Manuel León y Luis Zurita, junto a los hermanos coruñeses Martín y Sergio Mosquera, constituyeron la sociedad en Madrid hace dos años y desde entonces non han parado de crecer. Así nació Vranded, una empresa que ha saltado a la fama por diseñar los uniformes más fashion del mercado.
Con un marcado carácter gallego, la startup se ha hecho grande en poco tiempo y en su cartera de clientes cuentan con conocidas marcas como el grupo Zena, Pastelerías Mallorca, Beefeater, Grupo Dani García, el Real Madrid, la famosa cadena de croissants, Manolo Bakes; y la cadena de hamburgueserías Goiko Grill. Precisamente, los uniformes que la consultora creativa ha realizado para muchos de ellos los ha catapultado al éxito, pero su trabajo va mucho más allá del textil.
Desde Vranded trabajan principalmente cuatro áreas: Workwear, Fashion, Merch y Vranding. La primera es la división dedicada a elaborar ropa para profesionales, la segunda centra sus esfuerzos en ayudar a todo aquel que quiera crear su propia colección, la tercera está especializada en la creación de merchandising, y desde la última se dedican a crear marca.
Emprendedores por vocación
El coruñés Martín Mosquera, CEO y confundador de la start up, que se está consolidando en el mundo empresarial y que ha ganado el Certamen Nacional de Jóvenes Emprendedores 2019, nos da las claves para entender el trabajo de Vranded y nos adelanta sus planes de futuro.
¿Como surgió el negocio?
El origen fue muy orgánico, muy natural. Mi hermano Sergio y yo teníamos una pequeña marca de ropa Online. Después vendimos ese proyecto, pero en los siguientes meses continuamos trabajando como consultores para ayudar a amigos o a empresas en la creación de marca, también diseñando ropa para universidades, por lo que de alguna forma ya nos dedicábamos a esto. Después, en un evento coincidimos con Andoni Goicoechea, fundador de Goiko Grill, y empezamos a trabajar con él. Y a partir de ahí seguimos.
¿No tendréis algo que ver en la implantación de Goiko Grill en A Coruña?
No, ja, ja, ja. Aunque la verdad es que estamos muy contentos de que ya tengan dos locales en A Coruña porque es algo que echábamos en falta cuando volvemos a casa. Cuando nos encontramos con Andoni ellos tenían 12 locales, ahora cuentan con muchos más, y nos pidieron una propuesta de uniforme. Tampoco tenemos nada que ver con los Manolitos, que también están ya en la ciudad.
¿Hasta ese momento acudían a otras marcas para sus uniformes?
Ellos lo que hacían por entonces era ir a Zara, H&M o Primark en busca de camisas de rayas que se ajustaran a su estilo, pero luego cada local era diferente por lo que era complicado que lo que había en las tiendas de ajustase a cada establecimiento. Como nosotros ya teníamos algo de experiencia, no solo con el diseño de las prendas, sino personalizando las etiquetas, los patrones, el hilo… todo, les hicimos nuestra propuesta y les gustó. Así comenzó a sonar el teléfono.
¿Fue entonces cuando visteis un nicho en el mercado?
Sí, vimos la enorme demanda que había a la hora de realizar prendas personalizadas. Sobre todo por el diseño y entonces decidimos comenzar ya como Vranded. Nuestra idea no era solo estar vinculados al textil, que fue el origen, sino a todo tipo de negocios.
Sois sobre todo conocidos por los uniformes, pero vuestro trabajo va más allá. ¿En qué estáis especializados?
Si, nosotros queremos aportar toda la visión de universo de marca a clientes de todo tipo. Desde diseño gráfico, diseño web, comunicación… no solo la creación de prendas de uniforme, sino todo el posicionamiento. Solemos decir que los uniformes son nuestra puerta de entrada, pero nos encanta el diseño y lo llevamos a todo. Puedes utilizar, por ejemplo, el estampado de una camisa para hacer la papelería del restaurante.
¿Cómo os definís entonces?
Como una consultora creativa especializada en textil. Es algo que faltaba en el mercado, lo normal es que haya muchas agencias, pero no era fácil conseguir hacer productos personalizados. Es algo que como que se queda en el limbo. Por un lado están los diseñadores gráficos, y por otro los proveedores que trabajan por catálogo, entonces lo que hemos hecho es unir ambas cosas para lograr diseños que molen y que queden bien en la propia prenda. En ocasiones, los diseñadores no conocen las capacidades de especialización que se pueden llegar a hacer. Nosotros personalizamos todo: el botón, el gramaje… Fabricamos cada prenda de cero.
Comentas que antes ya habías tenido una tienda Online con tu hermano. ¿De dónde viene vuestro interés por la moda?
