Juan Carlos Taibo, de medallista paralímpico gallego a empresario de éxito con T-Clean
El gallego fue bronce en fútbol 7 adaptado durante los Juegos Paralímpicos de Atlanta 96 y en la actualidad dirige su propia empresa de limpieza con sede en A Coruña
28 agosto, 2022 06:00Juan Carlos Taibo López (A Coruña, 1975) es todo un ejemplo de superación personal y profesional: fue medallista en los Juegos Paralímpicos del verano de 1996 celebrados en Atlanta, Estados Unidos; y en la actualidad, dirige su propia empresa de limpieza, T-Clean, con sede en la ciudad de A Coruña. Antes de dar el salto al mundo empresarial, el gallego fue jugador de fútbol 7 adaptado profesional, con una incapacidad por parálisis cerebral de tipo C8 (clasificación en función del control del control de extremidades y coordinación).
La incursión de Juan Taibo en el mundo del deporte resultó del todo fortuita, gracias el aviso de un profesor suyo de la escuela ASPACE ―Asociación de Padres de Paralíticos Cerebrales― de Oleiros. Por aquel entonces, la élite del fútbol 7 adaptado buscaba jugadores y Taibo no dudó en probar suerte. "Me mandaron a Extremadura para la primera prueba y me dijeron: este hombre está muy verde, pero puede afinar", recuerda el coruñés. "Y al final sí afiné, porque eran como 10 horas diarias de entrenamiento muy duras, aunque tuvo su recompensa".
En la élite del fútbol 7 adaptado
Juan Carlos Taibo echa la vista atrás para recordar uno de los momentos más laureados de su trayectoria deportiva: el ser medallista de unos Juegos Paralímpicos. Tal y como nos explica el ex-jugador, el recorrido hasta llegar a la cima no fue un camino de rosas y estuvo marcado por la disciplina, el entrenamiento y mucha fuerza de voluntad. "Mi primera competición internacional y olímpica fue en Barcelona 92… Ahí quedamos de octavos", comienza a relatar. En el fútbol 7 adaptado se siguen las reglas generales del FIFA, aunque con algunos matices para facilitar el juego. Por norma general, no puede haber más de un jugador C8 en el campo, no existen los fueras de juego y los saques de banda se realizan a balón rodado, entre otras pautas.
La escalada en la élite de este deporte llevaría al gallego a repetir en los siguientes Juegos Paralímpicos. En Atlanta del 96, el equipo del que formaba parte Juan Taibo logró coronarse con un bronce tras imponerse al anfitrión por 2 goles a 1. "Nos costó muchísimo y en alguno de los momentos pensé que no íbamos a conseguir medalla", rememora Taibo. "Pero fue algo único tanto a nivel deportivo, personal como social", agrega. Más allá de lo competitivo, sus buenos conocimientos de inglés le permitieron integrarse, conocer gente y disfrutar del evento de una manera muy especial. De hecho, hasta llegó a convertirse el "traductor oficial" de su entrenador durante las jornadas de juego en Atlanta.
De su etapa como profesional del fútbol 7 adaptado y su paso por los Juegos Paralímpicos, el gallego la define como una experiencia que no podrá de su retina. "Estuvimos en varias partes del mundo, desde Brasil, Estados Unidos, también por Europa y Asia… Eso es algo que no se te olvida nunca", comenta con nostalgia. Con la perspectiva que le han dado los años, Taibo también reflexiona sobre la situación que viven los atletas tras ese breve ciclo de gloria olímpica. "Lo que me da pena, y lo estuve viendo mucho en mi vida, es que a los atletas que fueron medallistas en otros países aún los recuerdan pero aquí en España se han olvidado mucho", afirma. "Yo lo que quiero es que se inmortalice lo que se hizo, no solamente hablando de mí, sino de todos mis compañeros (…) que si algún día se acuerdan de mí, vean quién fui y a donde llegué como persona", añade.
T-Clean, un proyecto camino de la internacionalización
Mientras algunos de sus compañeros de Atlanta 96 continuaron vinculados al mundo deportivo como entrenadores, otros terminaron en diferentes sectores que poco tenían que ver con el fútbol. "En mi caso, yo quería superarme y tener un trabajo propio", apunta Juan. Hubo muchos cambios y experiencias en la vida de este medallista paralímpico hasta que pudo cumplir su sueño de poner en marcha su propia empresa. "Cuando pasó todo esto de las olímpiadas, después estuve dos años en Andalucía sirviendo como misionero para mi Iglesia", comenta Taibo. "Me pasé otros diez años en Madrid trabajando (…) allí me casé y tuve a mis hijos", continúa.
En su regreso a su Galicia natal, la escasa oferta de empleos con buenas condiciones laborales terminó por convertirse en el impulso que necesitaba el ex-jugador para crear su empresa. "Mi mujer empezaba a hacer limpiezas de casas y yo quería hacer otro proyecto de marketing online, aunque al final no lo hice. Empecé a ayudar a mi mujer e hicimos más trabajos de limpieza", recuerda el coruñés. Así fue como T-Clean (antes, T-Limp) se hizo realidad en el año 2015.
T-Clean es una empresa dedicada al servicio de limpieza y mantenimiento, enfocada sobre todo a empresas, oficinas, locales comerciales y edificios. "Mi empresa se basa mucho en la parte familiar y el trato cercano", señala el empresario. "A la gente le gusta cómo trabajamos y tienen confianza en nosotros". De hecho, a día de hoy sus hijos también forman parte de la plantilla de T-Clean: "quiero que ellos sepan cómo se trabaja en una limpieza para que si en un futuro quieren dirigir la empresa sepan cómo es desde abajo", explica Juan Taibo.
Según relata el empresario, el estallido de la pandemia supueso un boom para T-Clean, que desde su inicio ha experimentado un crecimiento exponencial y muy basado en el boca a boca. "Casi hay más gente que nos conoce por recomendaciones que por Internet", indica. En general, la mayor parte del trabajo se concentra en la región de A Coruña, aunque el equipo ha hecho actuaciones de limpieza también fuera de este núcleo. "Mis ideas están más lejos todavía", adelanta el coruñés.En el horizonte próximo de T-Clean, el objetivo de Juan Taibo es llevar su marca fuera de Galicia e incluso España (en esto cambio del nombre tiene mucho que ver).
"Quiero dejar un equipo aquí en A Coruña para expandirnos por España e irme con mi familia a Estados Unidos para abrir allí una oficina", asegura. "También estoy estudiando la política y las leyes de China porque mi intención era tener también allí una oficina". En el caso estadounidiense, los trámites para cumplir el sueño americano ya están en proceso, así que la internacionalización del proyecto pronto podría ser una realidad. Para Juan, terminar franquiciando T-Clean ―sin dejar de lado esa filosofía familiar― sería alcanzar un culmen como empresario. Entre bromas, Taibo reconoce: "mis miras son muy altas, pero si lo consigo sería como el Amancio Ortega de la limpieza".