Una barricada cubrió el cielo de As Pontes de humo negro, esta mañana de viernes, como señal de protesta por parte de los trabajadores de las auxiliares de la central térmica. La acción, que se desarrolló de manera sorpresiva, fue acordada en asamblea tras conocer que una de las grandes empresas auxiliares, Maessa, baraja el traslado forzoso de una treintena de trabajadores.

Señalan, desde el entorno sindical, que no sería Maessa la única empresa que adopte esta medida de traslados, en el mejor de los casos, ante el inminente cierre de la central.

Continúan así con el calendario de movilizaciones, tras haber estado en la capital gallega la pasada semana reclamando una transición justa y agotando los últimos cartuchos antes de que expire el acuerdo de mantenimiento de la plantilla por parte de la térmica, el próximo día 30 de junio.

Tan solo cinco días por delante para lo que, desde los sindicatos, tachan de "estado de indefensión" y que podría suponer el desmantelamiento de el grueso de los empleos indirectos que genera la central, así como una merma del 30% de los puestos de trabajo directos.