Marisol y Silvias acaban de inaugurar Cordas

Marisol y Silvias acaban de inaugurar Cordas Quincemil

Emprendedores

Cordas, la cuerda que tira de la logopedia en A Coruña

Tras 20 años de relación profesional, Marisol y Silvia estrenan nueva etapa con la apertura de su local en la calle Río de Monelos

18 enero, 2020 09:53

Acaban de celebrar su fiesta de inauguración por todo lo algo. "Se nos fue de las manos", bromea Marisol Caamaño y Silvia Vázquez. El destino las unió hace ya más de 20 años cuando las dos estudiaban Logopedia en la Universidad. Tan bien les ha ido juntas que estrenan nueva etapa bajo el nombre de Cordas.

"El nombre es un juego visual porque primero hicimos el logotipo. Hace referencia a la cuerda de las lámparas antiguas que tirabas de ellas y se iluminaba la bombilla. Hacemos una metáfora con la idea de que tiras de la cuerda para encender todo el sistema cognitivo", explica Silvia. "Además también nos lleva a pensar en el trabajo en equipo. La cuerda está formada por múltiples fibras y aquí es lo mismo. Todas juntas trabajamos para obtener los mejores resultados", añade Marisol.

Además de ellas dos, Cordas cuenta con un equipo profesional formado por otras cinco logopedas y dos psicólogas. En el centro ofrecen un servicio de evaluación, diagnóstico, intervención y asesoramiento a personas de todas las edades, trabajando tanto con niños como con adultos. "Estamos justo en frente del parque Europa y lo aprovechamos también para hacer muchas sesiones en el exterior", indican las socias.

Marisol y Silvia llevan trabajando juntas 20 años

Marisol y Silvia llevan trabajando juntas 20 años

"Somos mentes muy inquietas las dos", comentan las creadoras de Cordas desde donde tratan problemas de aprendizaje, trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), problemas de habla, uso profesional de la voz, motricidad oartofacial, dificultades craneomandibulares o parálisis cerebrales, entre muchos otros.

"Normalmente la gente asocia la logopedia a un problema con la erre o con el lenguaje, pero es una actividad que cubre muchos más aspectos", explica Silvia. Además, como también cuentan con dos profesionales de psicología en su local de la rúa Río de Monelos ofrecen sesiones para tratar ansiedad y depresión, duelo, habilidades sociales o trastornos del sueño.

Inauguración por todo lo alto

Para celebrar el inicio de esta nueva etapa, Silvia y Marisol organizaron mucho más que una inauguración. "Hicimos unas jornadas formativas. Queríamos de alguna forma que nuestro aniversario sirviese para ofrecer algo a la gente que nos ha apoyado estos años. Darles como un regalo", explican. Sin embargo, aunque sabían que tenían el cariño de muchos, las jornadas superaron todas sus expectativas. "Completamos el aforo y metimos a 130 personas. Llegaba más gente y nos daba pena, pero teníamos que decirles que no cabía nadie más".

Para ese día tan especial, al que denominaron Primeras Jornadas Cordas, decidieron centrar los talleres en dificultades de aprendizaje y voz. Para ello tiraron de agenda, lo que les permitió juntar a profesionales como Marta Fariña, Helena Alvarado y Viv Manning. Precisamente, la actividad dirigida por Manning ha dado mucho que hablar en las redes sociales del centro. "Tradujo, con la ayuda de Silvia, una canción de una tribu de nativos norteamericanos al gallego y la cantaron todos juntos en el taller. Hubo gente que incluso se emocionó. Fue muy bonito", relata Marisol.

Vocación y respeto

Para ellas el éxito de aguantar tantos años juntas se debe al respeto que se tienen y a que comparten los mismos objetivos. "En esta profesión tienes que implicarte mucho. El problema de tu paciente tiene que ser igual de importante para ti de lo que lo es para él", dicen. En este sentido consideran primordial estar al día de todos los avances para poder ofrecer un buen diagnóstico. "Es indispensable que si un profesional no tiene las herramientas necesarias para tratar un caso lo derive a alguien que sí las tenga. Es algo que va en la ética profesional", afirman.

Marisol y Silvia llevan tanto tiempo juntas que sus años como socias superan a los que llevan con sus parejas. "Ni siquiera éramos amigas, pero intercambiamos unos apuntes en la universidad y ahí empezó nuestra relación", dice Marisol, que añade: "Silvia me preguntó que qué quería hacer al acabar la carrera, nadie me lo habría preguntado hasta entonces, y yo le dije súper decidida que montar mi propio centro". Casualmente Silvia tenía la misma idea: "Entonces le comenté que podíamos abrirlo juntas. En ese momento no había mercado porque la gente no sabía que era la logopedia", cuenta. Tiempo después cumplieron su deseo y abrieron su primera consulta en un despacho que compartían con una abogada. "No tenía ninguna relación lo nuestro con lo de ella, pero era lo que nos podíamos permitir entonces", recuerdan.

Marisol y Silvia forman Cordas, una centro de logopedia y psicología

Marisol y Silvia forman Cordas, una centro de logopedia y psicología

Si por aquel entonces cada vez que sonaba el teléfono para agendar una consulta se emocionaban, ahora con clientes más que afianzados continúan con la misma ilusión. "Por entonces nos decían que si la logopedia tenía que ver con la alopecia o con la fisioterapia, incluso en una encuesta que hicimos por la calle nos respondieron que era un virus africano", recuerda Marisol. Tan poca conocida era su profesión que "una vez vino un señor que tenía un problema en la rodilla y decía que de ahí no se movía sin su masaje. Yo le decía que no podía hacerle nada porque no sabía y él insistía", añaden entre risas.

Por suerte, con los años su profesión se ha puesto en valor, aunque indican que todavía queda mucho por avanzar, sobre todo en la educación."En los colegios todavía no hay logopedas, solo en los concertados o privados. Nosotras trabajamos con muchos en labores de asesoramiento, indican". Sobre la formación para los propios profesionales explican que "a veces organizamos cursos para poder ofrecer a los profesionales de aquí formación que nosotras hemos adquirido fuera porque no había otra forma". Precisamente, Silvia y Marisol dieron el empujón al Colegio de Logopedas de Galicia y trabajaron con el Concello en diferentes proyectos entre los que destaca el denominado Aula de palabras.

De momento las dos continuarán haciendo lo que más les gusta bajo la misma premisa que las llevó a estudiar Logopedia: "Ayudar a los demás".