Cuando se trata de emprender, ser todoterreno es una cualidad inevitable. Es casi deformación profesional. Pero otro factor principal del emprendimiento es saber de quién rodearte. La red de apoyo de todos los empresarios y emprendedores es crucial tanto para el desarrollo profesional como personal.
Un buen equipo de trabajo, un ambiente colaborativo, estar abierto a nuevas formas e ideas es crucial en un mundo tan cambiante. Esta colaboración, en concreto entre diferentes sectores empresariales, fomenta las nuevas oportunidades de negocio.
En esta clave, destaca la importancia de las sinergias y el networking entre agentes de diversos ámbitos del tejido empresarial. Los foros, congresos, charlas y eventos refuerzan la idea de que la interconexión entre empresas, sin importar su sector, son clave para generar alianzas estratégicas y potenciar el desarrollo de nuevas oportunidades en el mercado.
Una empresaria todoterreno es Susana Pérez, que no sólo es directora de INFI Consulting Group, sino que también es presidenta de Empresarias Galicia y está detrás de Etiqueta Ibérica. Una mujer con una trayectoria admirable y de la que la colaboración empresarial es su columna vertebral.
¿Cómo ha sido emprender la consultoría y cuáles serían las claves de tus aprendizajes en estos 15 años?
Yo decidí emprender en plena crisis del año 2010. Nunca había tenido el gusanillo emprendedor. La verdad es que para mí emprender nunca había sido una opción.
Naciendo en plena crisis económica y dedicándome al sector financiero con 24 años, una de las cosas que me repetía era que a peor no podíamos ir. Empecé sola y mi primer objetivo era sentar bien los cimientos de la empresa porque a partir de ahí todo puede ir a mejor.
Empecé en casa de mis padres. Luego fui creciendo en las instalaciones. Una de las claves es esa, la inversión gradual. No empezar en una oficina enorme en el centro de la ciudad, sino ir con inversiones graduales, en este caso de las instalaciones.
Otra de las claves del emprendimiento es la especialización. Yo defiendo que las empresas seamos especialistas en algo en concreto, porque es importante esa especialización para el crecimiento económico, además de rodearnos de un buen equipo de trabajo. Yo no puedo ser buena en todo, con lo cual lo que necesito es rodearme de los mejores para dar el mejor servicio a las empresas que confían en nosotros.
¿Cuáles son los factores clave para que las empresas puedan aprovechar al máximo las sinergias con otras organizaciones?
Antes de decidir emprender, ya estaba en contacto con AJE Vigo. Cuando decidí montar mi propia empresa volví a ellos porque buscaba esa cara amiga, que entendiesen, que hablasen el mismo idioma, que me pusiese en contacto con otras personas que estaban en mi misma situación, etc.
Creo que es fundamental la colaboración en todos los ámbitos. Siempre hay alguien mejor que tú que del que puedes aprender y que te puede aportar valor para tener esa ventaja competitiva frente a otras empresas.
Desde la consultoría o en Empresarias Galicia, siempre estoy recomendando. Ahí es donde se crean las buenas redes profesionales y este es el salario emocional que tengo.
La clave del éxito es la inversión gradual, la especialización y rodearte de los mejores.
¿Qué papel han jugado estas sinergias con otras empresas en tu estrategia de crecimiento?
Para mi crecimiento ha sido un punto clave. Tienes que buscar clientes y empresas que confíen y contraten tus servicios, pero luego necesitas esos colaboradores, esos conectores para poder llegar a más empresas y más lejos.
Porque al final nuestro ámbito es aprovechar la red que tenemos cada uno, porque si las sumamos no es que sumen, multiplican. Así llegamos mucho más lejos y somos más competitivos.
¿Qué consejo darías a otros empresarios sobre la creación de sinergias y redes de contactos?
Yo creo que hay un ecosistema emprendedor muy grande, sobre todo en Vigo, y hay que aprovecharlo. Hay un montón de asociaciones que hacen un montón de acciones para emprendedores.
Para entrar en eso es un poco como todo, empiezas a rodar al asistir a foros, congresos, charlas y empiezas a conocer gente. En Galicia destacamos en todas nuestras asociaciones, eventos y acciones porque somos muy abiertos, estamos pendientes a todos y arropamos a la gente.
