La marca gallega Bonilla a la Vista vuelve a la gran pantalla. Tras la aparición de su icónica lata en enero de 2020 en la oscarizada película Parásitos, la española Isabel Coixet hacía un hueco, unos meses después, al mismo envase en su último largometraje, Nieva en Benidorm. Y ahora le toca el turno al director italiano Marco Simon Puccioni

Este director ha recurrido a la emblemática lata de 500 gramos para decorar el salón de uno de los protagonistas de su última película, El Hilo Imperceptible, una comedia dramática sobre un adolescente que decide rodar un documental sobre sus dos padres, hasta que un giro argumental en la vida real de su familia le sorprende.

La película, que lleva una semana entre las 6 más vistas en la plataforma digital Netflix, ha dejado un hueco preferente a la lata de patatas Bonilla a la Vista, que decora una de las localizaciones más tiernas y emotivas del film: el salón de uno de los padres.
 
Bonilla a la Vista lleva ya más de 5 años distribuyendo su producto en Italia, uno de los muchos países en los que las patatas fritas gallegas han logrado hacerse un hueco en las alacenas y los corazones de los consumidores.