Pues de una forma autodidacta, la verdad. Desde pequeños hemos estado interesados en la moda y en el diseño gráfico y de web. Además tuvimos siempre una actitud emprendedora y siempre quisimos lanzar un proyecto propio. Vimos que lo que mejor podíamos hacer era algo relacionado con la ropa, pero surgió eso como podía ser otra cosa. Luego al final nos hemos acabado especializando, vas conociendo a los proveedores, y como es algo que obviamente nos encanta seguimos por ahí. Pero nadie en nuestra familia tiene que ver con la moda ni nada.
¿Cuáles son vuestros próximos objetivos?
Seguir creciendo en otros sectores en los que todavía no hemos entrado, como puede ser hacer equipaciones deportivas o trabajar con empresas desvinculadas de la hostelería. Por ejemplo, hemos trabajado con Beefeater, y más allá de restaurantes donde más crecemos es ofreciendo diseño web gráfico a entidades corporativas para todo tipo de negocios: abogados, creando la web de nuestros proveedores o con agencias de comunicación.
A la hora de crear las prendas, ¿qué buscáis?
Cada proyecto es un mundo. Adaptamos todo, el presupuesto, la calidad… porque cada cliente es distinto. Por ejemplo, para hacer el uniforme de un Estrella Michelín se hacen casi prendas de sastrería, e igual otra cadena que necesita más volumen de ropa se ajusta para darle un buen precio con menos diseño. Precisamente lo que nos hace diferentes es que no decimos a nada que no y cada proyecto es único.
¿Alguna marca en la que os inspiréis?
No, hacemos cada trabajo a medida. Dependiendo del proyecto tenemos unas referencias u otras, en función del estilo del sitio.
Vosotros no tenéis uniforme, pero ¿cómo seria el ideal para ti?
No, ja, ja, ja. Pero lo que sí hacemos es fabricar merchan de cosas que nos gustan para probar como quedan algunas cosas. Entonces dejamos volar nuestra imaginación y somos como nuestros propios conejillos de indias. Nos hemos hecho sudaderas increíbles probando alguna técnica de bordado para ver como quedaría y varias cosas. Pero no sé decirte un uniforme ideal, porque depende del sector y de la zona. No es lo mismo vestir en Galicia que en Canarias. Pero si fuera para nosotros, como somos gente muy joven, haríamos algo bastante urbano e informal. Nadie viene de traje a trabajar, a no ser que tengamos alguna reunión o un evento.
Habéis ganado el Premio Nacional de Emprendedores, ¿fue una sorpresa?
Para serte sincero, nos presentamos al límite. Nos enteramos del concurso una semana antes de que cerrase el plazo de presentación de candidaturas y nos pusimos las pilas para preparar todo lo que se nos pedía. Enviamos la solicitud un minuto antes del cierre de la plataforma y, claro que sabíamos que teníamos posibilidades, ya que por eso nos presentamos, pero fue una sorpresa ganarlo.
¿De qué os ha servido el galardón?
Pues sobre todo para darnos cuenta de que sí nos han reconocido como la mejor startup del año es porque hemos hecho una buena gestión. Hoy en día se crean muchas, pero ves que aunque sean conocidas no son rentables porque no tienen clara su forma de monetización. Nosotros hemos tenido ingresos desde el primer día.
El premio os ha dado más repercusión, pero en los inicios. ¿Cómo fue la acogida?
Siempre hemos tenido buena acogida porque hemos funcionado mucho por el boca a boca. Además, hemos hecho una muy buena labor comercial y siempre hemos obtenido un buen feedback en el contacto a puerta fría. La mayoría nos han solicitado presupuesto y claro, ahora con el premio la puerta suena más y estamos hasta arriba. Es un happy problem, como digo yo. Ja, ja, ja.
¿Habéis crecido en volumen de empleados?
Sí, todo lo que ganamos lo hemos invertido en el equipo. En formar talento y en crecer. Ahora mismo somos unos doce, un equipo muy joven y la media de edad en la oficina es de 26 años.
¿Un cliente que te haya gustado especialmente y que sea menos conocido?
Pues nos encantó el trabajo que hicimos para Paddy Power, que es una casa de apuestas de Irlanda. Nos contactaron para crear unas camisetas de estilo de las de fútbol para repartir en el orgullo gay de Brighton, en Reino Unido. Pudimos dar rienda suelta a la creatividad de forma pura, sin límites, y por eso nos gustó tanto.
¿Os habéis expandido ya fuera de España entonces?
Sí, de momento no es que signifique mucha facturación lo que hacemos fuera, pero nos abrimos camino. Muchas veces son las propias agencias o estudios de los clientes los que contactan contigo, estando las empresas fuera. Hemos trabajando mucho con agencias de estudios en el extranjero y también con campamentos.
¿De dónde viene el nombre de Vranded?
Pues cogimos la palabra brand, porque es marca en inglés, y nos parecía que con el juego con la v quedaba bien, y además nos daba un buen posicionamiento.