La madera laminada cruzada, conocida como CLT, es considerada por muchos "el hormigón del futuro". La empresa teense GaliaHome es pionera en Galicia en la bioconstrucción con este sistema constructivo, que permite instalar la estructura de una vivienda unifamiliar en dos días y entregársela totalmente finalizada en menos de dos meses.
"El CLT garantiza rapidez, versatilidad, calidad de material, durabilidad y aislamiento: con este sistema todo se ajusta al milímetro porque va mecanizado por control numérico", explica el responsable de GaliaHome, José Manuel Pájaro.
Tras una vida entera dedicada a la construcción, Pájaro comenzó a investigar en 2010 sobre el CLT y, tras ver diferentes muestras y ponerse en contacto con proveedores de todo el mundo, en 2018 dio el paso con el proyecto de una vivienda en Silleda, donde arquitecto y propietarios decidieron apostar por este sistema.
"Fue toda una novedad y tuvo muchísima repercusión: vinieron a verla otros clientes y arquitectos e incluso desde Finsa, que hoy en día cuenta con una de las fábricas de CLT más avanzadas de Europa, Xilonor y con los que colaboramos compartiendo experiencias", detalla el responsable de GaliaHome.
El método de trabajo de la empresa es sencillo: el cliente cuenta con el asesoramiento de una oficina técnica que trabaja en un diseño adaptado a sus gustos -tanto en lo relativo a estructura exterior como a distribución interna- y le muestra el resultado final en 3D.
Una vez cerrado el diseño y los presupuestos, se realiza un pedido a la fábrica, que mecaniza la producción. "Todo va por control numérico, con los huecos de las ventanas, las puertas y los tornillos al milímetro: es como un mueble de Ikea pero a lo bestia", detalla Pájaro.
Así, cuando el material llega al lugar de construcción no hay margen de error: todo encaja a la perfección, por lo que, a diferencia de con otros sistemas de construcción, en los que puertas, ventanas y otros acabados se encargan cuando ya se ha avanzado la construcción, con CLT ya se puede saber al milímetro qué medidas necesitará.
"Montar una estructura con entramado ligero, prefabricado también, con cerramientos y demás, puede llevar tres semanas; con CLT, en dos días y con dos personas tienes la casa montada", explica.
Finalizada esta fase, la construcción -ya sea una vivienda o un edificio de cualquier otro tipo- puede tener "el acabado que elija, siempre con productos de calidad, para que no tenga que tocar nunca la fachada".
"Ofrecemos 25 años de garantía en fachadas, que para una vivienda son muchos años: con sistema CLT se están construyendo edificios de todo tipo, hasta de seis plantas", relata Pájaro.
Tras una bajada del ritmo durante el confinamiento, la empresa empezó a recuperar la actividad y actualmente tiene tres obras en ejecución y muchos proyectos ya iniciados.
"Después de la primera ola el negocio se empezó a disparar: había mucha gente que tenía una finca y no sabía que hacer o no se lanzaba a construir, pero ahora quieren una vivienda lo antes posible y vender el piso ya", explica el responsable de GaliaHome.
Así, esta empresa de Teo cuyo "producto rey" es el CLT -aunque también trabaja con otros sistemas- continúa difundiendo sus ventajas, ya que "llama mucho la atención", pero "lo conocen mucho los arquitectos y los particulares, no tanto".