La sombrilla, el bañador, la crema solar, el libro que lleva meses en la mesita de noche... Son tantas cosas las que debemos tener listas antes de emprender un viaje a la playa que, en algunas ocasiones, se nos pasa por alto que también es fundamental tener el coche a punto para evitar un disgusto innecesario en carretera: desde comprobar la presión de las ruedas hasta revisar el líquido de frenos.

Pero el calzado con el que conducimos también es otro de los puntos fundamentales a tener en cuenta en las carreteras de A Coruña. Los días de calor intenso son la excusa perfecta para darse un refrescante chapuzón en el océano Atlántico, pero para llegar seguros al destino final hay que presta atención a nuestro calzado y no, las chanclas o las sandalias no son la opción más adecuada. 

¿Por qué?

Medio millón de conductores conducen descalzos en muchas ocasiones y unos 800.000 dicen ponerse al volante habitualmente calzando chanclas, según un informe elaborado por el Real Automóvil Club de España (RACE). Pero... ¿Por qué es una práctica inadecuada y qué peligro implica para el conductor y resto de pasajeros?

"El tipo de calzado que utilices para conducir es una de las claves principales para una conducción segura, ya que de él depende el tiempo que tardes en pisar el freno y la distancia que recorras para evitar la colisión con el obstáculo, persona o animal que se haya cruzado en tu camino", explica RACE.

Insiste en que las chanclas no son un calzado que sujeta bien el pie, "por lo que pueden desprenderse en cualquier momento" y, peor aún, "quedarse enganchadas con algún pedal pudiendo provocar un accidente. "Todas estas dificultades generadas por conducir con sandalias, chanclas o incluso descalzo, a su vez, provocan un aumento de las distracciones al volante y una situación de estrés, motivada por una conducción incómoda".

Por ello, el Real Automóvil Club de España aconseja utilizar un calzado cómodo y adecuado que nos permita llegar seguro a nuestro destino. Por calzado adecuado, se entiende aquel que no resbale de los pedales, que proporcione una buena adherencia entre la piel y los pedales y que no tenga lazos o adornos similares que podrían engancharse en los revestimientos del vehículo.

También que no sea demasiado grande ni demasiado pesado, de modo que no se pisen dos pedales al mismo tiempo de forma accidental.

¿Me pueden multar?

La Dirección General de Tráfico (DGT) explica que en el Reglamento General de Circulación (RGC) no incluye normas específicas sobre el calzado en la conducción. De esta forma, no es sancionable en sí misma la conducción con chanclas.

Sin embargo, "si un agente de la autoridad entiende que dicho calzado afecta a la seguridad en la conducción (no permite manejar bien los pedales, por ejemplo) esta conducta puede ser sancionable, con una cuantía de hasta 80 euros".

Al hilo de este asunto, Tráfico apunta que son varios artículos del RGC que se refieren a la obligación del conductor de garantizarse libertad de movimientos en el vehículo y evitar interferencias en una conducción segura:

  • Artículo 3.1: "Hace referencia al modo de conducción, con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno"



  • Artículo 18.1: "Hace referencia a la obligación del conductor de mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción; y debe mantener la posición adecuada"



  • Artículo 17.1: "Establece que los conductores deben estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo"

Tampoco deberías conducir sin camiseta

Del mismo modo que no deberías conducir con chanclas, tampoco deberías hacerlo sin camiseta porque, en caso de accidente, sería muy peligroso. "El cinturón de seguridad actúa como un sistema de retención del conductor y el resto de pasajeros y si se produce un tirón brusco podría ocasionar importantes quemaduras en la piel", apunta el Real Club del Automóvil (RACE).

No se prohíbe en el código de circulación, pero el artículo 3.1 del Reglamento de Conducción dice que "se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía"