El joven coruñés Diego Bello fue asesinado por tres policías de Filipinas en 2020 en la isla de Siargao, donde residía. Según lo que se conoce del caso, los agentes supuestamente le dispararon a las puertas de su casa y el proceso judicial en marcha trata de arrojar luz sobre si el capitán Vicente Pañuelos y los sargentos Ronel Azarcón y Nido Boy Esmeralda realmente abatieron al joven por estar vinculado con el tráfico de drogas o si todo fue un montaje policial.
La versión policial mantiene que los tres agentes dispararon en defensa propia, pero las investigaciones realizadas por el NBI (National Bureau of Investigation), un organismo dependiente del estado filipino, concluyeron que los policías habían asesinado a sangre fría a Diego y que habían colocado en sus manos una pistola y unas dosis de cocaína en un intento por justificar su asesinato.
Al margen del proceso judicial que se retomará el próximo 5 de agosto con declaraciones de testigos (hasta ahora las nueve vistas realizadas han girado sobre temas de balística), lo que el coruñés ha dejado es un gran legado de buenas amistades por todo el mundo y principalmente su huella en el mundo textil con su propia marca de ropa: Mamon.
El proyecto nació en 2018 en Siargao de la mano de Diego Bello, al que siempre le gustó el agua y particularmente el surf y apoyaba la estética en esta línea a la hora de vestir. En la isla filipina el joven tenía su tienda de ropa, cuyo logo era un pan filipino al que se conoce con el nombre de Mamon, que en España tiene otro significado, pero optó por apostar con humor por este doble sentido.
Mamon tiene una oferta amplia de merchandising en el que triunfan principalmente las camisetas de manga corta y las sudaderas y las camisetas que más se vendían en Siargao, según rememora la madre de Diego, Pilar, eran las de una manga sisa muy amplia debido al caluroso clima de la zona.
La progenitora de Diego es quien colabora con su otro hijo, Bruno Bello, en mantener viva la marca, dado que cuando tuvo lugar el trágico suceso que acabó con la vida de su hijo, la familia se vio obligada a enfrentar un duro proceso judicial que aún está lejos de terminar y para el que necesitan dinero.
Querían conseguir financiación pero "no sin más". "Pretendíamos que la gente se llevara algo a cambio de poder colaborar y por eso todas las prendas y accesorios llevan visible el hashtag Justicia para Diego".
Recaudación íntegra para el juicio
Los primeros diseños que produjeron son con el logo creado por Diego, que lleva la M de Mamon en el medio del círculo que representa al pan filipino. "Es el más reconocible de la marca, hasta que se agotaron los modelos y tuvimos que buscar nuevas ideas", explica con cariño. El proyecto es un éxito tal y como ella corrobora y como se puede comprobar en las calles de A Coruña y en otras zonas como Arteixo y Barrañán.
Este año han lanzado una colección nueva de camisetas de manga corta y se repusieron prendas agotadas la semana pasada. Pilar anuncia que en un par de semanas recibirán más modelos de manga corta y larga y a mayores tienen a la venta toallas, ponchos, bolsas de playa, gorras o calcetines.
"Cada año introducimos dos o tres productos nuevos. Las primeras camisetas que se hicieron negras y blancas básicas se han ido reponiendo siempre, pero de otros modelos no hacemos más unidades para aquellos que quieran seguir colaborando no se vean obligados a comprar siempre lo mismo", aclara.
Ahora mismo las colecciones se están produciendo en Portugal y al inicio se hacía en A Coruña, pero el cambio vino motivado por causas económicas. "Desde el minuto uno todos los gastos del proceso judicial se han gestionado con las ganancias de los productos de Mamon, que es marca registrada junto a la asociación que hemos dado de alta de Justicia para Diego", subraya.
Considera "increíble" la respuesta a la marca y lo achaca en parte a que "Diego tenía mucha gente conocida que le quería". Venden incluso a Australia porque Bello pasó un tiempo y dejó buenos amigos allí y precisamente una comunidad de españoles se encarga de que todo lo de Mamon funcione en la otra punta del mundo. "Es una causa emotiva, el diseño gusta y las prendas son unisex para todo tipo de público ", añade Pilar.
De cara al futuro y con el proceso judicial sobre la muerte de Diego Bello finalizado, la intención de su familia es continuar con la marca y la asociación de Justicia para Diego y que el dinero que se recaude "sea destinado a otras causas que necesitan ayuda".
Paralelamente, pretenden introducir la marca en el mercado y que algunos establecimientos puedan comercializar las prendas. De momento, la venta de Mamon es exclusivamente online en su web o en determinados eventos en los que participa la marca.
Dos delitos: Asesinato y pruebas falsas
"La causa va lenta, pero va", dice esperanzada Pilar, sobre lo que matiza que "en Filipinas es muy complicado todo y no tiene nada que ver con la justicia española". A día de hoy, cuenta que los policías acusados del asesinato de su hijo solicitaron salir en libertad provisional mientras no se celebra el juicio, pero la ley filipina no contempla esta libertad condicional cuando hay pruebas de un delito como este de asesinato.
"Lo reclamaron para alargar el proceso, pero solo han conseguido alargar su estancia en la cárcel y no pueden esperar el juicio en libertad", explica. Ahora mismo, los acusados de acabar con la vida del coruñés están en una prisión municipal decretada por la jueza del caso y el asunto en las mesas de las instituciones correspondientes para que no se demore aún más en el tiempo.
"Se enfrentan a un delito de asesinato y otro de pruebas falsas y la condena definitiva no va a ser este año", cuenta Pilar. En este complicado contexto judicial y vital, reconoce que los abogados filipinos "están muy esperanzados con cómo están yendo las cosas" y se muestra satisfecha de haber tenido reuniones importantes en los viajes que han realizado al país.