El aceite que mueve un coche puede convertirse en un lubricante o en un combustible 'eco'. Es una afirmación que puede sorprender, pero, si es sometido a los procesos necesarios, el aceite de uso industrial puede tener una segunda vida. 

A Coruña es la provincia gallega que más toneladas de aceite industrial recicló en 2023. En la comunidad se recuperaron 9.370 toneladas y un 42% provenían de algún municipio coruñés, según el Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados (SIGAUS). 

La mayoría de toneladas se recuperaron en talleres de reparación de vehículos. El resto se recogieron en otros muchos sectores como el transporte, energía, construcción, agricultura, hostelería y servicios públicos. 

En la provincia se realizaron 4.869 recogidas en 91 concellos. Esto es un sólido 41,14% de Galicia. Además, sorprende que, de estas, el 27% se hicieron en zonas del medio rural. 

En Galicia, el medio rural es relevante porque la dispersión poblacional forma parte del ADN gallego. Y es que durante el pasado año, el 71% de los municipios gallegos en los que se efectuaron recogidas fueron rurales.

El aceite recuperado puede ser muy beneficioso para el medioambiente, ya que puede usarse para fabricar otros productos y reducir la contaminación. Sin embargo, si no se procesa de forma adecuada, también puede resultar letal para en entornos hídricos y de gran valor ambiental.

"Se estima que el vertido de un litro de aceite usado puede contaminar un millón de litros de agua, y puede perdurar durante 15 o 20 años, impidiendo su oxigenación y dañando los ecosistemas acuáticos", señalan desde SIGAUS. En A Coruña, por ejemplo, en 2023 se recuperó aceite industrial de 242 espacios protegidos y de 84 recursos hídricos. 

El Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados garantiza la recogida de cualquier aceite de automoción de forma totalmente gratuita. El proceso es de lo más sencillo: buscar el gestor de aceite más próximo al lugar de residencia en el directorio de SIGAUS y llamarle.