María Presa ajusta un guante en su mano a Laura Novoa en Guante Varadé, en A Coruña.

María Presa ajusta un guante en su mano a Laura Novoa en Guante Varadé, en A Coruña. Quincemil

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Varadé, "calidad y exclusividad" para guantes de más de un siglo en la Calle Real de A Coruña

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Varadé, con esa elegancia que transmite su pronunciación resbaladiza, no es apellido de Galicia, sino familia de Madrid. Pero desde comienzos del siglo XX es un nombre que permanece fuertemente asociado a la Calle Real de A Coruña. En el número 28 se venden guantes de "alta calidad y exclusividad" gracias a un negocio que fue fundado en 1902. Allí trabajan hoy dos mujeres desde hace 23 y 44 años, en una tienda que no entiende de resistencia y sí de categoría y distinción.

Los Varadé ya van por la quinta generación al frente de la empresa: Guante Varadé, en singular. Santiago, nacido en el exilio de París, abrió en la capital francesa su primer comercio de guantes hace 122 años, cuando esta prenda no solo protegía del frío y se vestía todo el año porque llevarla puesta daba clase a quien la lucía en sus manos. Su hijo Carlos heredó el negocio y le dio expansión por todo el territorio español.

¿Por qué en A Coruña, donde la familia no tenía ningún vínculo? "Fue un emplazamiento estratégico en el norte del país, donde hacía más frío", cuenta Leonor (cuarta generación), hija de Juan Carlos (tercera) y hermana de Carlos, padre de Cristina (quinta), hasta donde llega en el presente el árbol genealógico de los Varadé, que llegaron a anunciar su comercio en el No-Do.

Guantes y sombreros en el interior de Varadé, en la Calle Real.

Guantes y sombreros en el interior de Varadé, en la Calle Real. Quincemil

La empresa tiene su núcleo en Madrid y a día de hoy mantiene abiertos ocho establecimientos, además de una tienda online. Y no están en cualquier parte de una ciudad, sino en su corazón comercial: en Gran Vía de Bilbao, en Serrano en Madrid, en el Bulevar Alameda de San Sebastián, en la Calle Real de A Coruña... Hay otra en Ourense (en el parque San Lázaro) y llegó a haber en Vigo, Alicante, Palma y Torremolinos.

Con el tiempo, "dejó de hacer tanto frío y la tienda amplió la oferta", dice Leonor. Por eso ahora el cliente puede comprar medias, calcetines, ropa interior, bañadores en verano, chales, fulares y sombreros ("uno de los productos más vendidos").

"La calidad por encima del precio"

No hay datos precisos de la fecha en la que abrió Varadé en A Coruña, pero siempre estuvo ubicada en la Calle Real, salvo un corto periodo en 1960 en el que hubo una obra que demolió el inmueble, cuyo bajo ocupaba hasta la calle Galera, y se trasladó a la próxima plaza de San Andrés.

Sobre la tienda coruñesa mucho pueden contar María Presa y Laura Novoa. La primera, encargada general de todas las tiendas de la marca, lleva 44 años en el trabajo; la segunda, que empezó en el sector comercial con 17, suma 23 en Varadé. La estabilidad en la plantilla es marca de la casa, como en A Coruña, donde hubo antes otras empleadas duraderas. "Tenemos una clientela increíblemente educada, maravillosa y fiel", asegura. Las dos son firmes al coincidir en que "el contacto con la gente" es lo que más les satisface. "Es algo que seguimos disfrutando cada día".

Prendas que se venden en Guante Varadé.

Prendas que se venden en Guante Varadé. Quincemil

Las dos ven respirar a diario la Calle Real: "una calle de la que desde el primer momento llevo oyendo eso de que ya no es lo que era", comenta Presa. "Hay bajos vacíos y siguen abriendo comercios, aunque la gente pasea ahora de otra manera", añade. Novoa apunta que en los últimos años notan que la gente "vuelve a buscar la calidad en sus compras por encima del precio" y que las redes sociales han creado una clientela más joven "que viene a la tienda con la imagen del producto en el móvil para tocarlo".

"Lo que nos distingue y a la vez nos salva es que mantenemos los mismos estándares de calidad y exclusividad frente a cadenas con precios bajos y productos que no perduran años. Esto lo valora cada vez más la gente, que no quiere algo de usar y tirar", concluye Leonor Varadé.