Las galletas Mariñeiras son "el pan sin miga de larga duración", según reza el eslogan de la compañía, y tambien una buena opción para comer solas o acompañadas por alimentos dulces o salados. Su origen se remonta al "pan de barco" o "bizcocho de barco" utilizado por los marineros para comer durante sus largas travesías, ya que aguanta muchos días sin ponerse duro.
El éxito de las Mariñeiras radica en su versatilidad. "Es apetecible para comer sola pero se presta para acompañar diferentes comidas: el desayuno, con mermelada o mantequilla; como base de canapés… Va bien con lo dulce y lo salado", explica el coordinador general de Daveiga, Xosé Lois Lamazares, que las considera un sustituto de diferentes variedades de pan.
¿Cómo nacieron las Mariñeiras de Chantada?
La sociedad Lugar Daveiga SLL nació en 2005 para iniciar el proyecto "Daveiga producción responsable", y no sería hasta año y medio más tarde cuando la firma presentaría sus conocidas galletas. Los fundadores de la compañía gallega, originarios de Rodeiro, barajaron varios proyectos antes de conocer el concepto de las Mariñeiras y decantarse por ellas. "Las descubrimos en un viaje que hicimos a Sudamérica y nos pareció interesante", explica Lamazares, que añade que fueron incorporadas al continente tras las experiencias de los marineros "de aquí".
La empresa apostó por la economía social y se organizó a través de una sociedad laboral en la que los trabajadores se incorporan como socios. "Es un proyecto participativo comprometido con el rural. Intentamos que se creen puestos de trabajo en el área", explica Lamazares.
El coordinador general de Daveiga explica que su intención inicial era instalarse en Rodeiro, pero que no había suelo industrial disponible y que las opciones fueron entonces Lalín y Chantada. Este último fue el lugar elegido para situar la sede de la fábrica, al haber ya "una base importante de industrias agroalimentarias".
El concepto de estas galletas con sabor a pan aglutina varias tendencias del mercado de alimentación: es un producto natural, sin azúcares añadidos que tampoco lleva otro tipo de aditivos. Esto les permitó a los creadores introducir su producto en un nicho de mercado que les resultaba atractivo.
El proceso de elaboración
"Es una galleta de pan seco. El proceso de elaboración es similar al de una panadería tradicional, mecanizado pero no automatizado", explica Lamazares. La dosificación de los ingredientes, el amasado y el corte de la galleta son las acciones mecanizadas. "Tuvimos acceso al proceso de producción similar en Buenos Aires a través de un hermano que tiene una panificadora allí", explica el el coordinador general de la firma.
El desarrollo de las Mariñeiras les llevó unos seis meses, desde finales de 2005 hasta mayo de 2006, cuando la empresa empezó a introducirlas en el mercado. "En 2007 comenzamos a colocarlas en las cadenas de distribución de Galicia", indica Lamazares.
La compañía asegura no usar ningún tipo de aditivo ni organismo genéticamente modificado en la elaboración de estas galletas tan particulares. Los ingrediantes, según recoge Daveiga en su página web, son harina de trigo, mantequilla, aceite de oliva virgen, sal, extracto de malte de cebada, harina de malte de cebada, lecticina de soja, levadura y agua. Lamazares indica que intentan usar productos gallegos, por lo que las galletas llevan un 30% de trigo del país y un 10% de materia grasa que puede ser mantequilla o aceite de oliva virgen extra producido en viñas propias.
Las variedades Mariñeiras
Los ingredientes base de todas los productos se complementan con otros adicionales según la demanda del mercado, como las semillas de chia, de lino o la quinoa. "Tenemos unas 16 variedades", indica Lamazares. El gallego explica que la mariñeira tradicional tiene unos siete centímetros de diámetro, pero que también comercializan otra tamaño canapé más destinada a la hostelería.
"Diferenciamos dos líneas de producción: la convencional a base de productos naturales y la certificada ecológica", concreta el coordinador general de Daveiga. Esta última línea es la que más trabaja la compañía para las tiendas especializadas, donde las mariñeiras están bien consideradas. El producto, por tanto, es el mismo orientado a diferentes canales o elaborado mediante distintas líneas de producción, según la demanda del consumidor.
Los operarios de la fábrica de Chantada elaboran unos 6.000 kilos diarios de Mariñeiras, cada día de una variedad diferente para optimizar el proceso. Galicia es el lugar en el que más se consume este particular pan sin miga, aunque Portugal lo hace en una cantidad muy similar y también se comercializa en otros puntos de España.