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La construcción de vivienda no suele ajustarse con exactitud a los plazos previstos. Es habitual que surjan inconvenientes o problemas durante las obras que afectan a su ejecución y retrasan la conclusión. La edificación de cinco viviendas sociales en la calle Marqués de Pontejos por parte del Ayuntamiento de A Coruña no es una excepción. Pero la obra ha dado un avance en su proceso con el descubrimiento de parte de su fachada. Al menos hasta el año próximo no terminarán los trabajos, que ya suman una demora de más de un año respecto a las estimaciones iniciales.

El desmontaje, ayer domingo, de una grúa de grandes dimensiones en el cruce de las calles San Nicolás y Marqués de Pontejos, dio paso a la retirada de la red que cubría parte de la fachada lateral; la otra parte mantiene una gran red azul y blanca desde la acera hasta la última planta, como ocurre en la otra cara del inmueble, más estrecha, que da a San Nicolás.

Inmueble de Marqués de Pontejos antes de ser demolido. Google Maps

Una valla metálica continúa protegiendo el edificio. Lo que se puede ver ahora es la fachada color crema del bloque y las ventanas de las alturas con marcos rojos. En las partes del inmueble aún cubiertas siguen los andamios de obra, lo que hace difícil prever en qué momento culminará la actuación.

Proyecto del mandato de Marea

El edificio de alquiler social del Concello es un proyecto que tiene su origen en el mandato de Marea Atlántica, que promovió la adquisición de edificios o pisos para ampliar el parque municipal de vivienda mediante la reforma de los inmuebles y su disposición a precios asequibles para personas con dificultades de acceso a una vivienda. Este fue la única iniciativa que se puso en marcha: el Concello compró el bloque por algo más de 240.000 euros y lo unió a dos parcelas municipales anexas.

Las obras no se adjudicaron hasta septiembre de 2022, en la segunda mitad del primer mandato de Inés Rey (PSOE), con un presupuesto de 1,6 millones de euros y la previsión inicial de concluirlas en un plazo de diez meses. Empezaron en enero de 2023, pero distintas dificultades en una rehabilitación compleja retrasaron la ejecución y llevaron a la empresa, Ogmios, a solicitar dos prórrogas al Concello.

Los problemas causados por el montaje de una grúa y un atasco en la red de saneamiento motivaron la primera prórroga en agosto de 2023. En mayo de 2024 la empresa solicitó otra moratoria de seis meses, hasta noviembre, debido a otros inconvenientes: la colocación de unos andamios en el patio de luces, la retirada de una chimenea de piedra a 16 metros de altura con riesgo de desplome, la falta de mano de obra especializada, el retraso en la recepción de materiales procedentes de otros países y las complicaciones causadas por temporales de lluvia y viento en varios meses de 2023 y 2024.

Ya sin parte de la red que cubre la fachada, la construcción de este edificio de alquiler social encara su tramo final. Una vez terminado, tendrá que determinarse qué personas tienen acceso a esas nuevas cinco viviendas municipales, que desde ahora empieza a gestionar la Empresa Municipal de Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa).