Jesús Manuel Lorenzo Crespo fue un niño que creció ligado al sector conservero. Creció, se casó, y junto a su esposa María Antonia Paz, montó un restaurante en Carril, una localidad ligada al marisqueo situada en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra). En aquel restaurante, María Antonia preparaba sus deliciosas recetas, y su marido, rememorando aquella infancia, decidió empezar a envasar aquellas ricas creaciones. Eso fue el germen de lo que hoy en día se conoce como Los Peperetes.
Jesús Lorenzo, hijo del matrimonio, cuenta a Quincemil los orígenes del negocio familiar, que hoy en día continúa junto a sus hermanos, Belén y Santiago Lorenzo, y con la ayuda de su madre, sobre todo con el tema de las recetas. Aunque Jesús Lorenzo padre ya no está, su legado continúa manteniéndose, incluso en el nombre de la marca.
"El nombre proviene de una palabra de origen gallego que rescató mi padre. Equivale a algo bonito o algo agradable. Aquí en esta zona decimos que es una "peperetada", por ejemplo, cuando te das un buen homenaje, una buena comilona. Es algo bonito, algo gustoso, yo creo que nos describe muy bien", explica Jesús Lorenzo.
Pioneros en el mercado gourmet
En el año 1992, cuando se funda la empresa, el mercado de las conservas gourmet era inexistente en Galicia. La empresa fue pionera y sus latas redondas se convirtieron en su seña de identidad. "Existían las grandes conserveras, pero el sector gourmet gallego empezó a nacer ahí, ya que no había esas pequeñas conserveras que trataran el producto de una forma tan artesanal".
Aunque Los Peperetes tiene 52 tipos de variedades con un tratamiento diferente cada uno, todos tienen un denominador común: materia prima fresca y una elaboración a mano. "Todos los productos se limpian y colocan a mano, hay productos que pueden llegar por las manos de una operaria en seis ocasiones en distintos procesos", explica Jesús Lorenzo.
La materia prima proviene en un 90% de Galicia, con los sellos de calidad correspondientes. Lo único que viene de fuera de la comunidad gallega son el chipirón y el calamar (que se hacen con una receta casera de María Antonia Paz), el cangrejo de las nieves, (que fue uno de los productos estrella de estas Navidades y se pesca en Groenlandia), y el bacalao (pescado en Islandia y preparado a la vizcaína y a la gallega en sus instalaciones de Carril).
Vendidas en 19 países y avaladas por el chef José Andrés
Las conservas no solo tienen éxito en Galicia, sino que se venden por todo el mundo. En el año 98 empezaron la exportación de una forma muy curiosa, ya que fueron personas que conocieron las conservas en sus viajes a España, las que propusieron exportarlas a otros mercados. Así llegaron a Alemania, China o Japón, conquistando 19 mercados en casi todos los continentes.
Uno de los clientes más ilustres es el chef José Andrés, que llevó las conservas a Estados Unidos. "José montó un proyecto para la distribución de productos en Estados Unidos. Él ya conocía Peperetes, conocía la calidad de los productos y cuando quiso contar con una conservera gallega fuimos una de las primeras opciones y fue muy fácil trabajar con él", recuerda Jesús Lorenzo.
Si alguien quiere adquirir alguno de los productos de Los Peperetes, Jesús Lorenzo recomienda principalmente acudir a su web, pero también se pueden comprar en la tienda gourmet de El Corte Inglés, o en tiendas especializadas. "Intentamos trabajar con dos o tres puntos de cada ciudad de España, siempre mirando que sea una tienda bien cuidada", señala el responsable de la compañía.
Esta es la historia de Los Peperetes, un pequeño proyecto que nació de la unión de Jesús y María Antonia, y que ahora, de la mano de sus hijos, Jesús, Belén y Santiago, continúa creciendo cada día con la mejor materia prima de Galicia y el mimo y el cariño que solo una empresa familiar como esta le puede dar.