Mi consejo es que cualquiera, aunque sea una persona más introvertida, se anime. Siempre se genera muy buen ambiente y tenemos una red de apoyo y ayuda muy bonita en Galicia.
La creación de redes colaborativas hace que no sumemos, que multipliquemos y así llegamos mucho más lejos y somos más competitivos
Directora INFI Consulting Group, presidenta Asociación Empresarias Galicia y Socia fundadora de Etiqueta Ibérica. ¿Cómo se consigue ser tan todoterreno?
La verdad que a veces no lo sé ni yo, intento descargar mochilas, pero sí que es verdad que cuando me plantean un proyecto que me gusta, que encajo y con el que me divierto voy a tope al 200%.
Aún no tengo la fórmula mágica para conciliar todo, pero me mueve es la pasión por el sector. Siempre es importante aprender a rodearte de un equipo en el que confíes para poder delegar en la medida de lo que se pueda.
¿Cómo ha influido la creación de la Asociación de Empresarias de Galicia en tu desarrollo profesional y en la visibilización del talento femenino en el ámbito empresarial?
Fue muy gratificante siempre. Empezamos oficialmente en 2016, pero ya tuvimos acciones en 2014. El objetivo principal de Empresarias de Galicia es dar visibilidad a todo el talento femenino que hay en Galicia y que hasta el momento no se hacía.
Poco a poco fuimos dándonos cuenta de que teníamos que ir abarcando más objetivos que se nos demandaban, como trabajar para dar esa visibilidad a la mujer en todos los sectores de actividad.
Trabajar en que se cuente con ellas en foros de opinión, de temas de actualidad, de empresas, de la sociedad en general y, además, hacer talleres de habilidades para presentarse a esos retos. Te sorprendería la cantidad de mujeres que tienen cargos elevadísimos y que siguen viéndose mermadas.
Tu trabajo en la visibilización de la mujer en todos los ámbitos y sectores empresariales es admirable. ¿Qué ha sido lo que te ha movido a ser tan activista en este ámbito?
Emprendí con 24 años. Mujer joven y en el sector financiero. Imagínate, un cóctel molotov. El mundo va evolucionando, pero todavía te encuentras con casos que dices "no puede ser que estemos en el año 2024 y siga pasando esto". La experiencia te va dotando de herramientas para contestar, para frenar y poner límites.
Después, en un evento de talento femenino en Madrid, conocimos a una prestigiada empresaria gallega y no nos pudimos creer que tuviésemos que ir a la capital a conocer el talento de nuestras vecinas. Ahí os dimos cuenta de lo necesario que era. A los 15 días de vida de la asociación ya había 60 socias.
Mañana vas a participar en Vertical Summit. ¿Estás emocionada?
No te imaginas. La verdad es que la organización Disemm prepara unos eventos increíbles. En Empresarias Galicia nos sentimos muy alineadas con su forma de trabajar.
¿Cómo valoras la realización de este tipo de eventos y qué relevancia consideras que tienen para el sector empresarial, especialmente en términos de oportunidades para el networking?
Creo que todos somos realmente conscientes de la relevancia que tienen para el sector empresarial, sobre todo en términos de oportunidades para el networking.
Al final lo que se trata es de crear un foro o un espacio en donde estemos todas las empresas que nos gusta relacionarnos con otras, ya no solo desde el punto de vista de vender, sino de establecer esas sinergias, de que surjan nuevos proyectos, de nuevas oportunidades, de generar espacios de conversación importantes para nuestro ecosistema.
En el congreso vas a hablar sobre como todas las empresas tienen el potencial para maximizar el valor de lo que tus clientes finalmente experimentarán. ¿Podrías ofrecer a los lectores de Quincemil y Treintayseis algunas claves en este sentido?
Esto trata de cómo sacar el máximo rendimiento a tu equipo y para conseguirlo la clave es estar integrada en ese equipo con un liderazgo horizontal.
Lo que tenemos que hacer es sacar el máximo potencial que tiene cada una de las personas que nos rodean, porque si ellos sacan el máximo potencial que tienen, nosotros vamos a sacar nuestro máximo potencial y eso va a redundar en una buena experiencia del cliente.