para crear cada uno de los complementos de su marca.

El latón y el aluminio reciclado son dos de los grandes aliados de Nené, que usa el acero quirúrgico para los ganchos y cualquier otro elemento para la joya en sí. Un proyecto personal que se refleja ya desde el nombre de la marca: Nené Son, dos apodos cariñosos con los que llamaban a Javier.

Una de las joyas de Nené Son. @nene_son_

Nené siempre ha demostrado un gusto especial por la artesanía. El responsable de esta marca de joyería explica que ya desde pequeño le gustaban las manualidades y que tenía su propia caja de costura, que usaba para hacer muñecos, al mismo tiempo que disfrutaba del dibujo.

"Siempre me llamó la atención poder reutilizar cosas. De pequeños nos hacíamos nuestros propios juguetes, con unas tablas y ruedas hacíamos nuestros monopatines", recuerda con cariño Nené, que añade: "Siempre les veía muchas posibilidades a las cosas".

Pendientes de Nené Son. @nene_son_

La alta joyería centró parte de su trayectoria profesional en A Coruña, antes de dedicarse a la joyería tradicional en Santiago de Compostela. "Recuperaba por fotos pendientes y sapos antiguos", explica este joyero que poco a poco ha ido derivando su actividad hasta el reciclaje.

La segunda vida de los materiales

Las posibilidades que ofrecen los metales no nobles conquistaron a este profesional que recorre las ferias de antigüedades y rastros para localizar las piezas que usa en sus creaciones. Partes de collares, piedras que ya no se hacen, abalorios... Todos ellos encuentran una segunda vida en las manos de Nené.

Unos pendientes de Nené Son. @nene_son_

Y es que este artesano ve la belleza en cualquier objeto, desde plásticos, latón, nácar o piedras hasta desechos varios, transformándolos en el complemento perfecto. Un cambio que realiza siguiendo su instinto, ya que no se inspira en ningún elemento en particular más allá de las ideas que le regala su creatividad. 

"Al haber trabajado en alta joyería y en joyería artesanal, veo que lo que me sale de dentro son cosas que tiene un matiz gallego, tradicional, con una versión alternativa. De hecho, hay gente que me lo dice: el otro día hice unos aros con cremalleras y me dijeron que era muy gallego", señala Nené.

El mar es otro de los referentes de este artesano que refleja, en cierto modo, las ballenas o los caballitos en sus creaciones. "También tengo una figura, un muñequito característico que me define mucho que hago en diferentes posiciones. Mis amigos me ven identificado en muchas de las posturas", explica el joyero.

Estos muñecos están hechos de latón o aluminio y son totalmente diferentes: los hay que tienen un pájaro en la cabeza, otros una maceta en un hombro y otros que miran a un lado, por ejemplo. Una figura que, en todo caso, puede sugerir un estado de ánimo o ser algo estrictamente estético.

Uno de los trabajos de Nené Son. @nene_son_

Todas las piedras de Nené Son son exclusivas y están hechas por este amante de la artesanía en su taller de Santiago de Compostela. Las joyas y figuras del artesano se pueden adquirir en mercados y algunas tiendas, luciendo un producto único que demuestra que el reciclaje puede ser el mejor complemento.