La óptica Lopsy es uno de los pocos supervivientes del centro comercial Cuatro Caminos de A Coruña. Este negocio lleva ocupando el mismo bajo en la primera planta de esta área comercial desde 1987, año en el que nace esta óptica al amparo del que sería el mayor centro comercial de la ciudad herculina.
Hoy, 33 años después, Lopsy puede presumir de ser una de la ópticas en funcionamiento más antiguas de la ciudad. Manuela Saavedra está al frente de este negocio familiar que su padre, Jose Antonio Saavedra Díaz, fundó en su regreso a España tras emigrar a Venezuela junto a su familia en la década de los 50.
"En su día, cuando mi padre abrió la óptica quiso ayudar a mejorar la salud visual de los gallegos. Para ello, recorrió toda Galicia con un unidad móvil donde hacía las pruebas de visión. De aquella no existían tantas ópticas y había mucha gente que no tenía acceso a este servicio", recuerda Manuela, quien trata de mantener la esencia con la que su padre, ya jubilado, levantó Lopsy.
Hizo historia en Venezuela
Nacido en 1929, Jose Antonio Saavedra, tal y como nos recuerda su hija, la única de cuatro hermanos que continuó con el negocio familiar, a los catorce años dedicaba todo su tiempo a estudiar y trabajar. Tras aprobar un duro examen de acceso, comenzó su andadura profesional en Ferrol, dentro del ramo Artillería en el Laboratorio de óptica y química de la Armada.
Ya casado y con su primer hijo, decidió emigrar a Venezuela en los años 50 para crecer profesionalmente. Gracias a sus conocimientos en el área de la química pronto consiguió su primer trabajo en el Laboratorio químico de la Refinería Shell. Al mismo tiempo seguía estudiando a distancia en la Universidad de Philadelphia (Pensylvania) la Diplomatura de Óptica, carrera que concluyó y tras la cual montó su primer negocio, la cadena de ópticas Óptica Saavedra. Después vendría IOVE (Industria Óptica Venezolana), la primera fábrica de monturas y laboratorio de lentes oftálmicas del país venezolano.
De regreso a España
En los años 80 tomó la decisión de regresar a España, y con él, como siempre, su mujer María Isabel Pazos Brage y sus cuatro hijos (María Isabel, José Antonio, Mónica y Manuela). Comienza de nuevo en A Coruña. En 1987 funda Lopsy, una de las empresas de óptica con mayor prestigio en Madrid, Lugo y A Coruña. Sin embargo, el auge de las grandes cadenas supuso un duro golpe para esta óptica, que en la actualidad sigue ofreciendo un servicio personalizado desde la óptica de Cuatro Caminos.
Su ruta por las cuatro provincias gallegas inculcando la importancia de mantener una buena salud visual, junto con la atención en sus centros, ha llevado a Lopsy a sumar más de 148.000 clientes atendidos en sus más de 30 años de historia. Un registro que a día de hoy sigue activo y que ha sorprendido a más de un cliente.
"Hace poco volvió un cliente después de 30 años. La primera vez que había venido tenía 16 años y le sorprendió saber que después de tanto años seguimos teniendo su información", nos comenta Manuela, para quien ofrecer una atención de calidad sigue siendo el principal objetivo. Un objetivo que comparte con su padre, quien hoy, desde un segundo plano, ve como su negocio sigue en pie.