Un impulso al suelo sin desarrollar de A Coruña: ¿Hacia dónde puede crecer la ciudad?
- Monte Mero y Monte Alfeirán son los últimos polígonos residenciales del planeamiento de A Coruña que las administraciones sacan de la parálisis y por donde la urbe puede ganar población tras llegar a su máximo histórico. Otros diez ámbitos, entre ellos Penamoa y O Portiño, siguen sin desarrollo
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A Coruña roza los 250.000 habitantes. Al acabar 2023 la ciudad llegó a 249.241, su máximo histórico, según la última cifra oficial de población publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si aumenta el número de ciudadanos de un ayuntamiento, ¿debe crecer también la superficie donde vivir? Aunque A Coruña edifique a lo alto con nuevas promociones inmobiliarias (como la anunciada del Parque de Oza, con torres de hasta 17 plantas), el municipio ofrece bolsas de suelo para nuevos o futuros residentes.
Dos espacios con nombre de monte, Mero y Alfeirán, son los últimos polígonos de A Coruña que han iniciado trámites para su desarrollo, lo que supondrá poner en marcha dos de los doce ámbitos del municipio coruñés que pueden ampliar su oferta residencial y que todavía no se han desarrollado. Son los mismos que la Xunta ha evaluado en los últimos meses para expropiar y destinar a la construcción de pisos públicos y protegidos, como promueve en su estrategia actual de vivienda.
Monte Mero es un ámbito con mucha zona verde y unas 40 edificaciones entre el barrio de Xuxán y la antigua fábrica de armas (hoy Ciudad de las TIC), flanqueado por las avenidas de A Pasaxe y Alfonso Molina, donde la Xunta ha anunciado un plan para levantar más de 4.300 viviendas en 430.000 metros cuadrados.
Monte Alfeirán, junto a Palavea y al borde de Culleredo y de la entrada de la AP-9 a la ciudad, es el otro polígono para el que el Gobierno de A Coruña ha solicitado a la Xunta iniciar el trámite de evaluación ambiental del plan parcial de la zona presentado por los propietarios de suelo. De acuerdo con el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) y según las determinaciones de la comisión gestora que agrupa a los dueños, en los más de 166.000 metros cuadrados de superficie se pueden construir hasta 464 viviendas (250 chalés y 214 pisos en cinco bloques).
En ambas áreas la tramitación urbanística será larga. Cada zona, en el extrarradio municipal, presenta muy pocas edificaciones residenciales, como es el caso de Monte Mero, o ninguna, aunque sí bienes patrimoniales, como un hórreo y un palomar en Monte Alfeirán. Para la primera, la Xunta perfila un calendario en el que hasta 2028 no empezarían las obras de urbanización; para la segunda, es más difícil aventurar plazos y Medio Ambiente aún tiene que pronunciarse en su dictamen de evaluación.
"¿Por qué no en As Percebeiras?"
Monte Mero y Monte Alfeirán no tienen desarrollo urbanístico. Ocurre lo mismo en los polígonos de Penamoa, O Portiño, O Martinete, Vío, As Rañas, la llamada en su día Ciudad de la Tecnología en la zona de Marineda City y en cuatro ámbitos de A Zapateira, los estudiados por la Xunta. Estas son las bolsas de suelo por las que A Coruña podría crecer para habilitar nuevas construcciones, con superficies que van de los más de un millón de metros cuadrados en Penamoa a los casi 111.000 en As Rañas.
Solo en el polígono sin desarrollar más grande podrían construirse más de 8.700 pisos, más del doble de los que el Gobierno local prometió levantar entre 2024 y 2030, según anunció el portavoz municipal, José Manuel Lage, en un Pleno de finales del año pasado, cuando cifró esas previsiones en 4.000 viviendas. Los nuevos ámbitos, una vez desarrollados, reservarían superficie para pisos públicos de protección.
Los promotores inmobiliarios aplauden las iniciativas de vivienda impulsadas por las administraciones hacia el sur de la ciudad, aunque se preguntan por qué no emprendieron estas medidas con la crisis de 2008, cuando "se demonizó y paralizó al sector y no se tramitó ningún suelo" en la ciudad.
"La de Monte Mero es una tramitación compleja y novedosa, por articularse como proyecto de interés autonómico (PIA) que evitará que el desarrollo se eternice tanto como ocurrió en Visma y Xuxán. La de Monte Alfeirán hay que verla con detalle, al ser un ámbito intermedio en una zona de transición de lo rural a lo urbano", valora el director gerente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), Juan José Yáñez.
Prevé que O Portiño también se desarrollará en el futuro, a continuación de la "unión entre el Agra y Los Rosales" que supone Visma. Tiene más dudas sobre Penamoa por estar ubicada en un ámbito afectado por la refinería de Repsol. Y lamenta que el Gobierno local haya paralizado la urbanización y construcción en As Percebeiras, en Labañou, con la suspensión temporal de licencias: "¿Por qué no desarrollar ahí, en un ámbito más urbano sin afecciones como puede pasar en As Rañas y Penamoa? El Concello ha tomado una decisión política criticable para contentar al BNG".
Xuxán y Visma, en crecimiento
Antes de que Monte Mero y Monte Alfeirán entrasen en los planes de la Xunta y el Concello para ampliar el suelo residencial de A Coruña y promover así el acceso a la vivienda en un contexto en el que su precio no deja de subir, en el barrio de Xuxán (conocido antes como parque ofimático) y en el entorno de San Pedro de Visma se edifica y se urbaniza.
Los primeros residentes de Xuxán ocuparon sus viviendas en marzo de 2019. Cinco años después hay más bloques construidos, en construcción y en tramitación, licitados y adjudicados por las administraciones gallega y municipal, que incluso han promovido un cambio de uso para ampliar la oferta de vivienda en la zona en los próximos años.
En Visma empiezan a vislumbrarse las futuras calles de una urbanización donde comenzaron las primeras obras a mediados de este año, aunque falta mucho por hacer. El futuro polígono residencial, el Sector 2 de Visma, comprende la construcción de casi 3.600 viviendas antes de 2030 y ampliará la población de A Coruña junto a barrios con alta densidad de habitantes como Agra do Orzán y O Ventorrillo, donde el crecimiento poblacional, cuando lo reflejan las tendencias demográficas, se produce a lo alto y no a lo largo.