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Su pasión por la peluquería le viene de familia. Adrián Mallo siguió la estela de su padre y su abuelo, ambos barberos, y desde muy jovencito empezó a manejar con soltura las tijeras y los tintes. Con tan solo 17 años empezó a estudiar peluquería; y ahora, diez años después, acaba de inaugurar un centro especializado en corte que lleva su nombre, Adrián Mallo Hair Studio.

Este nuevo centro de la calle Padre Feijóo, donde asesoran sobre cuál es el corte de pelo más favorecedor para cada persona, supone solo un paso más en la trayectoria de este joven coruñés que hace 3 años abría su primer hair studio en la Calle de los Olmos, en el Almacén Concept Store, donde atendía al público con cortes y colores, asesoraba y creaba contenido audiovisual para darse a conocer.

“Estoy aquí gracias a un móvil y a la red social Instagram”, comenta Adrián, que impulsó su negocio a través del cuidado digital de su hair studio, creando contenido de calidad, dando feedback a sus seguidores,

comunicándose con claridad.

Pocos meses después de la apertura, comenzó a formar a sus primeros alumnos, viajó por Galicia para formar a gente de otras ciudades, emprendió una plataforma de formación online, creó cursos intensivos… incluso organizó una batalla de barberos en el Hotel Zenit, en el que se juntaron más de 200 personas de toda España para llevar a cabo un campeonato con votación a través de Instagram: cada vez que un concursante acababa su trabajo, un fotógrafo subía las imágenes a Stories y el público votaba. Hubo cerca de 19.000 votaciones por foto. Fue algo completamente innovador.

No hace falta cruzar muchas palabras con Adrián para darse cuenta que es un apasionado de su trabajo. El hair studio que él regenta junto con sus dos compañeros, Carlos Xiri y Daniel Gape, en la calle Padre Feijoo, está

especializado en cortes unisex. Pero también están abierto a propuestas más innovadoras: trabajan muchos colores fantasía, blancos, grises, rojos…

Estudio del rostro

No hay apenas centros especializados en corte, hay centros que cortan el pelo, pero no se centran en la persona en sí. Adrián Mallo Hair Studio abre sus puertas a todo tipo de personas, de gustos, de formas de vida… Respetan la imagen de cada uno, sea cual sea, siguiendo una línea de inclusión y diversidad.

Y es que Adrián quiere educar a la población para intentar que se dejen de asociar los cortes a ciertos roles. Quiere romper tabús, y por eso tienen una forma de trabajar poco genérica: hacen un análisis craneal, se centran en el visagismo, asesoran a los clientes según su estilo de vida y empatizan con ellos.

En definitiva, quieren que los clientes salgan de allí con un corte con el que se sientan cómodos, reflejados, felices. “Cada cliente es un proyecto”, dice. Su servicio estrella es el target, cuya duración es de una hora de asesoramiento y corte.

En cuanto a las tarifas, Adrián recalca que trabaja con precios dignos, precios que son muestra de la calidad de sus trabajo y del tiempo que dedica con cada cliente para lograr un resultado perfecto. “No son precios altos ni bajos, son precios respetables”, afirma.

Este nuevo estudio de Adrián Mallo no es el único, pues también dispone de un centro de formación. Si estás interesado en sumarte a esta rejuvenecida visión de la peluquería sobre la que basa su trabajo este peluquero coruñés, debes saber que las plazas están abiertas para cursos intensivos de corte, colorimetría y recogidos. Un apunte: para más información contactar con Adrián a través de

https://www.instagram.com/adrianmallo_amhs/