La primera cosecha gallega de cebada cervecera concluyó la semana pasada en A Limia con resultados por encima de las expectativas. Así lo ha trasladado este miércoles Hijos de Rivera, que señala que la zona de la laguna de Antela ha demostrado contar con unas condiciones óptimas para el cultivo de este cereal, alcanzando un rendimiento de 152.000 kilo en las 32 hectáreas cultivadas al final de la cosecha.
"El balance no puede ser más positivo para los impulsores del proyecto, así como los propios agricultores participantes; ya que sitúa a esta zona con un potencial enorme para este cultivo, muy por encima de los rendimientos obtenidos en regiones tradicionalmente cerealistas como Castilla y León o Aragón, especialmente afectadas por la sequía", indica la compañía gallega en un comunicado.
Objetivo: introducir este cultivo en Galicia
Cosecha de Galicia, empresa perteneciente a Corporación Hijos de Rivera, puso este proyecto en marcha en 2009. La empresa Sementares ha colaborado este año en la coordinación del este cultivo con diferentes agricultores de la zona de A Limia. El objetivo final, señala la empresa, es introducir este cultivo en Galicia y elaborar alguna de las cervezas de la compañía con malta de cebada de origen 100% gallego.
La primera cosecha ha llegado tras años de investigación y seguimiento. Realizada en cinco parcelas con un total de 32 hectáreas, la variedad que se ha plantado ha sido cebada cervecera RGT PLANET, que está dentro del listado de variedades preferidas por Malteros de España para los años 2022 al 2024.
"En el caso de la cebada, uno de los principales focos se basa en la necesidad de mantener un contenido proteico en el grano de cebada dentro del rango adecuado para el proceso de elaboración de cerveza que debe estar entre 9 y 11%, ya que un nivel más elevado no sería adecuado para su elaboración", aclara Hijos de Rivera en su comunicado.
La empresa ha seguido prácticas agronómicas y de optimización de las técnicas nutricionales para conseguir este resultado. Así, se ha reducido el uso de fertilizantes nitrogenados y fosfóricos, lo que a su vez implica una mejora en el ámbito de la sostenibilidad del cultivo y evita la contaminación de acuíferos y la eutrofización de aguas superficiales.