Imagen de archivo de un tractor

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Empresas

Coronavirus: Las medidas de la UE que auxilian a la pesca y agricultura de Galicia

La asistencia financiera a las comunidades pesqueras o préstamos de hasta 200.000 euros para la agricultura en zonas rurales son algunas de las medidas europeas para combatir los efectos de la crisis sanitaria en estos sectores estratégicos para la comunidad

21 abril, 2020 11:30

La crisis sanitaria del coronavirus, además de que mantiene a la población de la comunidad confinada desde hace más de un mes, está afectando a dos sectores clave para Galicia; la agricultura y la pesca. Los trabajadores de estos ámbitos están haciendo frente a las dificultades como pueden y a esos esfuerzos se suman los de la Unión Europea (UE), ya que se acaban de aprobar unas medidas de emergencia para ayudar a los afectados de estos sectores y garantizar así el suministro de alimentos en estos momentos complicados.

Los retrasos en el transporte transfronterizo de bienes agrícolas son uno de los principales problemas que están surgiendo derivados de esta crisis sanitaria a la vez que los productores de alimentos denuncian la escasez de mano de obra debido a la detención de la libre circulación de trabajadores temporeros, un impacto en los precios a la baja por el descenso de la producción durante estas semanas y la pérdida de decenas de clientes por el cierre de hoteles y restaurantes.

En cuanto al sector pesquero, los trabajadores alertan de que desde que se decretó el estado de alarma, se enfrentan a dificultades logísticas en los puertos, el aumento de los precios del transporte de productos pesqueros, las restricciones comerciales con terceros países, el colapso de los precios ola pérdida de mercados. Además, la gente del mar de la comunidad se muestra preocupada por la seguridad de sus trabajadores a la hora de faenar y las posibilidades limitadas de rotación de la tripulación debido a la cuarentena, a la vez que denuncian que "el marisqueo está parado" y que "cada vez son más pequeñas las ventas de los pescados que se utilizan habitualmente para restauración como el lenguado, el rodaballo, la lubina o la dorada".

Por su parte, la Unión Europea ha tomado cartas en el asunto para mejorar la situación de ambos sectores, y en cuanto a la pesca, los eurodiputados aprobaron el pasado 17 de abril la asistencia financiera a las comunidades pesqueras, lo que supone mayores posibilidades de ayuda estatal a este sector prioritario en Galicia y la introducción de medidas de apoyo a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca. Además, los Estados miembros de la UE podrán brindar apoyo a los pescadores por el cese temporal de las actividades pesqueras, a los acuicultores para la suspensión temporal o reducción de la producción y a las organizaciones de productores para el almacenamiento temporal de productos de pesca.

Sobre el sector agrícola, la comisión de Agricultura del Parlamento acogió e pasado 15 de abril, los planes de la Comisión Europea y pidió medidas más específicas como la posibilidad del almacenamiento privado. Los eurodiputados también pidieron la activación de la reserva de crisis para ayudar a los sectores agrícolas en dificultades y coincidieron en que la política agrícola europea necesitará un apoyo presupuestario adecuado a largo plazo tras la pandemia.

Entre las medidas que se llevarán a cabo, se encuentra la reasignación de fondos agrícolas no utilizados para combatir los efectos de la crisis en las zonas rurales, una estrategia que permitirá la concesión de préstamos o garantías en condiciones favorables de hasta 200.000 euros para cubrir los costes operativos de las tareas. También se ha propuesto desde la Comisión Europea reducir el número de controles físicos en las granjas, extender el plazo para que los agricultores soliciten pagos directos y pagos de desarrollo rural hasta el próximo 15 de junio de 2020 y aumentar los anticipos de estos pagos desde mediados de octubre.

A su vez, dentro de estos avances aprobados, se contemplan mejoras para los trabajadores temporeros, ya que debido a su gran importancia para la siembra, el cuidado y la cosecha, se ha impulsado desde la UE el empezar a considerarlos como "trabajadores cítricos" al mismo tiempo que se intercambie información sobre sus necesidades y se garantice su paso a través de las fronteras de los distintos países y comunidades.