El BNG lleva en su programa electoral para el 18 de febrero una propuesta económica que solo afectaría a cuatro empresas gallegas, tres de ellas en el área de A Coruña. Se trata de un impuesto especial para aquellas grandes empresas que ganan más de 100 millones de euros al año, que en Galicia se reducen a solamente cuatro: Inditex, Abanca, Hijos de Rivera (fabricantes de Estrella Galicia y Cabreiroá) y Stellantis (más conocida como la Citröen de Vigo).
En concreto, esta propuesta se indica en la página 13 del programa electoral de Ana Pontón, y dice literalmente: "Mentres Galiza non teña competencias sobre o Imposto de Sociedades, fixar un gravame adicional no Imposto sobre Sociedades para as bases impoñíbeis que superen os 100 millóns de euros, isto é, empresas que teñan grandes beneficios".
El impuesto lo pagarían aquellas empresas con una base imponible fiscal superior a los 100 millones de euros. El criterio no serían exactamente los beneficios, sino aquellos por los que se pagan impuestos, es decir, el resultado fiscal una vez compensadas las diferencias permamentes, las temporales y otros saldos, como bases imponibles negativas de ejercicios anteriores.
Tres de los motores de A Coruña se verían afectados por la medida
La propuesta del programa electoral sitúa el umbral de lo que se considera "empresas con grandes beneficios" tan alto, que solo afecta a un puñado de empresas gallegas, a las que parece ir directamente dirigido. Tres de ellas están entre los principales motores de la economía de A Coruña y su área metropolitana.
Inditex supera holgadamente el umbral de los 100 millones, ya que en 2022 tuvo un resultado antes de impuestos de 5.358 millones de euros. Hijos de Rivera obtuvo un resultado fiscal de 128,2 millones de euros en 2022, por lo que también estaría sujeto a ese hipotético impuesto que propone el BNG, mientras que Abanca acaba de presentar unos beneficios récord de 711 millones en el año 2023, por lo que es presumible que su resultado fiscal supere los 100 millones de euros. La otra empresa gallega que cumple la condición es Stellantis, anteriormente Peugeot Citroen Automóviles España, que en 2022 tuvo una base imponible de 274 millones de euros.
Los otros grandes nombres del mundo empresarial gallego están lejos de este umbral mínimo de beneficios para que les fuese aplicado el nuevo impuesto, salvo la empresa maderera Finsa, con sede en Santiago de Compostela, cuyos beneficios sí están cerca de los 100 millones.
No hay información sobre cuánto supondría el nuevo impuesto
El programa del BNG indica la intención de aplicar este impuesto adicional a las empresas con grandes beneficios, pero no explica cuánto supondría. En España el impuesto de sociedades habitual es el 25%, con la excepción de País Vasco y Navarra, que cuentan con autonomía en este aspecto, y lo sitúan en el 24% y el 28% respectivamente. Hay casos excepcionales como el de las Islas Canarias, donde ciertas empresas cuentan con importantes ventajas fiscales y solo pagan el 4% de impuestos. En todos los casos, no existen tramos ni diferencias por el volumen de beneficios: siempre es el mismo porcentaje.
El partido liderado por Ana Pontón no indica qué porcentaje adicional de los beneficios cobraría a estas cuatro empresas, ni a las que en el futuro cumpliesen la condición, ni cuánto planearía recaudar para las arcas públicas gallegas. Tampoco cuenta cómo estructuraría el Impuesto de Sociedades en Galicia si la comunidad obtuviese esa competencia.