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San Andrés es una de las principales arterias de A Coruña, tanto de circulación en el centro de la ciudad como comercial, aunque antaño más ya que era un gran bulevar donde numerosos coruñeses realizaban compras en negocios de todo tipo.

Su profunda renovación para conseguir la esencia de hace décadas ha provocado que la calle lleve levantada y rodeada de vallas muchas semanas, con las consiguientes consecuencias para los viandantes, pero sobre todo para los negocios de la zona, que se encuentran con dificultades en su funcionamiento diario, e incluso otros han echado el cierre.

Dentro de esta complicada situación en plena Navidad, aunque en las últimas semanas se han apurado los trabajos y ya se puede caminar por gran parte de esta zona, ha abierto un negocio este diciembre, lo que supone un poco de luz frente a la oscuridad de los últimos meses en la que se ha visto inmersa gran parte del comercio local.

La Carbonera de A Coruña. Quincemil

En el 104 de San Andrés está La Carbonera, cuya propietaria es la coruñesa natural de Adormideras Emma Carbón. El nombre se debe en parte al apellido de la dueña, pero también tiene que ver con una amiga asturiana, con la que un día surgió la conversación de que en su comunidad no tienen los típicos faiados gallegos para almacenar enseres. Pero lo que sí tienen los asturianos son los antiguos cuartos del carbón, que cuando se dejó de usar el carbón para la calefacción se convirtieron en trasteros donde acumular muebles viejos.

Sobre abrir en este complicado momento para la calle San Andrés, la dueña de la tienda admite que "fuimos un poco kamikazes" y se le metió en la cabeza la idea de este negocio porque hace tiempo el espacio lo ocupaba la tienda de una amiga, que dio paso a ser la tienda de otra emprendedora local y tras trasladarse esta última tienda, quedó vacío y vio su propia oportunidad.

"Siempre he tenido mucha fe en que esta calle, tanto San Andrés como Monte Alto, donde vivo, son de las principales arterias de la ciudad. Es un sitio que me encanta y sabía que tan pronto empezaran a retirar las vallas iba a recuperar toda la vida que siempre tuvo", explica Carbón.

Apertura temporal y productos de primera y segunda mano

Interior de La Carbonera. Quincemil

Una de las peculiaridades de La Carbonera es que ha abierto con la fecha de cierre ya en el horizonte, algo poco habitual pero que se debe a que está programado en pocos meses rehabilitar todo el inmueble donde se ubica la tienda.

Tras meditarlo y hablar con otros comerciantes, la dueña decidió ir adelante con la tienda aprovechando las fechas navideñas: "Aunque sea unos meses lo quiero intentar y mi intención era abrir un negocio que no existiera", dice Y así lo hizo.

En La Carbonera están a la venta todo tipo de artículos de primera y segunda mano, desde vajillas hasta prendas de ropa pasando por bolsos, zapatos o papelería. "Tenemos un mix, objetos de primera mano que son todo lo que abarca papelería, librería y joyería. Luego de segunda mano hay otros productos, pero de segunda mano muy nueva siendo casi primera", matiza.

"En esta línea tenemos moda, menaje y muchas cosas de hogar que vienen de una antigua fonda de Lugo, de cosas del siglo XX", aclara. Esa casa fue adquirida por una amiga de Carbón y en su tiempo fue una casa de comidas con ultramarinos, bar y pensión. Un negocio de los de toda la vida donde encontraron "tesoros" de los que parte están a la venta en La Carbonera. Subraya que es como si en ese inmueble se hubiese parado el tiempo, ya que el propietario murió en los 80 y todo seguía tal cual lo dejó.

"Tenemos productos de los 50, 60 y 70 que están en muy buenas condiciones, que limpiamos a fondo y trajimos a la tienda", cuenta. La oferta más llamativa se centra en vajillas de la Cartuja de los años 40 o elementos de La Pajarita, una marca catalana de los 60. "La gente le quiere dar una segunda vida a las cosas y lo que nos interesaba era que se perdiera el miedo a la segunda mano. La misión de esta tienda es estar en el centro histórico reactivando un poco la zona con negocios que no son los tradicionales y que la gente de A Coruña también se sienta cómoda", argumenta.

"Me faltan más negocios de segunda mano", dice sobre el comercio coruñés, a la vez que señala que lo que está llamando más la atención de la clientela estas semanas es el menaje, sobre todo tazas y las típicas vajillas de la marca Duralex. Indica que tienen un juego de tazas que apostaría que "todo el mundo tuvo en casa de sus abuelos" y reconoce que "a lo primero que se va la vista es a eso".

También tienen a la venta trabajos de artistas locales como el coruñés Alejandro Mosquera con sus ilustraciones y juegos de cartas y avanza que "la moda sale mucho". Carbón expresa que su intención es que la gente pueda tocar las prendas, probarlas y que "venga con calma".

Disponen de muchas marcas de ropa sin irse a marcas de lujo, sino que mantiene el concepto de tienda "muy asequible". Tienen productos de Zara, Uterqüe, Sèzane o Bimba y Lola con importes desde 15 euros un pantalón a 70 o un poco más, dependiendo del accesorio.

De lo más caro que se puede comprar son bolsos de la marca ba&sh a casi 200 euros. "A día de hoy están en la tienda por 350 euros y nosotros lo tenemos a 199 uno y a 169 otro. Creemos que son precios justos porque son productos la mayoría nuevos o seminuevos", opina.

Tallas grandes y futura nueva localización

Productos de La Carbonera. Quincemil

De cara a seleccionar los productos que tienen a la venta, Carbón aclara que lo que han hecho es nutrirse de armarios de gente conocida o de confianza, por lo que saben la procedencia y el cuidado que han tenido esas prendas. "Sabemos que viene todo lavado o de tintorería", destaca, a la vez que apunta que el testaje que ha hecho en las primeras semanas de actividad ha sido positivo, por lo que contempla a largo plazo encontrar otro local parecido para continuar con La Carbonera.

"De encontrar nuevo espacio empezaríamos con el sistema de depósito, aplicando los mismos criterios que hasta ahora vendiendo prendas casi de primera mano con los mínimos defectos", resume, a lo que añade que aspiran a productos impolutos con los que la gente se sienta cómoda llevando "de una mano que parece casi nueva".

Sobre la situación que tendrá que afrontar en unos meses de trasladarse, hace un llamamiento a propietarios de locales que llevan mucho tiempo vacíos en San Andrés a que los muevan para darles una segunda vida de la mano de emprendedores como ella, que ha sido toda su vida asalariada en puestos de relevancia de Inditex, por ejemplo, y que ahora ha decidido cambiar de tercio profesionalmente y guiarse por tendencias que ha visto cuando residió en Cataluña o Londres con tiendas de este tipo.

"Ojalá que llegue el día en A Coruña que no sea todo grandes cadenas y empresas, sino que también los jóvenes se puedan arriesgar a montar un negocio a ver qué tal va", desea. Una de las fortalezas de la tienda es que disponen de las no tan habituales tallas grandes para cuerpos no normativos que no se adaptan a las tallas comerciales habituales.

Asimismo, los horarios de La Carbonera son de lunes a sábado de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:30 horas. Los domingos abren hasta el mediodía y permanecerán cerrados el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 6 de enero. Los días previos a los festivos harán horario intensivo hasta media tarde.