Rafael Lorenzo en la entrada de Mariño.
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Mariño, 90 años vistiendo para el trabajo en A Coruña: "Escogemos lo mejor de los proveedores"
Nació para vestir a marineros, pero desde 1935 Mariño, en Primo de Rivera, evolucionó para vender ropa de trabajo y uniformes a sectores como la construcción, la seguridad, la industria, la hostelería, la limpieza y el sanitario
Negocios de ropa del pequeño comercio coruñés: Una familia unida por la ropa en el Agra de A Coruña: "El traje de caballero es el 90% del negocio"
Hay quien va a trabajar cada día con su propia ropa (un pantalón, una camisa, un jersey o un traje del gusto de quien los viste) o con ropa de trabajo, la indumentaria específica que las empresas eligen para sus plantillas o que determinados oficios y profesiones requieren. Un negocio de A Coruña lleva 90 años dedicado a proporcionar la vestimenta adecuada para los trabajos: Mariño, en el número 10 de la avenida Primo de Rivera.
"Vestimos y protegemos al profesional". La placa junto a la entrada del establecimiento no puede recoger un eslógan más elocuente. Desde 1935, añade. Hostelería, industria, salud y estética, comercio, alimentación, construcción, organismos, limpieza, calzado profesional, EPI (equipos de protección individual). Esta es la oferta textil de Mariño para que los trabajadores ejerzan su actividad de forma cómoda y segura, en condiciones normales o adversas.
El catálogo de este negocio coruñés es ahora más extenso que en sus orígenes. Mariño tiene como fundadora a Regina Mariño Sieira, de Porto do Son, localidad de la que llegó a la ciudad al quedar viuda de un marino que falleció de apendicitis embarcado en el Atlántico. Abrió el comercio en A Falperra, junto a la iglesia de San Pedro de Mezonzo, donde se especializó en "ropa de aguas".
"Mariño vendía ropa para marineros básicamente: prendas, abrigos, calzado. Se fabricaba con lienzo y se impermeabilizaba con aceite de linaza", cuenta Rafael Lorenzo, nieto de Regina e hijo de Cipriano Lorenzo Mariño, al que sucedió al frente como socio junto a su hermano Francisco a finales de los años noventa. Tres décadas antes, el negocio se había mudado a Primo de Rivera.
Ropa de trabajo para distintos sectores en el interior de Mariño.
Con los muelles delante, Lorenzo ha visto evolucionar la actividad portuaria a la par que su tienda: "Un 75% de la ropa era para trabajos del mar, marineros sobre todo. Pero esto era zona industrial, aquí al lado estaban la Fábrica de Tabacos, Estrella Galicia, las fábricas de hielo y Wonenburger y La Voz de Galicia, y teníamos buzos de trabajo. El puerto fue cambiando, con menos barcos y más eficientes, y menos tripulaciones".
"Y la sociedad ha evolucionado", añade. "Con trabajos y sectores en los que antes no se llevaba uniforme y ahora sí". Por eso en Mariño hay diversidad de EPI, casacas, batas y calzado de sanitarios, chaquetillas y pantalones de camarero, mandilones de guardería con estampados coloridos, guantes de limpieza o de soldadura, para obra o anticalóricos o anticortes, uniforme de seguridad privada.
Guantes para diferentes usos en Mariño.
En el interior de la tienda también hay abrigos "más de calle", chalecos de alta visibilidad que se utilizan en obras o maniobras de tráfico y trabajos que requieren seguridad. Un artículo cuya venta ha crecido mucho en los últimos años es el calzado de protección: "Antes lo usaba quien estaba en la obra, en el taller, en primera línea de riesgo; ahora lo piden oficinistas, ingenieros y otros usuarios menos sufridos que acuden a visitar obras, por lo que tiene que ser calzado cómodo".
Calidad-precio
Mariño, donde hay tres empleados, trabaja en la actualidad con una veintena de fabricantes "importantes", cifra Lorenzo, casi todos nacionales, uno de A Coruña y sobre un 10% de la Unión Europea. "Funcionamos a la antigua", explica su responsable. "Trabajamos con el surtido del material que seleccionamos, lo mejor de los proveedores, que nos lo sirven rápido y con buena relación calidad-precio, que sea cómodo y duradero. Procuramos que nuestros clientes elijan dentro de ese surtido, así le damos un suministro de lo mismo, continuo y rápido".
Adjetivos que deben acompañar aquello que se lleva encima en el día a día laboral, para desempeñar bien el trabajo con el uniforme o la ropa especial puestas.
