Fernando Gallego, químico de formación, regenta desde 2001 su propia orfebrería en el municipio coruñés de Serra de Outes, desde donde recibe encargos y vende sus creaciones a todas partes del mundo, desde Santiago hasta Estados Unidos y desde Reino Unido hasta Australia.
Su oferta va desde las reparaciones hasta la creación de alianzas de matrimonio, aunque sus trabajos más reconocidos son los de la Colección Antiques: antigüedades reales de hasta 3.000 años a las que da una nueva vida, convirtiéndolas en joyas con oro.
Este trabajo le ha valido para alzarse como ganador del Premio Madrid Joya Designers 2019, mientras que su Colección Inspiración, basada en obras de arte y elementos naturales, recibió el Premio Nacional de Joyería Artística del Grupo ProArte y Cultura 2020.
Sus creaciones también han llegado a la pantalla: un colgante de oro creado a partir de una punta de flecha griega llegó a aparecer en una serie de fantasía de la BBC, A Discovery of Witches, donde lo porta su protagonista, la actriz Teresa Palmer, y forma parte de la historia, ya que tiene "poderes mágicos".
Origen
La pasión por la orfebrería le viene de familia: su padre era artesano y desde pequeño se colaba en su taller para ver qué hacía, qué herramientas utilizaba e incluso para atreverse a hacer él mismo trabajos sencillos.
"Eso me fue dando la capacidad manual y más adelante, de adolescente, me quería ir de acampada y necesitaba dinero, así que mi padre me dijo que hiciese diez cierres de pendientes, a cien pesetas cada uno", explica Gallego en una entrevista concedida a Quincemil.
Sin embargo, tras este primer trabajo "profesional" como orfebre, y pese a que era algo que se le daba bien "y disfrutaba haciendo", estudió Ciencias Químicas y no pensaba en dedicarse a la creación artesanal de joyas.
Fue entonces cuando se cruzó en su vida Paula Iglesia, actual esposa y socia en la joyería: juntos decidieron montar un taller en el pueblo donde ella vivía, en Serra de Outes.
"Aunque Outes es un sitio pequeño pensábamos que nos daría para ir viviendo, ya que además de la parte de joyería también hacíamos reparaciones y encargos, pero las cosas fueron mejor de lo que esperábamos y empezó a venir gente de otros sitios, además de los vecinos", detalla.
Tras abrir en 2001 en un local "muy pequeñito" y tras unos inicios "complicados" por la elevada inversión que requiere la puesta en marcha de una joyería, el negocio fue creciendo y dio rápidamente el salto a la venta online.
"No es que fuésemos los primeros en meternos en Internet, pero sí fuimos muy tempraneros, entre 2005 y 2006 decidimos que teníamos que utilizar ese escaparate", apunta Gallego.
Consagración
Así, uno de los pilares del negocio ha sido siempre la venta online, a donde Gallego ha intentado trasladar en la medida de lo posible el trato cercano del comercio local, siempre combinado con el buen hacer de sus creaciones artesanales.
"Es muy complicado vender objetos de alto valor en Internet, sin que la gente los vea en directo y sin que te conozcan, pero se puede: lo hacemos con gente de toda España y por eso es importante trabajar para tener buena reputación", prosigue.
De este modo, la apuesta de este orfebre pasa por "generar confianza" y "esforzarse para que el cliente, además de dejar una buena reseña, lo sea para muchos años, no una única vez", ya que, además, el "boca a boca online" es "fundamental" para el negocio.
Al mismo tiempo, Gallego también ha lanzado diferentes colecciones, como Apilables, con joyas minimalistas en oro de 18 kilates, y la que hizo que su trabajo fuese más conocido: la Colección Antiques.
"Era algo muy peculiar y poco visto: antigüedades genuinas y certificadas por un anticuario montadas en joyas de oro", explica Gallego, quien destaca que en esta colección se pueden ver joyas elaboradas en base a "monedas con 2.000 años de antigüedad o flechas persas de 3.000 años".
Su última creación es la Colección Inspiración, compuesta por joyas inspiradas en distintas vertientes del arte: reflejan desde obras de Kandinsky hasta la arquitectura de Norman Foster e incluso el paisaje del monte Tremuzo, en Outes, evocando su vegetación en primavera.
"Hay que buscar fuentes de inspiración donde está lo que realmente te gusta: me encanta el cine y también tengo un anillo Kubrick, con una serie de claves de su obra como referencias al ordenador HAL 9000 de 2001: Una odisea en el espacio", prosigue.
A la hora de recordar la joya más especial que ha creado, no duda en señalar su propia alianza matrimonial, el anillo Lisboa, en honor a la ciudad en la que se conocieron él y su esposa.
Los encargos con un valor sentimental importante también le resultan especialmente estimulantes, como una ocasión en la que tuvo que hacer una pareja idéntica de un pendiente que una chica había perdido porque eran de su abuela y quería llevarlos el día de su boda.
"Es muy bonito cuando ves la emoción de esa persona que te ha encargado que hagas algo muy importante para ella", detalla el orfebre.
Entre sus clientas también hay personalidades famosas, como la presentadora Eva González, la modelo y actriz Mar Flores, la escritora Espido Freire o la actriz Cristina Castaño, entre otras.
Este mismo año también vendió un colgante muy especial de la Colección Antiques, creado en base a una punta de flecha griega: lo habían pedido en los estudios Pinewood, en Cardiff, donde se estaba rodando la serie fantástica de la BBC A Discovery of Witches.
Su sorpresa fue mayúscula cuando vio que su colgante lo llevaba su protagonista, Teresa Palmer, y no solo eso, sino que también tenía un papel en el guion, ya que se le atribuían poderes mágicos en el argumento de la primera temporada de la serie y volverá para una segunda.
Tras los dos meses de parón por el estado de alarma, en los que apenas había pedidos, el negocio se fue recuperando y, pese a que las cancelaciones de bodas trajeron consigo una reducción en los encargos de alianzas, se ha ido recuperando poco a poco.
"Ahora mismo estoy preparando colecciones nuevas y estamos lanzando otros modelos y diseños que pronto verán la luz", concluye el orfebre.