Mercado de Abastos, en Santiago.

Mercado de Abastos, en Santiago.

Comercio

Curiosidades del Mercado de Abastos de Santiago de Compostela que tal vez no sabías

El mercado se levantó sobre el castro de Libredón. Actualmente es el segundo centro neurálgico de la ciudad y aumenta cada vez más la oferta de tiendas y locales de restauración

29 abril, 2024 05:00

Si ustedes conocen y han estado en el Mercado de Abastos de Santiago de Compostela habrán tenido la sensación de estar en algo que pertenecía a ese lugar, que pareciera ser parte de él desde el nacimiento de la ciudad. Pero lejos de que esto sea así, lo cierto es que estamos ante un edificio repleto de curiosidades que merece la pena destacar. 

El mercado que hoy visitamos abrió sus puertas en el año 1941 y como comprobaremos sigue siendo uno de los puntos con más vida en Compostela, convirtiéndose en una atracción para los vecinos y turistas. Estas son algunos de los datos más curiosos del Mercado de Abastos:

El suelo donde se levantó

Iglesia San Fiz de Solovio.

Iglesia San Fiz de Solovio.

El mercado se edificó sobre el castro de Libredón, donde más tarde se asentó la parroquia de San Fiz de Solovio, la más antigua de Santiago de Compostela. A mediados del siglo XIX se empiezan a llevar a cabo una serie de reformas e intervenciones urbanas como la pavimentación, cuya intención era la de modernizar a la ciudad. El mercado que se iba a levantar nacía con esa idea y se creía que ayudaría a modernizar Santiago. 

Por aquel entonces la parcela estaba ocupada por el Pazo de los Condes Altamira quienes dejarán paso y espacio a una serie de pabellones destinados al mercado. 

Algunas vendedoras de frutas y hortalizas en el mercado.

Algunas vendedoras de frutas y hortalizas en el mercado.

Pero todo arranca de una forma discreta y menuda con lo que se conocía con el nombre de Mercado de la Ciudad, una construcción sencilla proyectada por Agustín Gómez Santamaría y que fue utilizada durante casi siete décadas pese a que las reformas y carencias eran habituales y numerosas. Por ello se pensó durante todos esos años en la forma más adecuada de resolver los problemas de vendedores y clientes y en los años 20 del siglo XX el ayuntamiento encargará a Jenaro de la Fuente (1891-1963) y Constantino Candeira (1892-1962) un proyecto para un nuevo mercado. Pero la Guerra Civil truncó los planes y finalmente se encargó el proyecto al arquitecto Joaquín Vaquero Palacios. 

Lo que otros han dicho de Abastos y la literatura sobre él

Ilustración libro ‘Plaza de Santiago’, de Joaquín Dorao. Fuente: Joaquín Dorao.com

Ilustración libro ‘Plaza de Santiago’, de Joaquín Dorao. Fuente: Joaquín Dorao.com

El Mercado de Abastos ha sido objeto de análisis por parte de afamados arquitectos como el reconocido Aldo Rossi arquitecto y diseñador italiano considerado como uno de los principales exponentes del movimiento posmoderno. Tras su visita al edificio de Vaquero Palacios, afirmó que el mercado era una lección de arquitectura viva y un compromiso con la realidad.

Pero lejos de ser solo fuente de conversación entre arquitectos, el Mercado de Abastos es y ha sido musa para ilustradores y fotógrafos. Rafa Pasadas publicó Mercado en 2019, recogiendo así diez años de fotografías que son testimonio de la vida en el mercado y las historias que allí se vivían. Por su parte, Joaquín Dorado publicó  Plaza de Santiago en El Patito Editorial, mostrando su cuaderno de viajes y dibujos de acuarelas en donde podemos apreciar diferentes puestos y productos del mercado. 

Hostelería a pie de mercado

Terraza de Abastos 2.0

Terraza de Abastos 2.0

Si bien el éxito de la Nave 5 del Mercado es incuestionable, la oferta gastronómica en las fachadas colindantes ha aumentado. La nave 5 se creó como un espacio gastronómico dedicado a la restauración en donde los visitantes pueden degustar productos frescos comprados en el mercado y platos típicos de la cocina gallega y de proximidad pero, a mayores, son cada vez más los locales que ofrecen una variada oferta de platos. A Café, A Lonxa, Lume de Lucía Freitas o el Pazo de Altamira son alguno de los negocios que ocupan la rúa das Ámeas y que suponen un punto de encuentro para turistas y vecinos, sobre todo, los sábados soleados en los que se puede disfrutar de sus terrazas. 

Nuevas tiendas conviven con la tradición 

Los puestos de carne, pescado, verdura o fruta de toda la vida siguen funcionando en la actualidad, con gran acogida por parte de los más asiduos (vecinos de la zona o estudiantes que intentan llevar a cabo un consumo que apueste por la proximidad) y visitantes. Pero sin duda en la última década han aparecido otros negocios más modernos que ayudan a dinamizar la vida de Abastos. Así nos lo cuenta Sandra Fuentes, propietaria de la tienda La Flor Abastos (Rúa das Ámeas,24)

"Creo que la Plaza de Abastos es un punto de encuentro en la ciudad. Lo era hace 50 años y lo es ahora aunque haya cambiado un poco lo que vas a comprar allí. Ahora puedes ir al mercado y comprarte un complemento o tomarte una copa. Pero a decir verdad eso ya pasaba porque quizás en lugar de un Martini te tomabas un chato de vino en una taberna. Creo que el Mercado es el segundo centro neurálgico de la ciudad después de la Catedral. Lo avalan los turistas pero también es un punto de encuentro de gente muy diferente". 

Algo en lo que está de acuerdo Antón Bermúdez, al frente de Bermúdez Gourmet, una tienda especialista en bacalao, conservas y vinos, un negocio de tradición familiar que ha sabido modernizarse y adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores conversando la altísima calidad de sus productos. Bermúdez insiste en la importancia de modernizar el Mercado, haciendo un esfuerzo por adaptarse a las necesidades de los usuarios y muestra cierta preocupación ante la falta de relevo generacional que ha provocado la desaparición de numerosos puestos.